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El Testamento de María, de Colm Tóibín Interpretado por Blanca Portillo

En el 2013 se hizo una versión en Broadway dirigida por Debora Warner, nominada para varios premios Tony 2013 entre ellos a mejor obra dramática. Fue premio de la asociación de críticos de NY a la mejor obra y a la mejor actriz

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05-10-2015

(Semana del 5 al 11 de octubre)

Sábado 10 de octubre. Escenario Sala Argenta. 20:30 hs

Domingo 11 de octubre. Escenario Sala Argenta.17:00h

Menos es Más - Teatro

EL TESTAMENTO DE MARÍA, de Colm Tóibín

Interpretado por Blanca Portillo

Agustí Villaronga, dirección

XVIII Edición de los Premios Max - Mejor actriz protagonista.

Producción de Testamento, en coproducción con Centro Dramático Nacional, Festival Grec y Avance Producciones Teatrales.

Con la colaboración del M.A.C.B.A. (Museo de arte contemporáneo de Barcelona)

Con la ayuda de la Generalitat de Cataluña

“El testamento de María”, es  un monólogo teatral escrito por Colm Tóibín y estrenado en Dublín en 2011. En Abril del 2013 se hizo una versión en Broadway dirigida por Debora Warner y fue nominada para varios premios Tony 2013 entre ellos a mejor obra dramática. Fue premio de la asociación de críticos de NY a la mejor obra y a la mejor actriz.

 “Nuestras raíces son católicas. Educados en el seno de una cultura cristiana, hemos convivido cotidianamente con un montón de símbolos religiosos. Colm Toibin ha puesto el foco en uno de ellos: la Virgen María. Y nos descubre que detrás de ese icono de la Virgen hay un ser humano. María de Nazareth. Una sencilla mujer de campo, cuyo único hijo le es arrebatado por una decisión divina que no comprende y por un terrible odio humano que le inflinge el mayor de los dolores al clavarlo en una cruz.

El texto de Coibin nos llega a nosotros con la voz y figura de Blanca Portillo. En esta actriz descansa la parte primordial del trabajo. Es un monólogo complejo y con muchos matices .La emoción en estado puro, sin artificios, es lo que debe prevalecer, eliminando todo lo que nos separa de ese sentimiento enfebrecido.

La escenografía de Frederic Amat convierte el exilio, en su casa de Efeso, en una especie de habitación-retablo de la memoria. En ella nuestro personaje, ya en  la vejez, revive momentos de su vida. Hermosos algunos, terribles otros. Y los recrea como si en sus solitarias y largas noches, diera forma a esos fantasmas del pasado y con ellos nos descubriera la mujer que realmente es, no la que toda la humanidad ha querido hacer de ella.”

Agustí Villaronga,