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Garrigues dice ante empresarios que "España es el país que más crece y no nos lo creemos"

Más de 120 empresarios y directivos cántabros se congregaron en el hotel Bahía de Santander en la jornada-coloquio organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y la Asociación Cántabra de la Empresa Familiar

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08-10-2015

 Más de 120 empresarios y directivos cántabros se han congregado hoy en el hotel Bahía de Santander en la jornada-coloquio organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y la Asociación Cántabra de la Empresa Familiar (ACEFAM), donde Antonio Garrigues Walker ha hablado sobre las nuevas realidades globales y españolas.

Así, tras la apertura y bienvenida a cargo de Miguel Antoñanzas, Presidente en Cantabria de APD y Presidente de Viesgo Infraestructuras Energéticas, y Manuel Huerta Terán, Presidente de la Asociación Cántabra de la Empresa Familiar y CEO de Oxital, Garrigues se ha dirigido desde el principio a los empresarios cántabros señalando que “tenemos que hablar de los problemas reales,  con realidad,  porque en España hay una cierta tendencia a inventarse algunas cosas. En este país no medimos correctamente la realidad. Nos autoengañamos”.

Tras su arranque, Garrigues ha continuado indicando que el primer ejercicio que hay que hacer cuando hablamos de cambios, es que estamos en el mundo donde estamos. “Por amor a nuestra cultura, creemos que España es el mejor país del mundo y el centro del mundo, pero casi todos los países lo creen de sí mismos”, ha señalado. A lo que hay que añadir que “hay que tener una mente global, hay que acostumbrarse a pensar que los jóvenes pueden trabajar en cualquier lugar del mundo, y ahí tenemos un déficit porque no pensamos en global, no nos preocupa nada de esas cuestiones relacionadas con economías o políticas globales”.

En palabras de Garrigues, “estamos viviendo en una época donde los países que deben emerger, no lo hacen, sino que decrecen; como Brasil, Venezuela, México, China -que está creando un verdadero problema-, Rusia no funciona, Japón está en periodo de recesión. Los que crecían, no lo hacen tanto. Y en todo esto, España es el país que más crece y no nos lo creemos”.

En cuestiones de emigración y refugiados, Garrigues a lo largo de su intervención ha remarcado la gravedad de ello, recordando a los empresarios cántabros que los emigrantes han hecho el mundo, señalando la problemática de EE.UU. y su posición con emigración mexicana, resultando ser un sector de la población clave en la economía del país. Un aspecto que se ha abordado también en el coloquio final de la jornada, y sobre el que se ha referido Garrigues hablando sobre la problemática de los refugiados sirios. En este punto, ha comentado que “España sí puede aceptar un número determinado de refugiados, pero no sólo es que entren en España, sino que hay ayudarles a adaptarse, no vale con acogerles y darles de comer; hay que prepararles, enseñarles el idioma si no lo saben, y es en este punto donde tiene que haber una política consensuada y no de confrontación”. Así, Garrigues ha recordado que “hay que hacer una apreciación para diferencia a los refugiados de los emigrantes económicos y en este momento parece que es muy complicado hacerlo”.

Continuando con los problemas de la humanidad, Garrigues ha señalado desde cuestiones económicas, políticas, demográficas hasta yihadismo, y ha continuado diciendo que España los tiene realizando un especial hincapié en la problemática demográfica. En este punto, el presidente de honor de Garrigues ha hablado de la longevidad de la población unido al problema de la baja natalidad, como uno de los problemas a abordar por España y también por Europa, porque no es sólo una cuestión de envejecimiento, sino que se trata que la sociedad al ser más vieja se pierde algunas revoluciones que suceden como la actual revolución digital. Y en este problema demográfico, la emigración va a jugar un papel clave.

A este problema global hay que añadir que en nuestro país parece que vivimos en una incertidumbre política constante. De hecho ha señalado que no se puede estar en constante periodo electoral. Ahondando un poco en la materia, Garrigues ha comentado que en ningún momento nadie habla de abandonar los partidos políticos, sino que hay que reforzarles y es muy positivo el pluralismo existente, pero estos grupos políticos tienen que darse cuenta que tienen que dialogar en temas como sanidad, educación, justicia… “Si la clase política lo haría, daríamos un gran salto”, señala Antonio Garrigues. Una cuestión que ha completado indicando que “los políticos se han creído que tienen derecho a no dialogar, pero tienen que hacerlo, se trata de convivir entre todos”. Un aspecto, al que ha añadido que para él, “todos tienen cosas que aprender desde la derecha hasta la izquierda, unos tienen que cambiar los burocratismos, dar mensajes más ricos y entusiastas y otros tienen que saber las dificultades asociadas al poder”.

En su discurso al tejido empresarial cántabro, Garrigues ha hecho hincapié en el hecho de afrontar estos cambios y esta situación por ende cambiante, señalando que los empresarios tienen que pensar en ser un mejor empresario y cómo pueden hacer su labor mejor. Una tarea que según Garrigues “se hace muy poco, auto justificándose en la crisis, pero no siempre se puede hablar de crisis.  En Estados Unidos se quejan que los europeos siempre se quejan de la crisis”.  Además tienen que aceptar la innovación como un dato básico de la vida, recordándoles, que no sólo el sector privado tiene que innovar, también tiene que hacerlo el sector público”.

De esta manera Garrigues ha llegado al punto de su discurso sobre el futuro del trabajo y la juventud. En esta parte ha recalcado el hecho de que “los trabajos van a cambiar en unos años y los jóvenes tienen que estar preparados para ello. Hay que aceptar el mundo con fascinación y pensar de una manera global en todas las culturas y no cerrar la mente a ese mundo todavía por descubrir, sin tener el menor grado de tristeza y dramatismo. Hay que recuperar las ganas de vivir en ese mundo dinámico que se nos va a presentar”.

Una cuestión abordada en el coloquio final, moderado por Miguel Ángel Pérez Jorrín, redactor jefe del Diario Montañés; donde Garrigues ha señalado que “los jóvenes españoles no pueden vivir en casa todo el tiempo, con una media de 30 años de emancipación. El joven español tiene que acostumbrarse a que hay que moverse y hablar más idiomas, que les haga más competitivos frente a otros jóvenes de diferentes nacionalidades con varios idiomas en su haber”.

Como una de las últimas ideas del coloquio, Garrigues ha hablado del futuro y la tecnología. Para ello ha indicado que “la tecnología es buena para unas cosas pero mala para otras. En EEUU está de moda la robótica y es cierto que puede eliminar en una década un número importante de puestos de trabajo, pero también se van a crear otros puestos. La tecnología no va a favorecer la reducción del paro, es cierto, por lo que habrá que hacer un replanteamiento de todo ello. Tenemos que inventar nuevas fórmulas, y ponernos a pensar en que la ciencia y la tecnología no van a resolver los problemas que tenemos en el mercado, porque los avances no van a pedir permiso”.

El Presidente de Honor de Garrigues ha cerrado su intervención en esta jornada indicando que “todavía permanecen restos de la codicia que ha marcado tanto a este país durante los últimos años, así como la cultura del dinero. En definitiva, tenemos los líderes que corresponden a esta sociedad, sí es cierto que podían ser mejores, pero tampoco se les puede echar la culpa de todo”.