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Ana Botín adapta a su medida el Santander que heredó de su padre

En el banco se explica la decisión de la directiva en su voluntad de hacer su propio equipo y culminar una renovación total. Marín, de solo 48 años (joven para un ejecutivo bancario), se prejubilará probablemente en enero

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25-11-2014

La llegada de un nuevo ejecutivo a una empresa suele suponer cambios, y en el Santander han tardado poco más de dos meses en producirse. Ana Patricia Botín, presidenta del mayor banco de la eurozona desde el fallecimiento de su padre a mediados de septiembre, ha cesado por sorpresa a Javier Marín, consejero delegado que heredó de Emilio Botín, lo que ha traído consigo una catarata de cambios en la cúpula de la entidad.

En el banco se explica la decisión de la directiva en su voluntad de hacer su propio equipo y culminar una renovación total. Marín, de solo 48 años (joven para un ejecutivo bancario), se prejubilará probablemente en enero, cuando entren en vigor los cambios, y pasará a cobrar 800.000 euros al año, sin indemnización. Una cantidad elevada pero muy lejana a las compensaciones ingresadas por otros consejeros delegados de la gran banca (los 88 millones de Alfredo Saénz o los 53 millones de José Ignacio Goirigolzarri) porque no ha llegado a estar dos años en el cargo (los hubiera alcanzado en abril).

Marín llegó al puesto en sustitución de Saénz, que tuvo que dejarlo tras 11 años por una condena por acusación falsa y de quien Emilio Botín solía repetir que era el mejor consejero delegado de la banca. En su momento, se interpretó su nombramiento en clave sucesoria, ya que se dijo que era muy cercano a Ana Patricia Botín.

Para sustituirle, la presidenta ha designado a José Antonio Alvárez (León, 1960), que ocupaba el puesto de director financiero del grupo desde 2004 y que la presidenta considera más complementario con ella misma. Muy técnico y discreto –más aún que el propio Marín, que ha mantenido un perfil bajo cara al público durante su mandato--, el nuevo número dos del Santander procede de la competencia, del grupo BBVA, en el que estuvo entre 1991 y el 2002.

Cambios

Su puesto, a su vez, pasará a ser ocupado por José García Cantera (Bilbao, 1966), hombre de confianza de Botín ya que fue consejero delegado de Banesto bajo su presidencia y hasta la absorción de la entidad por el Santander. Desde entonces era responsable de banca mayorista global del grupo, puesto que pasará a ser desempeñado por el francés de origen catalán Jacques Ripoll, que procede del Santander UK, la filial que presidida Ana Patricia Botín hasta el fallecimiento de su padre.

El principal cambio en el consejo es la incorporación de Bruce Carnegie-Brown como vicepresidente primero del grupo con carácter independiente (no representa al accionariado ni es ejecutivo) y coordinador de los consejeros externos (caro de nueva creación recomendado por las nuevas prácticas de gobierno corporativo). También es de confianza de Botín, ya que procede del Santander UK, y es además presidente no ejecutivo de la aseguradora Aon y presidente de moneysupermarket.com. El Santander se convierte, así, en la primera gran empresa española con un extranjero en ese puesto.

Al consejo también se incorporan como independientes Sol Daurella (Barcelona, 1966, presidenta ejecutiva de la embotelladora de Coca-Cola en España y que dejó el consejo del Banc Sabadell la semana pasada con el argumento de que el “momento profesional y empresarial” en que se encontraba le exigían todo su “esfuerzo”) y el mexicano Carlos Fernández (Ciudad de México, 1966), consejero de la filial mexicana del Santander y antiguo ejecutivo de la cervecera Modelo, la fabricante de Coronita, entre otras.

Los cambios suponen un nuevo paso en el rejuvenecimiento de la cúpula del banco iniciado en época de Emilio Botín. De la primera línea de mando que dirige la entidad desde los años 80, solo sobreviven Matías Rodríguez Inciarte, Ricardo Echenique y Juan Rodríguez Inciarte. Los otros cambios en la alta dirección son los de Juan Guitard (auditoría interna), José Doncel (intervención general y control de gestión) y José María Nus (política de riesgos junto a Matías Rodríguez Inciarte).