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Cientos de personas rechazan las medidas de De la Serna a favor de las grandes superficies

Cientos de personas, incluidos comerciantes santanderinos, secundaron hoy la protesta convocada por ambos sindicatos ante Delegación de Gobierno contra la liberalización de horarios comerciales en Santander

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28-08-2014

UGT y CCOO exigieron hoy la derogación de “una liberalización de horarios comerciales en Santander nefasta para el pequeño y mediano comercio, para el empleo y para la conciliación de la vida laboral y familiar de los trabajadores del sector”, en una concentración de protesta convocada por ambos sindicatos ante la Delegación del Gobierno, secundada por cientos de personas, entre ellas comerciantes de la ciudad.

Según precisó Luis Ángel Ruiz Cardín, secretario general de la federación de Servicios para la Movilidad y el Consumo (SMC) de UGT, donde se incluye el sector comercial en el sindicato ugetista, “la liberalización de horarios comerciales decretada en Santander va a destrozar al comercio santanderino para favorecer a las grandes cadenas nacionales de distribución comercial”.

“Los empleados de las grandes superficies comerciales trabajarán de Sol a Sol y los de los pequeños y medianos comercios simplemente perderán su empleo”, afirmó Ruiz Cardín, tras recalcar que “con esta medida desaparece la capacidad de los pequeños y medianos formatos comerciales para poder competir, por lo que asistimos a un progresivo monopolio de las grandes superficies comerciales”.

En el mismo sentido se expresó Francisco Javier Escudero, secretario de Acción Sindical de la Federación de Comercio, Hostelería, Turismo y Juego de CCOO, que recordó que “medidas como ésta ya se vienen aplicando desde hace tiempo en otras comunidades autónomas y no han beneficiado para nada al sector comercial”.

“Está demostrado que liberalizaciones como ésta no generan empleo ni más ventas porque la capacidad de consumo es la que es”, matizó Escudero, quien vaticinó que “en este escenario, los pequeños y medianos comercios cerrarán mucho más de lo que ya lo están haciendo”.

La concentración de UGT y CCOO se celebró unas horas después de que el delegado del Gobierno en Cantabria, Samuel Ruiz, recibiera a una delegación de ambos sindicatos, que le entregaron un escrito con los principales argumentos de su postura contraria a la medida recientemente adoptada por el Ayuntamiento de Santander en respuesta a una propuesta del Gobierno central.

 

Nuevo “ciclo pernicioso” en el comercio

En el escrito que UGT y CCOO han remitido hoy al delegado del Gobierno en Cantabria, ambos sindicatos rechazan una liberalización de horarios comerciales que identifican como “una excusa más para terminar definitivamente con el necesario equilibrio en el sector”, con la que “se inicia un ciclo pernicioso para abrir las 24 horas al día durante los 365 días del año”.

En este sentido, UGT y CCOO argumentan en su escrito que “en este ciclo pernicioso basado en los supuestos beneficios que para la actividad económica y el empleo tienen el binomio turismo-comercio, no se ha reflexionado sobre el impacto que tendrá, entre otros efectos, en la seguridad y salud en el trabajo y la estabilidad del empleo, las posibilidades de subsistencia del ya deteriorado pequeño y mediano comercio o sobre la libre competencia en condiciones de equilibrio”.

Los dos sindicatos critican tanto al Ayuntamiento de Santander, “por su oposición de obediencia absoluta” a intereses que UGT y CCOO vinculan a las grandes superficies comerciales, como al Gobierno de Cantabria “por la aprobación sin fisuras de la medida, cuando lo lógico es que hubiera interpuesto un recurso de inconstitucionalidad por invasión de competencias transferidas a la Comunidad Autónoma desde hace décadas”.

UGT y CCOO agregan que “una vez más, el Partido Popular nos demuestra con sus acciones de gobierno la más absoluta falta de sensibilidad social, y más, cuando el único futuro laboral que ofrece a los trabajadores y trabajadoras del comercio es la generalización de contratos minijobs para los fines de semana, la imposibilidad de conciliar la vida laboral y familiar o de su derecho al descanso semanal, más excesos de jornada de los que ya había y un deterioro general de las condiciones de salud y seguridad laborales”.

Ambos sindicatos concluyen su escrito, mostrando su preocupación por “esta deriva desreguladora de un Gobierno que entiende la actividad económica como una jungla en la que debe imperar el principio darwinista de adaptación al medio y en el que sólo pueden subsistir los más fuertes; y en un panorama como el descrito, resulta sencillo inducir quienes serán las especies a extinguir: los pequeños comerciantes y el empleo en condiciones dignas”.