Christian Manrique en el ojo del huracán por escándalos en adjudicaciones públicas en Chile
El presidente de la Autoridad Portuaria de Santander desde 2007 a 2011 cesa de su cargo de director general de Isolux-Corsán en Chile tres días antes de que la Fiscalía y la Polícia registraran las oficinas.
12-07-2015
©EL MUNDO CANTABRIA/MANUEL CASINO SANTANDER
El paso a la empresas privada del que fuera presidente de la Autoridad Portuaria de Santander (APS) entre septiembre de 2007 y abril de 2011, Christian Manrique Valdor, no ha resultado seguramente todo lo fructífero que el esperaba cuando apenas unas semanas antes de las elecciones autonómicas de hace cuatro años anunció al entonces consejero de Industria, Juan José Sota, su decisión firme de abandonar la dirección del Puerto santanderino para incorporarse como alto ejecutivo de la multinacional Isolux-Corsán.
Según informaciones publicadas en medios chilenos, país donde Manrique ejercía de director general de esta compañía especializada en energía, construcción y servicios industriales, el ex presidente de la APS fue despedido de su cargo el pasado 17 de abril, tres días antes de que la Fiscalía y personal de la Policía de Investigaciones (PDI) de Chile entraran en las oficinas de Isolux-Corsán en la capital chilena en busca de evidencias que confirmaran las sospechas de irregularidades y sobornos que pesan sobre la adjudicación a esta empresa española de siete contratos públicos por valor de algo más de 196 millones de euros.
Las jugosas prebendas que supuestamente habrían permitido a la multinacional hacerse con estas adjudicaciones millonarias no han corrido, sin embargo, parejas a las obras comprometidas. De los siete contratos firmados por Isolux-Corsán y sus filiales en este país latinoamericano en el que Manrique era su máximo directivo, al menos cuatro de ellos han sido rescindidos de forma anticipada por los retrasos acumulados.
Fuentes del Centro de Investigaciones Periodísticas (Ciper) aseguran que el último de estos contratos en caer podría ser el suscrito con la Universidad de Santiago de Chile (Usach) por un importe de casi 14 millones de euros, ya que el edificio docente proyectado, de ocho pisos de altura y que hace meses ya debería haber sido inaugurado, apenas levanta aún una altura.
PROBLEMAS FINANCIEROS
Pero los problemas del gigante Isolux- Corsán, responsable en Cantabria de la construcción del puente sobre la S-20 en Santander y que ha participado en diferentes promociones de viviendas públicas, no se remiten únicamente a Chile. A las investigaciones en curso por parte de las autoridades de ese país y al despido de Manrique se suma el fallido intento de este gigante de salir hace unos meses a Bolsa.
El debut en el mercado variable, anunciado para el primer semestre de este año, quedó finalmente aplazado después de los malos resultados cosechados en 2014, ejercicio en que este grupo perdió más de 38 millones de euros, frente a las ganancias de 6,6 millones registradas en 2013, y vio como su facturación caía un 18%, hasta los 2.132 millones de euros.
Por si fuera poco, su presidente, Luis Delso, tuvo que declarar a finales de marzo pasado ante la comisión del Parlamento de Cataluña que investiga el origen de la abultada fortuna que ocultaron su viejo amigo Jordi Pujol Ferragosa, y su padre, el histórico ex líder catalán Jordi Pujol i Soley. Delso le pagó a empresas ligadas a Pujol 1,8 millones de euros por asesorías en el cierre de dos millonarios contratos para Isolux, uno en Gabón y el otro en México.
El presidente de la multinacional española también aparece ligado al escándalo de la red Gürtel en la que se intenta descubrir quién es el destinatario de 72.000 euros provenientes del fondo Real State Equity Portfolio, en el que participa Isolux a través de una de sus filiales.
Actualmente la justicia española también investiga a Isolux por el presunto pago de sobreprecios en la construcción de un tramo ferroviario del AVE adjudicado en 2008.
En el caso de Manrique, algunas fuentes señalan que el ex presidente del Puerto de Santander habría vulnerado la Ley de Altos Cargos, que obliga a dejar pasar al menos dos años para asumir un cargo en empresas que pudieran tener relación con su desempeño público, ya que, aseguran, Isolux-Corsán realizó también diversos trabajos para la APS.
La multinacional aplazó su salida a Bolsa tras perder 38,6 millones en 2014
La empresa mantiene jugosos contratos en Chile por más de 196 millones de euros