Diario Digital controlado por OJD

Las diez mejores canciones de John Lennon después de los Beatles

Mientras que sus ex compañeros McCartney y Harrison debutaban con discos que fueron directamente al número uno, Lennon se tenía que conformar con un honroso sexto puesto con su primer disco tras la separación de los Beatles.

Enviar a un amigo
Las diez mejores canciones de John Lennon después de los Beatles
09-12-2020

John Lennon hubiera cumplido 80 años este viernes si un indeseable, del que es mejor no hablar, no hubiera apretado el gatillo hace otros 40 años. Posiblemente estemos ante la figura más importante de la música pop y rock del siglo XX, sobre todo al frente de los Beatles, pero también gracias a su carrera en solitario. Desde Diariocrítico queremos rendirle tributo recordando nuestras canciones favoritas fuera de la mítica banda de Liverpool, de los que ya hicimos un especial con nuestras 50 favoritas.

Mientras que sus ex compañeros McCartney y Harrison debutaban con discos que fueron directamente al número uno, Lennon se tenía que conformar con un honroso sexto puesto con su primer disco tras la separación de los Beatles, el descarnado 'Plastic Ono Band'. Así que para su siguiente trabajo decidió acercarse al estilo de balada al piano que tan bien se le daba a su ex compañero Paul y entregar el himno definitivo en una canción que es anti religión, antimaterialista, antinacionalista de cualquier tipo y anticapitalista, pero Lennon cantó su letra sobre una de las melodías más bellas que se recuerdan y con un exquisito arreglo de cuerdas a cargo de Phil Spector, para que el mundo pudiera tragarse el subversivo mensaje (un mensaje, por otra parte, lleno de contradicciones, algo muy propio de Lennon). Ya lo decía Mary Poppins, "con un poco de azúcar, la píldora que os dan pasará mejor...".

La ruptura de los Beatles fue un shock mundial, era como si la separación de los Fab Four fuera la confirmación del final de los 60 y de todos sus ideales de paz y amor. Lennon, el líder de la banda, decide dar su versión de los hechos y declarar su independencia definitiva del mito Beatle, afirmando su independencia como individuo y, en cierta medida, despidiéndose de los utópicos sueños de los 60, "No creo en Elvis, no creo en Zimmerman (Dylan), no creo en los Beatles. Solo creo en mí, en Yoko y en mí. Fui la morsa pero ahora solo soy John, así que, queridos amigos, la vida sigue, el sueño ha terminado”.

Meter una canción en los últimos discos de los Beatles, donde tenías que competir con tres de los mejores compositores de canciones de la historia no era tarea fácil. Evidentemente el que peor lo tenía era George Harrison, que fue el último en llegar a ese nivel y no tenía tanto poder de decisión como Lennon y McCartney, pero a los dos principales compositores también se les quedaron algunas canciones en el tintero, no tantas como para completar un triple disco fabuloso, pero sí las suficientes como para que se convirtieran en algunas de las más icónicas de su carrera. Véase este 'Jealous Guy' en el que Lennon se reconoce como alguien celoso y violento, pero que comenzó su vida en 1968 tras el viaje a la India y se consideró para el 'Doble Blanco' y 'Let It Be', bajo el título de 'Child Of Nature', influida por una charla del Mahareshi que también llevó a McCartney a escribir 'Mother Nature Son'.. Lo que no cabe duda es de que es una de las canciones más redondas de la carrera de Lennon.

Cuando Lennon grabó (27 de enero de 1970) y publicó (6 de febrero del mismo año) esta canción, la separación de los Beatles todavía no se había hecho pública. Lo que convirtió a esta canción en la primera firmada por un Beatle en solitario en alcanzar el millón de ventas en EEUU. Normal que fuera un éxito, normalmente se tiene a McCartney como al compositor de los grandes estribillos pero aquí Lennon entrega uno absolutamente redondo, con uno de sus grandes mensajes igualitarios "We all shine on, like the moon and the stars and the sun".

En 1970 Lennon y Yoko Ono comenzaron con la terapia primal de Arthur Janov y algo de eso se coló en su 'Plastic Ono Band', sobre todo en la canción que lo abría, en la que se enfrentaba a sus sentimientos de rechazo por parte de su madre cuando era joven, al final del disco, el artista también afrontaba su muerte con 'My Mommy's Dead'. Eso sí, sus agónicos gritos en esta canción son, sin duda, algunos de los momentos más escalofriantes de toda su discografía.