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FBI abre un pulso de consecuencias imprevisibles sobre el "Rusiagate"

Durante su declaración de apertura en la primera audiencia pública realizada en el Congreso sobre el asunto, Comey ha explicado que el Departamento de Justicia le ha autorizado a confirmar la investigación.

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FBI abre un pulso de consecuencias imprevisibles sobre el "Rusiagate"
21-03-2017

Es la guerra. El FBI ha desafiado este lunes públicamente a Donald Trump. Su director, James Comey, ha confirmado que la agencia investiga sobre la campaña del ahora presidente de Estados Unidos y sus posibles vínculos con el Gobierno ruso para interferir en los resultados de las elecciones de noviembre pasado, que le llevaron a la Casa Blanca. Y que, en cambio, no tiene ninguna prueba de las supuestas escuchas en la Torre Trump ordenadas por Barack Obama que ha denunciado con estrépito su sucesor. La Casa Blanca no se arruga y sigue negando lo primero y manteniendo lo segundo.

Durante su declaración de apertura en la primera audiencia pública realizada en el Congreso sobre el asunto, Comey ha explicado que el Departamento de Justicia le ha autorizado a confirmar la investigación de lo que ya hay quien llama 'Rusiagate'. Según el jefe del FBI, se está indagando "en la naturaleza de las relaciones de individuos vinculados al equipo de campaña de Trump y el Gobierno ruso para determinar si ha habido alguna coordinación entre la campaña y los esfuerzos de Rusia" para perjudicar a la candidata demócrata, Hillary Clinton.

SIN CONFIRMAR HASTA AHORA

Los medios estadounidenses ya habían informado de la existencia de esta investigación, algo que el FBI ni niega ni confirma habitualmente. Comey ha valorado en esta ocasión la necesidad de confirmarla debido "al interés público". La investigación, según ha explicado, se inició "a finales de julio", es decir en plena campaña. El hecho de que se haya abierto no significa que finalmente vayan a presentarse cargos, ha recordado Comey, uno de los pocos altos responsables nombrados por la Administración anterior que se mantienen, y hasta ahora conocido sobre todo por su polémica decisión de reabrir el caso de los correos de Clinton en plena campaña. Tanto él como el director de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), el almirante Michael Rogers, han declinado precisar más alegando que la investigación está en curso y es confidencial.

Horas antes de la audiencia pública del Congreso, Trump había vuelto a negar en Twitter que su campaña se aliara con Rusia para interferir en las elecciones. Según Trump, "todo el mundo sabe" de la falsedad de esas acusaciones, "inventadas e impulsadas" por los demócratas para gestionar "una campaña terrible".

El comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes investiga las acusaciones por parte de los organismos de espionaje estadounidenses de que Rusia trató de influir en las pasadas elecciones presidenciales mediante el pirateo informático a personas y organismos del partido demócrata y la filtración de información embarazosa para su candidata. Moscú lo ha negado con contundencia. Durante la audiencia, los representantes demócratas han tratado de centrar la atención en los supuestos vínculos entre la campaña de Trump y el Kremlin, mientras los republicanos se esforzaban en poner el foco en las fugas y filtraciones a la prensa de información clasificada.

NO HAY PRUEBAS SOBRE EL SUPUESTO ESPIONAJE DE OBAMA

En cambio, ni el FBI ni el Departamento de Justicia disponen de prueba alguna sobre la denuncia de Trump del supuesto pinchazo telefónico al cuartel general de su campaña, en la Torre Trump de Nueva York, del que acusó a Barack Obama. "Con respecto a los tuits del presidente sobre presuntas escuchas telefónicas dirigidas a él por la Administración anterior, no tengo información que los respalde", ha dicho Comey.

"El Departamento de Justicia me ha pedido que comparta con ustedes que la respuesta es la misma para el Departamento y todos sus componentes: no tienen información que respalde esos tuits", ha añadido.

El director del FBI ha resaltado que "ningún individuo en EEUU puede ordenar la vigilancia electrónica de nadie, tiene que pasar por un proceso de solicitud".

SIN NOVEDAD EN LA CASA BLANCA

Así las cosas, la Casa Blanca no se ha movido ni un milímetro. Trump no piensa retirar la acusación contra Obama ni disculparse, ha explicado su portavoz, Sean Spicer, quien ha afirmado que "hay muchas cosas" que no se han tratado en la audiencia de este lunes y ha recordado que la investigación todavía está en una "fase inicial".

Además, Spicer ha insistido en que no hay pruebas de la supuesta connivencia entre la campaña del ahora presidente y el Kremlin: "Se puede seguir buscando algo, pero seguir buscando algo que no existe no tiene importancia". El pulso, de consecuencias imprevisibles para Trump. está servido. Ahora, ya en público.