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Arca denuncia la política de involución arboricida que sufre Cantabria

"Con perplejidad se observa, la reinstalación de una mentalidad y unas prácticas que suponen un retroceso de 30 años, al generalizarse las talas de especies autóctonas en espacios protegidos..."

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28-06-2017

Asistimos en los últimos tiempos al nulo interés que muestra la administración regional y local, los grupos políticos y las instituciones en general, a poner en valor y gestionar de forma sostenible, un bien del Patrimonio Natural colectivo tan característico y beneficioso como es el arbolado de Cantabria.

Con perplejidad se observa, la reinstalación de una mentalidad y unas prácticas que suponen un retroceso de 30 años, al generalizarse las talas de especies autóctonas en espacios protegidos, la eliminación innecesaria de árboles en carreteras, las podas salvajes y mutilantes en zonas urbanas, y la progresiva desaparición del arbolado en plazas, parques y paseos.

Dos ejemplos recientes lo constituyen la votación en contra de la Proposición de Ley de Fomento del Arbolado Urbano por parte de los partidos que forman el gobierno regional, y la tala llevada a cabo en terrenos de la costa de Loredo.

El caso de la tala de Loredo constituye un ejemplo de máxima dejadez y descoordinación entre las consejerías del Gobierno Regional y ayuntamiento, al autorizar una tala en la que no se contemplaban las autorizaciones necesarias para actuar en la servidumbre de 100 metros de costas, y realizarse en una zona calificada por el Plan de Ordenación del Litoral (POL) como de Actuación Integral Estratégica Ambiental. Tanto la Dirección de Medio Natural como el Ayuntamiento de Ribamontán al Mar expidieron los permisos para la tala sin respetar el arbolado autóctono de encinas y laureles, ni tener en cuenta la presencia de una planta calificada en peligro de extinción por la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación, como es la “Medicago marina” (BOC Número 249 de 26 de diciembre de 2.008).

Como viene ocurriendo en estos casos, ha sido la sociedad civil con sus protestas de ciudadanos y colectivos, la que ha demostrado no sentirse representada ni satisfecha por la gestión de las masas arbóreas y del paisaje que están haciendo nuestras instituciones y políticos. La sociedad aprecia y valora cada vez más el arbolado y su importancia para la calidad de vida de todos. Nuestros políticos están más interesados en las obras, el hormigón y el asfalto, instalados en una mentalidad desarrollista y obsoleta más propia de la posguerra del pasado siglo, que no está a la altura de las demandas de la sociedad actual. Por todo lo anteriormente expuesto y considerando la situación presente, ARCA solicita a la administración regional:

1- Que reconsidere la necesidad de aprobar de una Ley de Fomento del Arbolado.

Que en lo referente a la tala de Loredo se ejecuten las siguientes acciones:

2- Retirada de la gran cantidad de ramas secas y material vegetal abandonadas por la maderera en las parcelas, por su elevado riesgo de incendio.

3- Redistribución homogénea de los montones de arena que ocultan los plumeros y matorral, resultado del rastrillado y desbroce.

4- Regeneración arbórea y arbustiva de toda la zona mediante la plantación de arbolado autóctono, cumpliendo los objetivos asignados por el POL a las áreas calificadas como “Actuación Integral Estratégica Ambiental”.