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Los tambores del desierto reciben a los participantes en la aventura Clio Raid

Jornada de emociones a flor de piel en Clio Raid. Si en la primera jornada, la nieve que teñía de blanco las Montañas del Atlas fue la protagonista, hoy, en este país de contrastes, el desierto ha tomado la palabra.

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30-03-2015

 “Impresionante”. Esa es la palabra más repetida por los equipos participantes al llegar al Campamento del Lago y ver las dunas majestuosas que acompañarán a esta aventura durante los próximos días.

La jornada partió del Atlas, a casi 1.800 metros de altitud. A primera hora de la mañana, los Clios tomaron la salida oficial, con sus depósitos de aventura llenos a rebosar. Por delante, les esperaba una etapa  de 287 kilómetros que les iba a llevar del frío de las montañas nevadas al calorcito del desierto.

Entre medio, estampas impresionantes. Los Kasbah, antiguas fortificaciones construidas antiguamente para realizar el control militar, los castillos de la legión que se abandonaron tras terminar el protectorado;  las Gargantas du Ziz, serpenteantes e increíbles riscos flanqueando el río rico en minerales y fósiles y fuente de vida para las gentes de la zona; el valle del Ziz y su impresionante Palmeral y la llegada a la conocida Tafilalet, ciudad santa que en otros tiempos fue paso obligado de las caravanas de sal y de oro de Guinea o Sudan y que  hoy, ha acogido el paso de la caravana de los Clios.

Y a la llegada al Campamento del Lago, las caras de los participantes se iluminaba, al ver el paisaje tan maravilloso del mar de dunas y, dentro de ellas, el primer campamento bereber de Clio Raid. Una ducha rápida, recuperación de fuerzas y rápido hacia los camellos que tenía preparados la organización para ver una de las mejores puestas de sol de sus vidas.

Y para rematar, tras el briefing y la cena, los tambores del desierto comenzaron a sonar con fuerza. Alrededor de la hoguera encendida en el campamento, los participantes cantaron, bailaron y se quedaron enamorados de África. 

Y tras la primera pequeña fiesta, a dormir. Mañana toca disfrutar de los primeros arenales, de las zonas de dunas y de pistas, ver los oasis y los palmerales que salen no se saben de donde, los pozos y los campamentos de los nómadas. LA aventura no para en Clio Raid, un viaje en el que los participantes están viviendo, de verdad, una experiencia única.

Yo pensé que era difícil superar los increíbles paisajes de ayer, con las montañas majestuosas, del Atlas, totalmente nevadas, con el ambiente tan increíble que vivimos en esta aventura y con el folclore local que tenía preparado la organización para darnos la bienvenida, pero me equivoqué. Cada día se superan más. Es increíble” relataba una de las participantes, que ha caído ya cautivada, por Clio Raid y por la magia africana .