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Cuatro años y once meses de prisión por matar a su hermano con un cuchillo de cocina

El jurado le declaró culpable del fallecimiento pero entendió que no tenía intención de matarle, que lo hizo en un estado de “extrema excitación y ofuscación” y que confesó

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17-12-2014

La magistrada de la Audiencia Provincial que presidió el juicio por jurado a un hombre que acabó con la vida de su hermano con un cuchillo de cocina ha fijado la condena en cuatro años, once meses y veinte días de prisión.

De esta forma se da cumplimiento al veredicto dictado por el jurado popular, que consideró que el hombre agredió a su hermano “sin tener intención de matarle”, lo hizo en un estado de “extrema excitación y ofuscación” y posteriormente confesó los hechos “ofreciendo datos relevantes para el esclarecimiento de los hechos”.

La magistrada califica ahora los hechos como un delito de homicidio imprudente en concurso ideal con otro de lesiones agravadas dolosas, concurriendo la agravante de parentesco y las atenuantes de confesión y arrebato.

“Fuerte discusión”

Según el jurado, en junio de 2013, cuando ambos hermanos se encontraban en el interior de la vivienda que compartían, el hoy condenado inició una discusión con su hermano “derivado del continuo consumo en el interior del domicilio de drogas tóxicas” por parte de este último.

“Una fuerte discusión que fue subiendo de tono acalorándose ambos hermanos, llegando a coger J.C. (el condenado) un palo que esgrimió frente a M.A. (la víctima) rompiéndoselo en la cabeza”, señala la sentencia.

Razonaba el jurado en su acta que “en el fragor de la discusión y al abalanzarse sobre él M.A. ante el golpe recibido, J.C. cogió un cuchillo de cocina” de 15 centímetros de hoja, “y sin tener intención de matarle y con el fin de apartarle, se lo clavó”.

Como consecuencia de ello, la víctima sufrió heridas que alcanzaron el pulmón izquierdo, el diafragma y el estómago, lo que ocasionó su muerte.

“Extrema excitación y ofuscación”

En su veredicto, el jurado entiende que el “continuado y persistente” consumo de drogas en la vivienda que compartían “ya había sido causa de reiteradas discusiones” entre los hermanos y motivó ese día “un fuerte enfado en J.C. que le ocasionó una extrema excitación y ofuscación que limitó severamente su capacidad de autocontrol, perturbando notablemente su ánimo”.

Además, reconoce también el jurado la atenuante de confesión ya que, según explica en su escrito, “antes de saber que se había iniciado la actuación de investigación policial de los hechos contra él por las fuerzas de seguridad se entregó a la Policía y reconoció haber sido el autor de la cuchillada, ofreciendo datos relevantes para el esclarecimiento de los hechos”.