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Año y medio para evitar la prisión: el Tribunal Supremo o el indulto

A la vista de los precedentes, el Tribunal Supremo tardará entre diez meses y un año y medio en confirmar o tumbar la sentencia por la que Iñaki Urdangarin ha sido condenado a seis años y tres meses de prisión. Esos son los plazos que vivieron anteriores

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Año y medio para evitar la prisión: el Tribunal Supremo o el indulto
23-02-2017

A la vista de los precedentes, el Tribunal Supremo tardará entre diez meses y un año y medio en confirmar o tumbar la sentencia por la que Iñaki Urdangarin ha sido condenado a seis años y tres meses de prisión. Esos son los plazos que vivieron anteriores culpables de corrupción, como los mallorquines Jaume Matas (PP) y Maria Antònia Munar (UM), y el ibicenco Josep Juan Cardona (PP). Si se repiten los tiempos de trámite, el marido de la Infanta Cristina y cuñado del Rey podría verse camino de prisión, ya con una sentencia firme, entre finales de este año y el verano de 2018.

El precedente más próximo es el de otro condenado también por la corrupción de la trama Nóos: el expresident del gobierno baller y del PP autonómico Jaume Matas. Fue condenado a seis años de prisión por la Sección Primera de la Audiencia (la misma que ha juzgado a Urdangarin, pero entonces presidida por Margarita Beltrán) en el mes de marzo del año 2012. Como ahora Urdangarin, Matas evitó entrar inmediatamente en prisión al presentar un recurso de casación ante el Tribunal Supremo, que tardó un año y cuatro meses en responder. Fue en julio de 2013, cuando el tribunal rebajó la condena de seis años a una pena de nueve meses y un día de cárcel para el expresidente balear.

 
Aunque tampoco entonces entró en el centro penitenciario: la Audiencia comenzó la ejecución de la sentencia, pero esta quedó en suspenso porque Jaume Matas pidió un indulto al Gobierno. Así ganó otro año de libertad, pero el 12 de julio de 2014 el condenado obtuvo respuesta: el Gobierno Rajoy le denegó el indulto. El expresident se convirtió por primera vez en presidiario el día 26 de julio de 2014, cuando ingresó en la cárcel de Segovia. Habían pasado exactamente dos años y cuatro meses desde que la Sección Primera de la Audiencia le declarase culpable de corrupción política.

De repetirse los plazos con Urdangarin, el marido de la Infanta no conocería la decisión del Tribunal Supremo hasta dentro de un año, que pasará en libertad y en Suiza. Con lo que no habría nunca cárcel para él antes de marzo de 2018. Si además pidiese indulto, el cuñado de Felipe VI podría ganar otro año y evitar las rejas hasta 2019.

Lo que está claro ya es que Urdangarin no va a correr la misma suerte que Maria Antònia Munar. En el caso de la expresidenta del Consell de Mallorca, del Parlament balear y de la extinta Unió Mallorquina, la Audiencia Provincial decretó su ingreso inmediato en prisión, sin esperar al recurso del Supremo. Es decir, si la Audiencia hubiese tratado al condenado por corrupción Urdangarin igual que a la condenada por corrupción Maria Antònia Munar, el marido de la infanta dormiría hoy mismo en prisión, y desde allí esperaría la decisión del Tribunal Supremo. Que tarda casi siempre más de un año y menos de dos en resolver. En el caso de Matas fue un año y cuatro meses, en el de Munar demoró casi lo mismo: un año y tres meses.

Otro que, como Munar y a diferencia de Urdangarin, no tuvo libertad sin fianza a la espera del Tribunal Supremo fue Josep Juan Cardona. El que fuera conseller de Comercio en tiempos de Matas fue condenado a 16 años por la Audiencia. Acudió luego a una vistilla como la que hoy se ha organizado para el marido de la infanta Cristina, y a diferencia de él salió de la sala rumbo a la cárcel de Palma, sin la opción siquiera de eludirla con una fianza. En el caso de Cardona, el Tribunal Supremo fue muy rápido: resolvió en solo diez meses. Si repitiese celeridad con el cuñado del Rey, el Supremo podría fallar este mismo año.

Cardona, como antes Munar y como hoy Urdangarin, esgrimió ante los jueces de la Audiencia para evitar su ingreso en prisión que nunca había intentado fugarse, que tenía arraigo social y familiar y que había atendido todos los requerimientos de la Justicia. Le dio igual: como Munar esperó por el Supremo desde la cárcel. Urdangarin paseará libremente por Suiza, al menos hasta dentro de un año, cuando previsiblemente, el Alto Tribunal decida y la sentencia de cárcel pueda ser firme. Si llegase ese caso, aún tendría la vía Matas para prolongar su libertad: pedir un indulto al Gobierno del Estado.


Como se esperaba, el fiscal Pedro Horrach, de Anticorrupción, ha permitido que tanto Iñaki Urdangarin como su ex socio Diego Torres se libren de la prisión preventiva al considerar que puede ser eludible bajo fianza. Pero el tribunal que lleva el caso ha ido más lejos y ha decretado para él libertad provisional sin necesidad de fianza.

Urdangarín sólo tendrá el compromiso legal de comparecer cada mes ante la autoridad judicial de su actual país de residencia, que es Suiza. También está obligado a comunicar cualquier desplazamiento fuera de Europa o cambio de residencia.

Samantha Romero, Eleonor Moyà y Rocío Martín han sido las 3 magistradas del Tribunal Superior de Justícia de les Illes Balears (TSJIB) que han tomado esta polémica decisión y que hace una semana absolvieron a la infanta Cristina y la esposa de Torres, Ana María Tejeiro.

Petición del fiscal

El fiscal había pedido prisión eludible bajo fianza de 200.000 euros y de 100.000 euros para Torres. Consideraba que no hay riesgo de fuga y que tampoco podrá destruir pruebas o continuar con la trama juzgada, pese a que por ejemplo el marido de la infanta Cristina ha sido condenado a 6 años y 3 meses de cárcel, superando los 5 años, tiempo que se considera como la barrera para pedir la prisión preventiva ineludible.

Horrach ya había insinuado el lunes que no solicitaría prisión inmediata: "No descarto la posibilidad de una prisión preventiva con fianza, con lo cual el mero depósito de la fianza ya excluiría la prisión".

Respecto a si ofreció algún pacto a Urdangarín y a Sr. Torres: “Si, tuvimos varias reuniones. Tanto con el letrado del Sr. Urdangarín como con el del Sr. Torres entablamos conversaciones dirigidas a llegar a algún acuerdo. En ninguno de los dos casos fructificó. No llegamos a definir penas concretas”.

Respecto a las críticas y a que le llamaran abogado de la infanta Cristina responde: “Cuando uno ve y lee prácticamente a diario que le llaman corrupto y defensor de la Infanta, hacen mella en uno. Indignación he sentido en muchos momentos sobre todo cuando se ha dudado de mi independencia. El tiempo lo relativiza todo”.