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Rajoy asume que su mandato será difícil y anuncia su disponibilidad a negociar y ceder

EL MUNDO el titular: "La pugna Santamaría-Cospedal complica a Rajoy formar Gobierno", que en el partido, de cara a los puestos en el nuevo Gabinete, "se ha desatado una intensa lucha por mantener cuotas de poder".

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Rajoy asume que su mandato será difícil y anuncia su disponibilidad a negociar y ceder
21-10-2016
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, asumió ayer las dificultades que podría tener para gobernar si es investido, así como el hecho de que no podrá sacar adelante parte de su programa, aunque garantizó que va a intentarlo, además de pedir un esfuerzo al resto de partidos para buscar acuerdos. "Por difícil, la legislatura puede ser una gran oportunidad para dejar resuelto alguno de los grandes retos de España en el futuro", dijo durante la conferencia de prensa que ofreció en Bruselas al término del Consejo Europeo.

 

El jefe del Ejecutivo en funciones insistió en la necesidad de esperar a la reunión del Comité Federal del PSOE del próximo domingo para saber si finalmente ese partido permitirá su investidura, como también en la de aguardar a ver si el Rey, a la vista de ello, toma la decisión de proponerle como candidato. Según Rajoy, "sea lo que sea lo que se produzca, es evidente que esta es una legislatura en la que todos tendremos que hacer una mayor esfuerzo para entender y buscar acuerdos".

 

Rajoy, que en respuesta a preguntas de los periodistas dijo no haber dedicado "ni un minuto" para pensar quienes podrían formar parte de su nuevo Ejecutivo, añadió que, en cualquier caso, "si alguna vez tuviera que formar gobierno porque hubiera sido propuesto como candidato y si fuera elegido, es evidente que se lo diría al Rey antes que a nadie".

 

Por otro lado, la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, confirmó ayer, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, que el jefe del Ejecutivo en funciones, Mariano Rajoy, está preparando su discurso para el debate de investidura, en previsión de que se celebre la próxima semana.

 

No obstante, Sáenz de Santamaría subrayó la importancia de ser "prudentes", en el sentido de que el próximo domingo el PSOE tiene que adoptar una posición para ver si se puede "consumar esa investidura". Preguntada sobre si se ve con fuerzas para repetir en un hipotético gabinete de Rajoy, adelantó que será una legislatura colaborativa, en la que habrá que "empezar a trabajar, dialogar, hacer esfuerzos".

 

EL MUNDO publica de forma destacada en portada, bajo el titular: "La pugna Santamaría-Cospedal complica a Rajoy formar Gobierno", que en el partido, de cara a los puestos en el nuevo Gabinete, "se ha desatado una intensa lucha para mantener cuotas de poder". Este diario también apunta que tanto el partido como el Ejecutivo, dan por segura la salida del ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, y la del titular de Exteriores en funciones, José Manuel García Margallo

 

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DISPUESTO A CEDER Y NEGOCIAR

Aunque Mariano Rajoy no quiere traspasar los límites del protocolo y se cuida de no dar por sentado que terminará la próxima semana (puede ser el sábado o el domingo, aún no se ha ajustado) reelegido como presidente, todos a su alrededor lo dan ya por hecho. Y según dicen, él también. En la cabeza de los populares está ya la siguiente pantalla: superar una votación de presupuestos que se prevé durísima y que Bruselas espera con ansiedad. En todo caso, el jefe del Ejecutivo no va a emitir comentarios específicos al respecto en las próximas horas hasta que no se celebre el comité federal de los socialistas   el domingo, en el que es bastante probable que se decida una abstención que le mantenga en la Moncloa.

Por el momento, él ultima su discurso de investidura que, según dice, está tratando de "adecuar" a los cambios políticos que se pueden producir en las próximas horas, esto es, hacer algunas ofertas que resulten atractivas a los socialistas. Y ya admite sin tapujos (aviso para conservadores) que eso conllevará el renunciar a parte de los compromisos del programa con el que concurrió a las elecciones de junio. El objetivo sería hacer más digerible el voto abstencionista que parece estar al caer desde unas convulsas filas socialistas. "Si pretendo tener más apoyos [...], lógicamente tendré que adecuar mi discurso a la nueva situación --apuntó Rajoy desde Bruselas--. Sea lo que sea lo que se produzca en esta legislatura, tendremos que hacer todos los esfuerzos para negociar y ceder en planteamientos de máximos".

No fue el único mensaje en línea conciliadora que decidió lanzar este viernes Rajoy desde Bruselas, donde participó en una cumbre europea. "Yo voy a intentar gobernar. Soy consciente de los apoyos que tengo. No es la primera vez que un Gobierno esté en minoría. Mi voluntad es actuar con la mayor lealtad posible. Habrá muchos planteamientos con los que nos hemos presentado a las elecciones que no podrán salir adelante. Tengo una gran responsabilidad si se produce la investidura, pero no soy el único. Por tanto será una legislatura, si al final se produce la investidura, en la que a lo mejor lo difícil se puede convertir en una gran oportunidad de dejar resueltos algunos de los grandes retos que tiene España en el futuro", continuó.

¿CORTEJO AL PNV?

Los populares inciden en que tras la investidura llegarán las gestiones para aprobar unos nuevos presupuestos a velocidad de crucero. Las autoridades europeas aguardan y, según dicen en el PP, no permitirán en ningún caso la prórroga de unos números elaborados en el 2011 y que ya en su día provocaron mucha crítica en la Unión Europea (UE), por falta de realismo. "Si no hay presupuestos, en julio estamos otra vez de elecciones", aseveran fuentes conservadoras. Un ajuste de más 5000 millones de euros está a la vuelta de la esquina si, como se prevé, Rajoy termina el mes de octubre tomando posesión, de nuevo, de la presidencia del Gobierno.

Hacienda ya ha ido haciendo deberes en este sentido y se han intercambiado papeles con Ciudadanos (32 escaños), partido del que el PP (137 escaños) espera apoyo para cuadrar las cuentas públicas, al igual que de Coalición Canaria (un sillón parlamentario). Pero no basta. Hay que superar la mayoría. Por eso no se descartan guiños inmediatos al PNV, que cuenta con cinco votos en el Parlamento, y algún acercamiento al diputado Pedro Quevedo, de Nuevas Canarias, que se presentó a los comicios de la mano de los socialistas.

Algunos ya han querido ver un cierto aroma a cortejo en el hecho de que esta semana se hayan aceptado a última hora dos enmiendas a los nacionalistas vascos en reformas de leyes tan dispares como la de estabilidad presupuestaria --en este caso se solicitaban garantías de crédito para Bilbao Ria 2000 S.A-- y la LOREG (norma que regula elecciones). Nadie quiere admitir si se está redactando letra pequeña tras bambalinas, mientras Soraya Sáenz de Santamaría, en la Moncloa, se limitaba a augurar "esfuerzos" proestabilidad, informa Patricia Martín.

LA DECISIÓN SOCIALISTA

El PP prefiriría una negociación y posterior abstención del PSOE (85 diputados) también en presupuestos, aunque ese camino podría provocar otro terremoto entre los socialistas. Por el momento el responsable de su gestora, Javier Fernández, garantiza que no habrá "apoyo" mientras invita a los populares a buscar "en otros lugares", esto es, en grupos como Ciudadanos o el PNV. ¿Pero presentarán los socialistas una enmienda a la totalidad a un proyecto de presupuestos, como viene siendo tradicional?, se le preguntó a Fernández en RNE. Él respondió que eso es lo que suele ocurrir, pero evitó confirmar si es el plan que tiene en mente.

La 'Gürtel', acontecimientos ocurridos "hace muchos años"

Mariano Rajoy ha hablado por primera vez este viernes del juicio que está discurriendo en la Audiencia Nacional sobre la 'trama Gürtel', que afecta de lleno al PP. En la rueda de prensa tras el Consejo Europeo de Bruselas, se le ha planteado si cree que este escándalo puede afectar a su investidura, ya que algunos dirigentes socialistas consideran que la magnitud es tal que se debería impedir que el dirigente conservador siguiera en la Moncloa. "Eso lo tiene que decidir el PSOE y no nosotros. Ese es un asunto en el que se están juzgando acontecimientos que ocurrieron hace muchos años. Sobre las responsabilidades políticas, no hay ningún militante del PP allí y ahora lo que digan los tribunales es lo que todos tenemos que respetar, en este tema y en cualquier otro", respondió Rajoy.

El presidente ha seguido la misma línea de defensa que han utilizado estos últimos días tanto la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, como otros dirigentes del PP y que consiste en remarcar que son episodios del "pasado" y de los "años 90", una etapa en la que el presidente del PP era José María Aznar, aunque Rajoy ya era vicesecretario general y fue responsable de varias campañas electorales que contrataron a las empresas de Francisco Correa.

Fuentes del PP sostienen que este caso está "amortizado" y destacan que las responsabilidades políticas por este caso ya se asumieron en su momento. P. S.