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Carta abierta a la alcaldesa de Santander

"Es más que evidente que las causas del desplome del edificio de la Calle Sol 57 están en el propio Ayuntamiento, concretamente en su equipo de gobierno y en los funcionarios responsables, así como en los “amigos de alguien”.

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Carta abierta a la alcaldesa de Santander
08-08-2017

Distinguida Señora:
Finalizados los actos y festejos de la Semana Grande de 2017 que todo el mundo ha halagado y valorado positivamente, hay que reconocer que la ciudad de Santander ha sido muy afortunada en esta ocasión, ya que el derrumbe del edificio de la Calle del Sol nº 57, ocurrido el día 19 del pasado mes de julio podía haber marcado el inicio de una Semana Funesta, como otras varias que han sido en esta ciudad en las últimas décadas, pues no es el primer derrumbe de un edificio que se produce en Santander generando luto y dolor. Por suerte, en este caso, gracias a los desvelos y preocupación de los propios vecinos del inmueble, unido a la profesionalidad de la Policía Local y del Cuerpo de Bomberos Municipal, no se han producido desgracias personales y la ciudad ha podido celebrar sus días de fiesta con alegría.


Bien es verdad que no a todas las personas y familias santanderinas les ha sido posible participar en la fiesta, ya que sus viviendas, su hogar, con todas sus pertenencias, recuerdos e ilusiones, han desaparecido, transformándose en un montón de escombros, o han tenido que abandonarlas ante el riesgo de su posible derrumbe. Para ellas, todo nuestro mayor afecto y apoyo.


Con el derrumbe del nº 57 de la calle del Sol se añade un elemento más a la ya larga lista de casos similares, no muy lejanos en el tiempo y de triste memoria para la ciudad, ya que en alguno de ellos además de las pérdidas materiales se han producido pérdidas irreparables de vidas humanas, como ocurrió con el Hotel Bahía o el edificio del Cabildo de Arriba, de tal manera que la ciudad de Santander empieza a destacar por la excesiva frecuencia de tragedias de este tipo producidas en los últimos años.


Por supuesto que ante el derrumbe de un edificio de viviendas (15), como el que se ha producido en vísperas de la Semana Grande de Santander y frente a la tragedia humana que ese hecho supone, lo primero es la seguridad de los ciudadanos y la ayuda a los afectados. Pero esa ayuda necesaria y loable, no nos debe hacer olvidar que en este caso no se ha producido un accidente casual, ni su origen es fruto de un fenómeno de la Naturaleza, sino que por el contrario, era un riesgo temido por los propios residentes que denunciaron reiteradamente al Ayuntamiento. Pero sorprendentemente, los diferentes servicios municipales implicados no tomaron las medidas de protección y cautela necesarias e imprescindibles, para evitar una desgracia como la que finalmente se ha producido.


Frente a la antedicha “desidia municipal”, somos conscientes que ahora, que ya ha sido posible que los técnicos examinen la zona afectada, puede suceder que los informes técnicos redactados “ex profeso”, vengan a concluir que la culpa del derrumbe fue un presunto golpe de picachón de más, dado de forma descuidada por un obrero, o que el propio edificio, de repente se ha pretendido suicidar, así desaparecerían las responsabilidades y se obtendría un precioso
y céntrico solar para llevar a cabo el próximo pelotazo urbanístico, como también ha pasado en otras ocasiones.


Desgraciadamente ya van siendo demasiadas las ocasiones en las que predomina el nepotismo y el tráfico de influencias en el funcionamiento de los servicios del Ayuntamiento, más propio del siglo XIX que de una “Smart City” del siglo XXI, (como ejemplo, la diligencia mostrada por el Servicio de Obras y Arquitectura concediendo una nueva licencia al promotor frente a cada presentación de denuncia por los vecinos. Y por si eso no fuera suficiente, es muy sorprendente que en una ciudad como Santander, una ORDEN DE PARALIZACION URGENTE DE OBRAS se lleve a cabo con tanta lentitud y negligencia: que su notificación y entrega queda sin ninguna eficacia, dando lugar a los desgraciados hechos consumados origen de esta carta).


Es más que evidente que las causas del desplome del edificio de la Calle Sol 57 están en el propio Ayuntamiento, concretamente en su equipo de gobierno y en los funcionarios responsables, así como en los “amigos de alguien”. Ya contamos con que nadie va a asumir sus responsabilidades, (ni presentar su dimisión, aunque sea por dignidad). Por eso Sra. Alcaldesa, queremos advertirla que más vale que empiece, con la mayor celeridad y eficacia, en “desescombrar la responsabilidad municipal”, al tiempo que le recordamos la necesidad, conveniencia y obligación que tiene de tomar las medidas necesarias para depurar responsabilidades y que situaciones como esta, no vuelvan a producirse en nuestra ciudad. No olvide que en su condición de Alcaldesa está incluida la asunción de todas las responsabilidades por la inadecuada e incorrecta actuación del Ayuntamiento.


Agradeciéndola la atención prestada y a la espera de su pronta y eficaz intervención, como servidora principal de los vecinos de la Ciudad de Santander, al objeto de conseguir una adecuada protección y cuidado de sus intereses, reciba un cordial saludo.
Santander 7 de agosto de 2017
CONCEJO ABIERTO DE SANTANDER

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