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La mejora del viaducto de Ontón conlleva una inversión de más de 800.000 euros

El delegado del Gobierno y el jefe de la Demarcación de Carreteras visitan la última fase de las obras de emergencia en la infraestructura , que soporta un tráfico medio de 49.453 vehiculos al día

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La mejora del viaducto de Ontón conlleva una inversión de más de 800.000 euros
17-07-2018

 El delegado del Gobierno en Cantabria, Pablo Zuloaga Martínez, junto al jefe de la Demarcación de Carreteras, Fernando Hernández Alastuey, visitó este martes las obras de emergencia que se están ejecutando en el viaducto de Ontón (Castro Urdiales), en el p.k. 141,00 de la A-8. En este punto hace un año se produjeron daños de diversa consideración tras el accidente y posterior incendio de un tráiler de mercancías que quedó colgado de la infraestructura.

Pablo Zuloaga recordó que esta obra, presupuestada en 826.434,34 euros, se inició “de emergencia” después de este siniestro, que dejó daños “en 48 metros de petriles de hormigón de la mediana y 152 metros de barrera metálica superpuesta en el margen derecho”. Así, hizo mención a cómo se produjo el accidente, en el que el camión siniestrado impactó con el lateral de la mediana contra los petriles de hormigón existentes, arrancando varias piezas, para posteriormente cruzar la calzada impactando con el lateral derecho de la calzada y terminar rebasando la doble barrera bionda y la barandilla peatonal hasta quedar colgado del viaducto en llamas.

Además, Zuloaga incidió en que el viaducto, que tiene un radio de curva de 430 metros, “soporta un tráfico medio de 49.453 vehículos al día, de los que un 8,68% son vehículos pesados”, como el camión accidentado el 31 de julio de 2017.

El delegado del Gobierno y el jefe de la Demarcación de Carreteras recorrieron las obras que se están ejecutando en el viaducto, que entró en servicio en 1990 en la Autovía del Cantábrico, tiene una longitud de 278 metros y consta de dos tableros separados, estando cada uno apoyado en dos estribos y dos pilas. La infraestructura está compuesta por tres vanos de 72, 120 y 72 metros respectivamente, con lo que el desnivel máximo entre el terreno natural y la rasante es de 43 metros.

En un principio, los elementos de contención constaban de barrera bionda superpuesta con perfiles IPN sobre placa de anclaje, pero “debido a los reiterados accidentes” se había remplazado por petriles de hormigón. Además, en los laterales exteriores del viaducto hay una zona de acerado con barandilla peatonal, pero “al estar a escasos 200 metros del mar, está sometido a un ambiente de corrosividad marítima” que ahora se está solventando con nuevas capas de pintura.

El jefe de la Demarcación de carreteras explicó que, como consecuencia de lo anterior, solicitó la ejecución de obras de emergencia, lo que fue aprobado por el Secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda en octubre de 2017. Por su parte, Pablo Zuloaga insistió en que esta obras “están prácticamente acabadas”, quedando únicamente pendiente la mejora de los aparatos de apoyo y las juntas de dilatación, que se ejecutarán después del verano “por problemas de afección al tráfico, muy superior en los meses de verano”.

Las obras ejecutadas consisten en la retirada de elementos de contención existente, la adecuación de las aceras y reparación de puntos de apoyo, la instalación de petriles y barandilla peatonal, la reposición del firme del viaducto y la reposición y sustitución del balizamiento y señalización vertical.

 


Reparación del firme en Saltacaballo

Posteriormente, el delegado del Gobierno y el jefe de la Demarcación de Costas se desplazaron hasta Saltacaballo, donde el Estado también está realizando obras de emergencia por un importe de 323.483,35 euros en el p.k. 142,400 de la A-8, en la calzada derecha de la subida a Saltacaballo.

En este punto de la Autovía del Cantábrico, la calzada tiene tres carriles y se había producido el agrietamiento y asentamiento del carril lento, en sentido Santander, por lo que se está procediendo a la hinca de carriles para el sostenimiento de la plataforma, coronados por una viga de hormigón de atado sobre la que se apoya un muro de escollera de 44 metros de longitud. La obra se completa con la retirada y reposición de la barrera metálica de seguridad, la reparación del aglomerado afectado y el repintado de las marcas viales.