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Los últimos Neandertales se extinguieron hace 40.000 años

Como los huesos conservados no son precisamente muchos, buena parte de los materiales analizados son herramientas de piedra (sílex y cuarcita, por ejemplo) que han sido talladas de una manera muy particular que se asocia a los neandertales.

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22-08-2014

La datación más precisa realizada hasta la fecha de los principales yacimientos neandertales de Europa, desde el mar Negro hasta Andalucía, ha concluido que la especie se extinguió unos 10.000 años antes de lo que se pensaba, un lapso notable incluso para un periodo prolongado como es el Paleolítico medio, y que no siguió una pauta geográfica clara. Así lo publica hoy un trabajo publicado por el Periódico de Cataluña y firmado por Antonio Madridejos.

Los últimos Neandertales se extinguieron hace 40.000 años

Los autores del estudio, que han empleado para su trabajo tanto huesos como piedras talladas, concluyen que la huella de los neandertales se esfuma de forma progresiva y se consuma por completo hace unos 40.000 años, lo que significa que el periodo de posible contacto con los Homo sapiens, los hombres anatómicamente modernos recién llegados desde África, se limita a un máximo de cinco milenios. Y no en todas las regiones.

El estudio lo ha coordinado el catedrático Tom Higham, del Laboratorio de Arqueología de la Universidad de Oxford, y en él han participado investigadores de numerosas instituciones, incluidas las universidades del País Vasco, Autónoma de Madrid, La Laguna, Oviedo y Girona, así como el Museo Arqueológico de Lucena (Córdoba). Los detalles del estudio los ha publicado la revista científica 'Nature'.

Precisar cuándo se produjo la extinción de los neandertales es clave para conocer las causas del proceso, que todavía son motivo de grandes discrepancias, y la posible influencia de los hombres modernos. "No sabemos cómo fue exactamente, pero está claro que la llegada del Homo sapiens supone la extinción de los neandertales", sintetiza uno de los autores del trabajo, Julià Maroto, profesor de la Universitat de Girona.

Sin embargo, problemas técnicos han obstaculizado hasta ahora la datación fiable de todo el periodo, "ya que en muestras de más de 50.000 años se preserva demasiado poco carbono 14 como para que la tradicional datación por radiocarbono pueda ofrecer resultados precisos", subrayan los investigadores en 'Nature'.

Como los huesos conservados no son precisamente muchos, buena parte de los materiales analizados son herramientas de piedra (sílex y cuarcita, por ejemplo) que han sido talladas de una manera muy particular que se asocia a los neandertales. Son las llamadas culturas Musteriense y Chatelperroniense y, en menor medida, Uluzziense.

Para analizar los restos óseos y la industria lítica, el grupo de investigación dirigido por Higham ha empleado un sistema depurado de procesar las muestras y datarlas utilizando un acelerador para espectrometría de masas (AMS). Los resultados sugieren que la desaparición de los neandertales y el fin de la cultura Musteriense se produjo exactamente en el periodo comprendido entre hace 41.000 y 39.000 años.

El estudio confirma también que los últimos neandertales no habitaron en el sur de la península Ibérica, supuesto refugio en el que se habrían guarecido ante la irrupción de los hombres modernos, venidos desde el oeste. Los mismos investigadores ya presentaron recientemente una datación por el mismo método de los yacimientos de Zafarraya (Granada) y Gortham (Gibraltar), considerados durante décadas los últimos hogares neandertales, que mostraban una antigüedad de entre 43.000 y 46.000 años (y no 31.000 años, como se pensaba).

Ahora, al analizar de forma estandarizada 40 yacimientos de toda Europa, el resultado ha mostrado que en el Cantábrico, Catalunya (Serinyà), el sur de Francia o incluso en Rusia hay yacimientos más viejos, de hace entre 40.000 y 42.000. Aunque hay un cierto margen de error, los restos neandertales más antiguos parecen corresponder a Mezmaiskaya, cerca del mar Negro.

Datando también yacimientos con presencia de Homo sapiens o herramientas asociadas, los investigadores calculan que hubo un solapamiento entre ambas especies que se prolongó de 2.600 a 5.400 años –una máximo de 250 generaciones– y que pudo permitir intercambios culturales y genéticos. Ese proceso no se produjo en la península Ibérica, al menos en su porción meridional, porque cuando llegaron los hombres modernos ya habían desaparecido los neandertales.