Diario Digital controlado por OJD

EQUO Santander apoya al comercio local y rechaza la liberalización de horarios

Pedimos al alcalde que dé marcha atrás y que empiece a defender los intereses de sus ciudadanos y no los de las grandes empresas. No podemos consentir que el comercio tradicional desaparezca, ni que se destruya su estructura.

Enviar a un amigo
12-08-2014

Queremos aclarar que desde febrero de 2002 cualquier comercio minorista de menos de 300 m2 ya tiene plena libertad para determinar los días y horas que desea permanecer abierto al público, además de los establecimientos dedicados a panadería, pastelería y repostería, platos preparados, prensa, plantas y flores, carburantes y productos culturales que ya lo hacían previamente.

Por tanto, la intención con esta nueva ley no es beneficiar al comercio local, como trata de trasmitir persistentemente el alcalde de Santander, al contrario, serán las grandes superficies y centros comerciales instaladas en las afueras de nuestras ciudades los únicos beneficiados de ello, por lo que el perjuicio para el pequeño comercio local aún será mayor, pudiendo significar el cierre de muchos de ellos. Las grandes superficies y centros comerciales instalados en Cantabria contaban hasta ahora con horarios de apertura regulados, y con la pretensión desde el Gobierno de España de incluir nuestra ciudad en la categoría de “Zona de Gran Afluencia Turística”, con el beneplácito y apretón de manos entre Rajoy y los propietarios de las grandes superficies, podrán abrir cuándo y cómo quieran.

En EQUO Santander sabemos, tras una consulta realizada a comerciantes y representantes de asociaciones de comercios de Santander, que abrir más horas no incrementa las ventas del pequeño comercio sino que aumentan los costes y perjudica la vida familiar del pequeño empresario y de los trabajadores. El comercio, como casi todos los sectores, lo está pasando mal durante una crisis que dura ya demasiado tiempo, y aunque lleva años intentando aguantar a duras penas, muchos no lo consiguen y se ven obligados a cerrar sus puertas. Esta Ley significa un nuevo y duro golpe para ellos, que no pueden competir con los “gigantes” que lo devoran todo.

Tampoco debemos de olvidar que los pequeños comercios son también el espacio de los emprendedores y también de los que llevan varias generaciones dinamizando los barrios, dando ambiente y personalidad a las calles de la ciudad, donde conviven tiendas de toda la vida con las más modernas. Los pequeños comercios aportan mayor variedad de productos y diferencias de precios, generan más puestos de trabajo que las grandes superficies (un 52% frente al 9%), y además el flujo de dinero que genera el comercio minorista se reinvierte en nuestra ciudad y queda repartido en muchas manos, mientras que el beneficio generado en las grandes superficies va a parar a una gran corporación que en ocasiones ni tan siquiera tiene domicilio fiscal en nuestro país.

El ayuntamiento de Santander y su alcalde, Íñigo de la Serna, deben preocuparse en tomar medidas que favorezcan el desarrollo económico de nuestra ciudad y, desde luego, escuchar tanto a comerciantes como consumidores antes de tomar esta trascendente decisión e imponer una ley cuyos únicos beneficiados serán las corporaciones dueñas de los 10 centros comerciales existentes en Santander frente a los 8.000 comercios que aún perviven en la ciudad.

Por ello, desde EQUO Santander pedimos al alcalde que dé marcha atrás y que empiece a defender los intereses de sus ciudadanos y no los de las grandes empresas. No podemos consentir que el comercio tradicional desaparezca, ni que se destruya su estructura laboral, que además se sustenta en puestos de trabajo fijo. El centro de las ciudades tiene que mantenerse ahora más vivo que nunca como generador de dinámicas nuevas de negocio.

Es hora de que nuestros gobernantes empiecen a aplicar políticas del bien común, y comiencen a defender los intereses de toda la ciudadanía y no solo la de unos pocos, que generalmente son además los más poderosos y frente a los cuales los demás se sienten indefensos. La gran mayoría de asociaciones y federaciones de comercio de Santander y Cantabria se oponen a esta medida tomada por el Ayuntamiento que ocasionará un daño irreparable al sector de servicios, no solo de Santander sino de otras comarcas como Bezana, Camargo, Astillero, Torrelavega, etc. Desde la formación política EQUO seguiremos trabajando para evitar este nuevo despropósito.