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Exposición colectiva de los discípulos de Modinos, que homenajearon su trayectoria

En un rincón destaca el maletín del maestro Modinos, rehabilitado por su propiterario, el también artista y discípulo Pedro Barrio Arciniega.

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06-11-2015

Redacción. Cantabria24horas.com

En la Galería Garcilaso de Torrelavega, iniciativa de gran interés artístico-editorial, se puede visitar durante el mes de noviembre la exposición colectiva de discípulos del que fuera gran maestro de una generación de artistas cántabros, Francisco Modinos Páez (1906-71), que fuera profesor de Dibujo en el Instituto Marqués de Santillana. Con este motivo, la sala Garcilaso ha editado un magnífico libro de la exposición con el título "La estela de Modinos", recordando el 50 aniversario de su exposición en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. En la portada del libro se puede ver el autorretrato del autor, óleo sobre tela de 43,5 por 34 cm.

Una exposición de gran interés que se inauguró hace unos días con la intervención del escritor Manuel Bartolomé García y con asistencia de numerosos amigos de Modinos, entre otros el afamado acuarelista Ramón Muñoz Serra. En un rincón destaca el maletín del maestro Modinos, rehabilitado por su propiterario, el también artista y discípulo Pedro Barrio Arciniega.

En esta exposición colectiva participan con obra propia Pedro Barrio Arciniega, Pilar Barrio Onancia, Rafael Crespo, Joaquín Díaz, Guillermo Grandal, Juan Luis Hernández, Ángel Izquierdo, Ramón Muñioz Serra y Pedro Sobrado.

El escritor y periodista Mauro Muriedas Echaves que en su etapa de crítico cultural en Torrelavega coincidió con el apogeo artístico del maestro, escribe un interesante ártículo con el título "Yo, Francisco Modinos Páez, pintor-artista..." Mauro, que asistió a la inauguración y homenaje, en su magnífico relato describe que en el Instituto Marqués de Santillana ejerció su "doble magisterio (dibujo y francés) bajo el nombre del señor Modinos, como le conocen los estudiantes de Bachillerato de Torrelavega en la segunda mitad del siglo XX", añadiendo que "después de las ciases, pinta y enseña a pintar en los sucesivos estudios de las calles Carrera y Posada Herrera bajo el tragaluz de los bohemios buhardillones". Mauro afirma que en esta etapa de maestro "el señor Modinos se convierte, sin dejarp or ello de ser menos señor, en Paco Modinos, como llaman respetuosamente al maestro sus discípulos". Mauro Muriedas, gran conocedor de la trayectoria artística de Francisco Modinos, realiza en su artículo un relato pormenorizado de su brillante trayectoria artística, que tuvo su trascendencia en la exposición del Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Con el libro sobre Modinos se acompaña la biografía realizada por Antonio Martínez Cerezo en su Diccionario de Artistas Españoles, destacando este resumen de su personalidad:

"El cabello de ala de cuervo, azulenante de tan negro. El bigote de mosca. La cabeza aperada, ancha arriba, estrecha abajo. La frente una autopista por donde las ideas de veían fluir. Su elegancia no era cuestión de percha. Ni vendía, ni se vendía. Empinaba el codo con aplicación. Educado en grado sumo, no hablaba mal de nadie. El carácter abierto, la conversación amena. Mas que soltero, fue un solitario. Iba a su aire, escorado por un mal de infancia. Su bici aun le añora".

En el acto intervinieron, además, varios artistas, especialmente Pedro Barrio Arciniega, propietario del maletín de Modinos, una verdadera joya que puede contemplarse en la exposición de Garcilaso.

A continuación reproducimos el artículo que Manuel Bartolomé, uno de los artífices con Antonio Castillo de esta exposición, publicó en este periódico digital. Bartolomé fue el introductor de la exposición a la que no asistieron representantes del Gobierno municipal. Solo la presencia de la exalcaldesa Blanca Rosa Gómez Morante, actual concejala del Consistorio municipal.

ARTÍCULO DE MANUEL BARTOLOMÉ EN CANTABRIA24HORAS.COM

Escribir sobre Francisco Modinos Paez, Paco Modinos, como se le conocía en su última época, es harto difícil cuando ya lo han hecho plumas tan prestigiosas como la de Mauro Muriedas Echaves. Este escritor presentó en su día (2002) junto con Mónica Álvarez Careaga un catálogo con motivo de la exposición retrospectiva sobre el pintor, celebrada en la Casa de Cultura de Torrelavega. A través de ese léxico prodigioso y sentido de Mauro– un gran poeta en prosa, como ya hemos expresado en ocasiones precedentes- nos llevó a deleitarnos entre sus líneas con la trayectoria pictórica y vital de Francisco Modinos. Porque ¿se puede describir mejor el ambiente cultural del hogar barredense de los Modinos?: “los libros de su biblioteca permanecen más tiempo abiertos que marcialmente alineados en los anaqueles”; así lo reflejaba Mauro, al tiempo que mostraba un repaso por sus hitos principales: la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado de Madrid, la Academia de Bellas Artes de San Fernando y, finalmente, su estancia en París.

De ahí, de vuelta a su Barreda-Torrelavega adoptiva y afectiva, se hizo cargo de las clases de pintura, dibujo y francés en el Instituto Marqués de Santillana. Yo me encontraba entre sus alumnos en los primeros años 50 del siglo pasado; y recuerdo con admiración y afecto sus esfuerzos para hacernos comprender la lengua de Molière y manejar el “difumino”. Paralelamente, Modinos abrió un taller para ejercer su pasión por la enseñanza de la pintura, primeramente en la calle Carrera y posteriormente en la de Posada Herrera, complementada con algunas pinceladas de su arte en Los Corrales de Buelna a donde se desplazaba en bicicleta…como hacía también desde su domicilio barredense hasta el Instituto o la calle Carrera.

Y es en esos foros de pintura donde este excelente artista traslada sus conocimientos y saberes, creando, a su vez, una Escuela que, tras sus enseñanzas, ha perdurado en una pléyade de discípulos que acudieron a sus clases. Transcurrido el tiempo, estos alumnos han ejercido de correa de transmisión para que esos adoctrinamientos de Modinos trascendieran a las nuevas generaciones de aficionados y/o profesionales de este arte pictórico, siguiendo la estela de su maestro, aquel estético surco de sus indicaciones. Por allí pasaron, entre otros que lamento no citar por carecer de datos completos, artistas de la talla de Muñoz Serra, Juan Luis Hernández, Pedro Sobrado, Rafa Crespo, Pedro Barrio Arciniega, Gloria Tella, Maruja Virosta….Todos con el nexo de esas primigenias orientaciones, aportando al lienzo cada uno su sello personal.

Se celebrará dentro de unos meses el cincuenta aniversario de una exposición del pintor-artista, como él mismo se definía, tal vez haciéndose eco de las palabras del gran Pablo Picasso: “Un pintor es un hombre que pinta lo que vende. Un artista, en cambio, es un hombre que vende lo que pinta”. Decimos que pronto se cumplirá ese cincuentenario de aquella muestra que ocupó las paredes de la Sala Minerva del Círculo de Bellas Artes de Madrid, en noviembre de 1965.

La ciudad de Torrelavega ha nominado una calle en su honor y memoria; con ello se garantiza la permanente deferencia de sus conciudadanos a través del tiempo. Es un reconocimiento del que carecen, lamentablemente, otras personalidades relevantes de la ciudad del Besaya.

Pero la estela de Paco Modinos que queremos traer a esta columna es tangencial, mas no por ello menos importante: se trata de un maletín de pintura muy especial, muy “sui géneris”, diseñado por él en sus tiempos de la Escuela de Pintura de Madrid. Según trasladaron sus familiares, fundamentalmente su sobrino José María, al poseedor actual de tal artilugio y alumno aventajado del artista, Pedro Barrio Arciniega, fue realizado por un experto artesano de la Villa y Corte.

Pedro ha tomado a su cargo la restauración del curioso maletín y, una vez acondicionado, será expuesto en la galería “Espacio Garcilaso” de Torrelavega. Creemos que su puesta en evidencia a la curiosidad de los amantes de la pintura en general y admiradores del maestro de maestros, Paco Modinos, en particular, puede considerarse un suceso importante, para conmemorar el cincuentenario de aquella exposición magistral que el pintor realizara en Madrid. Muestra individual que ha sido considerada por Mauro Muriedas todo un acontecimiento social, en especial por los halagos recibidos “in situ” de otro gran maestro de la pintura: Daniel Vázquez Díaz.

En definitiva, la estela y escuela de Paco Modinos en nuestra Comunidad se sustancia en varios factores, tales como la continuación de su arte a través de los alumnos-profesores citados, su perenne presencia en una calle de la ciudad y el maletín de pintura, fruto de su diseño que veremos en breve. Al mismo tiempo, se proyecta reunir en esta misma sala varias obras de aquellos que fueran sus discípulos predilectos; exposición que otorgará la oportunidad de hacer partícipes de su valor pictórico al público torrelaveguense que quiera acercarse a esta muestra.

En la imagen que acompaña a esta información, de izquierda a derecha, Ramón Muñoz Serra y su esposa Emilia; Manuel Bartolomé García, Pedro Barrio y Antonio Castillo, propietario de la Galería Garcilaso.