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Ciudadanos veta posibles negociaciones del PP con los nacionalistas vascos

El intento de acuerdo para la investidura de Rajoy inicado el pasado lunes continúa a lo largo de la semana. Ciudadanos vuelve a ser el principal partido que vertebra las negociaciones. ¿Qué otras diferencias se dan?

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Ciudadanos veta posibles negociaciones del PP con los nacionalistas vascos
23-08-2016

El vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, se mostró ayer "moderadamente optimista" ante la posibilidad de alcanzar un acuerdo con Ciudadanos. Aseguró que ya han consensuado medio centenar de medidas y subrayó que las discrepancias actuales no son "obstáculos insalvables". Afirmó que "hoy por hoy" la negociación con Ciudadanos es para un pacto de investidura, aunque, añadió que la línea entre un acuerdo de este tipo y un pacto de gobierno es "muy fina". En esta línea, la vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy, también integrante del equipo negociador, consideró que tras la "intensa" jornada de trabajo hay "muchos más puntos en común" con Ciudadanos y que las diferencias actuales son perfectamente salvables.

Los diarios reflejan las negociaciones entre el PP y Ciudadanos desde distintos puntos de vista.Así EL PAÍS y EL PERIÓDICO ponen el énfasis en la corrupción, aunque con distintas interpretaciones. En su primera, EL PAÍS destaca que PP y Ciudadanos acordaron ayer limitar la exigencia de dimisión de cargos públicos implicados por causas de corrupción a los casos en los que haya enriquecimiento personal ilícito o financiación ilegal. Mientras, EL PERIÓDICO resalta que "PP y C's se topan con una decena de fricciones", y entre ellas se encuentra la corrupción.

Según EL PAÍS, ambas partes coincidieron en que no es necesario apartar a Óscar Clavell, diputado popular por Castellón, actualmente investigado por supuestos delitos de malversación y prevaricación por la adjudicación de un contrato cuando era alcalde de La Vall d'Uixó. El vicesecretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, acotó la corrupción política al "enriquecimiento personal y la financiación ilegal" de un partido, y señaló que "no es lo mismo meter la pata que la mano en la caja". El vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, agradeció las palabras de Villegas, al diferenciar lo que es "una prevaricación administrativa derivada de una denuncia política, en este caso del PSOE e IU, y corrupción política". Además, Maillo señaló que el diputado popular "está dispuesto a dar todas las explicaciones" y "ha expresado que dimitirá si se abre juicio oral".

Mientras, Ciudadanos ha propuesto un "pacto nacional contra la corrupción y por la regeneración democrática" a todos los partidos para extender medidas como la separación inmediata de cualquier cargo público a los imputados por corrupción en todas "las instituciones municipales, autonómicas y provinciales". En un comunicado, el partido de Albert Rivera justifica esta nueva propuesta en que el acuerdo firmado con el PP sólo afecta a los imputados por corrupción de Congreso, Senado y Gobierno.

Ciudadanos advierte al PP de que no puede llegar a acuerdos incompatibles con el suyo

El vicesecretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, advirtió ayer de que el PP no puede llegar a acuerdos con otros partidos que sean "incompatibles" con el que alcancen, si se da el caso, con ellos. En concreto, Villegas se refirió al PNV, y señaló que sería "difícil" que haya contrapartidas a esta formación que "no sean contradictorias" con el pacto que actualmente están negociando PP y Ciudadanos.

Por su parte, la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, dijo que su partido no aceptará que se busque la abstención del PNV o de los nacionalistas catalanes "a cambio de algo, de mirar hacia otro lado" o de "privilegios".

Estos comentarios fueron realizados después de que el candidato a lehendakari por el PP, Alfonso Alonso, hiciera un llamamiento al PNV para que saliera del "frente del no". Alonso emplazó al PNV a demostrar que es un partido moderado y que apuesta por la estabilidad y por las instituciones.

Ciudadanos también aprecia que puede haber "fricción" en la lucha contra el fraude, según explicó Villegas. La formación naranja quiere recuperar el dinero que se "perdonó" en la amnistía fiscal, el que "se cobró de menos", que su partido cuantifica en 2.800 millones y que, según Villegas, se podría destinar a políticas sociales. EL ECONOMISTA entiende que "el rechazo del PP a tocar la amnistía fiscal complica el pacto con Ciudadanos".

Por su parte, EL MUNDO destaca que "Ciudadanos sólo garantiza el apoyo a Rajoy para esta investidura". Según este diario, "se replantearía el acuerdo que ahora negocia con el PP si el 2 de septiembre no es elegido". Por su parte, ABC señala que "el PP espera una primera investidura fallida y prevé otra vuelta tras el 25-S". En otro orden de cosas, LA VANGUARDIA apunta que Ciudadanos plantea al PP un "paquete catalán" con "trilingüismo y mejor financiación".

Rajoy esperará a que avance el acuerdo con Ciudadanos para llamar a Sánchez

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, esperará a que avancen las negociaciones que su partido mantiene con Ciudadanos de cara a su investidura para llamar al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. El vicesecretario de Organización del PP; Fernando Martínez-Maillo, señaló ayer que la intención de Rajoy es hablar con el líder socialista y que, cuando lo haga, le gustaría trasladarle el acuerdo entre su partido y Ciudadanos .

Maillo insistió que para que el acuerdo salga adelante y España tenga un gobierno que le permita salir del bloqueo actual se necesita el apoyo de los socialistas, y advirtió de que mientras PP y Ciudadanos trabajan en lo que les preocupa a los españoles, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, "sigue pensando en sí mismo". Al respecto, opinó que "el único partido que no tiene ninguna alternativa para España es el PSOE, que sigue sin proponer nada positivo al conjunto de los españoles".

El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, dijo ayer que el posible acuerdo con Ciudadanos "dará estabilidad, será positivo para afrontar los próximos años", pero que "lo único absolutamente fundamental es que el PSOE mueva ficha". "Si no mueve ficha, tendremos elecciones el día de Navidad", concluyó.

El PSOE subraya que su 'no' a Rajoy es "claro y firme"

La secretaria de Ciencia y Participación del PSOE, María González Veracruz, reiteró ayer que "no está previsto" que el partido convoque de nuevo al Comité Federal para "cambiar" su decisión de votar no a la investidura de Mariano Rajoy, que es una posición, subrayó, "clara y firme". Criticó a los populares que apelen a la responsabilidad del PSOE para "desbloquear" la situación política, cuando el PP en la pasada legislatura mantuvo su postura en contra del acuerdo firmado entre los socialistas y Ciudadanos, lo que, señaló, llevó a nuevas elecciones. Al respecto, denunció que su partido está recibiendo "presiones" para facilitar la investidura de Rajoy, y recordó que en la pasada legislatura "no se vieron" este tipo de presiones para que Sánchez saliera investido presidente del Gobierno.

En otro orden de cosas, los diarios reflejan que el enfrentamiento entre Podemos y el PSOE aleja la posibilidad de un pacto. El secretario de Relación con la Sociedad Civil y Movimientos Sociales de Podemos, Rafael Mayoral, reiteró ayer que la puerta de su partido está "abierta" a buscar una alternativa, pero señaló que los socialistas siempre les responden con ataques y descalificaciones.

EL PAÍS 1,13-15/EL MUNDO 1,8-10/ABC 2,14-17/LA VANGUARDIA 1,11/EL PERIÓDICO 14,15/LA RAZÓN 1,16/CINCO DÍAS 27/EL ECONOMISTA 1,24/AGENCIAS







©Grupo DiarioCrítico/Andrea Mingorance
Los equipos negociadores de PSOE y Ciudadanos en febrero (Foto: Ciudadanos)
 De nuevo la actividad en la Cámara Baja se centra en las negociaciones que tienen lugar entre sus paredes para intentar desbloquear la formación de Gobierno. El candidato y el partido que aspiran ahora a ocupar el Ejecutivo son distintos, pero hay algo que no ha variado: Ciudadanos vuelve a ser el principal partido que vertebra estas negociaciones. ¿Qué otras diferencias se dan entre el diálogo de PP-Ciudadanos y el de PSOE-Ciudadanos?. Al parecer, según han manifestado portavoces autorizados del partido de Rivera, la discrepancia que más ha subido de tono se refiera a la propuesta de Ciudadanos de recuperar 2.800 millones de euros de la amnistía fiscal decretada por Montoro.

Las imágenes de los equipos negociadores de los partidos de Mariano Rajoy yAlbert Rivera cara a cara en una mesa alargada y llena de papeles establece una conexión inmediata con el mismo proceso que llevó a cabo Ciudadanos con el PSOE. Sin embargo, los diálogos entre estas formaciones políticas guardan más de una diferencia, incluso antes de conocer el contenido concreto del documento con el que se presentará Rajoy a la investidura.

- Negociación de investidura, no de Gobierno: A diferencia de la negociación con el PSOE, Ciudadanos plantea la conversación con los populares con unos límites muy claros. Después de cambiar de opinión y abrirse a votar 'sí' a la investidura, la formación de Rivera se marcó la nueva frontera de no entrar en ningún caso en el Gobierno del PP. Esto influye en las negociaciones, que ya no tienen que ser tan exhaustivas; pero también en la actitud de Ciudadanos, que contempla ceder más en algunas de sus propuestas estrellas tras haber conseguido cerrar el pacto anti-corrupción con el PP.

En las negociaciones con el PSOE, Ciudadanos se negó a hablar de sillones, pero nunca descartó entrar en un Gobierno de Pedro Sánchez. Los dirigentes de ambos partidos fueron aplazando el debate de la fórmula concreta del Ejecutivo y firmaron el documento sin resolver esta incógnita.

- Ni luces ni taquígrafos: "Me van a permitir que no radiemos la negociación", comentó José Manuel Villegas el pasado sábado adelantándose a las preguntas de los periodistas. Si en la pasada legislatura, las negociaciones comenzaban con la promesa de transparencia, en esta ocasión por delante está la discreción. PP y Ciudadanos confían en que la negociación avance más rápido si no se cuenta con la presión mediática. La diferencia se ha notado en la estrategia comunicativa. Tras la primera reunión con el PSOE, el vicesecretario de Ciudadanos dio una rueda de prensa en la que detalló cuáles eran los puntos especialmente prioritarios para ellos. Después del primer encuentro con PP, la comunicación se limitó a una nota de prensa enviada por el partido de Rajoy en la que no se mencionaban propuestas concretas. Tampoco este lunes, durante el receso de la negociación sobre economía, los portavoces de PP y Ciudadanos han entrado en detalles sobre las medidas que estaban pactando.

- Sin negociaciones paralelas: Otra gran diferencia es que las negociaciones entre PSOE y Ciudadanos se desarrollaron de forma paralela al diálogo entre los socialistas y Podemos, sus aliados e IU. Esto no impidió que las conversaciones entre los partidos de Sánchez y Rivera avanzaran rápidamente, pero sí causaron cierta tensión debida al veto cruzado entre las dos formaciones emergentes. Podemos se negó en un principio a incluir a Ciudadanos en el diálogo e hizo un amago de ruptura tras la firma del documento entre Sánchez y Rivera. Finalmente hubo una reunión a tres en la que se constató el total desacuerdo.

En esta ocasión, Rajoy sólo está negociando de forma oficial y pública con Ciudadanos y Coalición Canaria, mientras hace intentos también de contactar con Pedro Sánchez. Aunque la formación canaria ha advertido al PP que le tenga al corriente de lo que pacte con Ciudadanos, en principio no existen vetos internos dentro de esta suma.

- Conversación exprés: Ciudadanos y PP no abrieron oficialmente las negociaciones hasta el pasado viernes, después de que Rajoy diera el visto bueno a las 6 condiciones previas exigidas por Ciudadanos. Además de la gran diferencia de que al PSOE nunca le hicieron firmar un pre-documento para negociar, los plazos son completamente diferentes.

La presidenta del Congreso, Ana Pastor, fijó el día anterior al comienzo de las negociaciones la fecha para el debate de investidura, que será el próximo 30 de agosto. Esto impuso un plazo de tan sólo 11 días para cerrar el acuerdo. En cambio, PSOE y Ciudadanos estuvieron negociando 20 días desde el día de la primera reunión de equipos hasta que los líderes de los dos partidos estamparon su firma en un documento que los negociadores cerraron esa misma madrugada.

Por otra parte, la diferencia de actitud de Ciudadanos hacia el PP comparada con la del PSOE también se muestra en el tiempo que tardaron en abrir la mesa de negociación. A Sánchez sólo le costó una reunión con Rivera y el primer encuentro con los equipos se produjo al día siguiente. Habían pasado sólo tres días desde que Sánchez aceptase el encargo del Rey Felipe VI. Rajoy y Rivera han tenido cuatro reuniones en total durante esta legislatura, tres de ellas después de que el presidente en funciones recibiera el encargo del monarca. Transcurrieron más de 20 días desde ese momento hasta que se celebró la primera mesa negociadora.

- Coincidencias y desencuentros: A pesar del mayor secretismo de estas reuniones, desde Ciudadanos sí han adelantado que no esperan encontrar muchas discrepancias en el terreno económico porque ambos partidos comparten "ideas básicas". Según han explicado los dirigentes de la formación naranja, van a plantear medidas estrella de su programa como la mochila austriaca (un plan de indemnizaciones para los trabajadores), la reforma del régimen de los autónomos, el complemento salarial, la rebaja del IVA cultural o la reforma del impuesto de sociedades. Las primeras discrepancias se han encontrado en la reforma laboral y en las medidas a favor del empleo, pero sin que ningún obstáculo pueda ser "insalvable", según el PP.

Donde puede haber más discrepancias es en el bloque de reformas institucionales, ya que los populares se han mostrado firmemente en contra de medidas que propone Ciudadanos como la reforma del Senado y la eliminación de las diputaciones. La formación naranja también intentará forzar medidas que afectan directamente al PP, como la obligación de hacer primarias.

El terreno laboral también fue en el que se fraguaron las primeras dificultades entre los equipos de PSOE y Ciudadanos, de nuevo debido a medidas estrella de la formación naranja como el contrato único pero también por la negativa de la formación de Rivera a derogar la reforma del PP para volver a la de Zapatero. En cambio, el nivel de coincidencia creció una vez superado el apartado económico y fue notable en las medidas de regeneración democrática, según comentaron los miembros negociadores.