Adiós, amigo Iñaki
Apenas unas horas después de pasar el día en que cumplía 72 años, Ignacio Aracama Oyarbide, que fuera guardameta del Racing entre 1963 y 1967, nos dejaba para siempre este primer día de agosto.
©José Manuel Holgado (Historiador del Real Racing Club)
Llevaba tiempo perseguido por una cruel enfermedad, que parecía haber remitido pero que, desgraciadamente, hizo que fuera a reunirse con otros excompañeros y amigos racinguistas en el cielo. Hombre que desbordaba simpatía, amabilidad y buen amigo de los suyos, fue un guardameta de gran altura, poderío físico y que destacaba en las salidas.
Tras pasar los primeros cinco años de vida en el barrio Elitxu, él, que era el cuarto de cinco hermanos, todos ellos hijos de un alavés de Aspuru y una guipuzcoana de Cegama, se mudaría con su familia al centro de Irún, su ciudad natal, en la cual pasaría una feliz infancia.
Mientras cursaba sus estudios, jugaba con sus amigos de Elitxu ante otros barrios iruneses, compaginándolo con el equipo su aula en La Salle al terminar las clases matutinas. Entre aquellos rivales de su infancia, se encontraba Illumbe, que, cosas del destino, sería su relevo en la meta racinguista.
Desde los doce años jugaría con diversos equipos el campeonato playero de Fuenterrabía, pasando tres después al fútbol de campo como juvenil en el C. D. La Roca. Solía ir a ver jugar al histórico Real Unión, equipo donde curiosamente, nunca jugaría. Después de terminar su etapa de juvenil en el C. D. Touring de Rentería, jugaría en categoría regional con el C. D. Pasajes. Apenas llevaba unos meses en este club cuando en el tramo final de la temporada 1961-62, fue reclamado por su equipo de origen, donde destacaría sobremanera en el grupo IV de Tercera División.
Tenía 20 años y era un portero muy apetecible para varios clubes. Fue probado por el Real Madrid C. F., donde optaron por no ficharlo debido a la presencia de Araquistáin y Vicente en el primer equipo. Al menos, los informes de los técnicos madridistas al Racing, junto a los consejos favorables de su paisano y mito racinguista, Rafa Alsúa, hicieron que el equipo santanderino lo fichara en la segunda quincena de junio de 1963. Su fichaje por el Racing, fue la excusa perfecta para dejar los estudios de Peritaje Industrial que cursaba por no llevar la contraria a su padre.
Se estrenó con el club santanderino el 15 de marzo de 1964 en los Campos de , donde se perdió uno a cero ante el Burgos C. F. Los locales jugaron con Aracama; Navarro, Gómez, Goñi; Jiménez, Mas; Gento II, Gento III, Abel, Trigo y Yosu. En Santander coincidió con buenos guardametas como Solana o el joven Corral, hasta que una maldita lesión le obligó a dejar el fútbol cuando no había cumplido aún los 24 años y había completado 27 partidos oficiales como racinguista.
Nunca olvidó sus años en Santander y el poder compartir vestuario con jugadores y amigos como Abel, Chapela, Villaverde, Juan Carlos, Navarro, Isidro y los hermanos, Julio y Antonio Gento.
No tuvo más vinculación con el fútbol salvo en la década de los setenta, en la que fue durante un tiempo delegado del Real Unión Club de Irún. Siempre ha sido aficionado e incluso practicante de otros deportes como tenis, pelota y senderismo. En el aspecto laboral, se jubilaría en una cooperativa de Crédito de Irún.
El racinguismo manda sus condolencias a Natxa, su viuda, Eneko y Aitor, sus hijos, como al resto de su familia.