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Simulacro de secuestro aéreo en el aeropuerto de Santander

Este simulacro se viene preparando desde hace meses y se eligió lugar y momento que no interfiriese la actividad normal del aeropuerto. El objetivo es entrenar al personal involucrado y comprobar la normativa vigente.

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Simulacro de secuestro aéreo en el aeropuerto de Santander
24-05-2016

 Esta mañana se ha desarrollado en el aeropuerto de Santander, un simulacro de secuestro aéreo, a iniciativa de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) del Ministerio de Fomento, con la activa participación del Ministerio del Interior (Policía Nacional y Guardia Civil), del Ejército del Aire, de Aena, de ENAIRE, y de la Delegación del Gobierno en Cantabria.

Los objetivos perseguidos con este tipo de ejercicios son mantener entrenado al personal involucrado en un suceso de estas características y corroborar la idónea implantación de la normativa aplicable. Adicionalmente, se obtendrán conclusiones que permitan mejorar el operativo en caso de un secuestro real.

Los trabajos de diseño y planificación, incluyendo unas jornadas técnicas formativas, se realizaron con antelación a la fecha propuesta y el ejercicio se llevó a cabo en el momento en que el aeropuerto estimó que no se producirían interferencias en el normal desarrollo de las operaciones aeroportuarias.

El simulacro consistió en lo siguiente

Una aeronave del Ejército del Aire que simulaba un vuelo regular, despega del aeropuerto de Madrid con destino a Santander. Poco después del despegue el comandante de la aeronave comunica al Centro de Control que se ha producido un secuestro.

Una vez que el controlador aéreo constata el secuestro, se activaron los protocolos de seguridad pertinentes. Efectivos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil se incorporaron a los distintos comités de intervención en secuestros aéreos que estipula la normativa en vigor, presididos a nivel aeroportuario por el Delegado del Gobierno en la Comunidad Autónoma de Cantabria y a nivel nacional por el Secretario de Estado de Seguridad.

Posteriormente, se contactó con los secuestradores para conocer sus pretensiones e iniciar las acciones adecuadas para liberar a los rehenes y recuperar el control de la aeronave. Tras varias horas de negociación, se produjo la rendición de los perpetradores.

Con la liberación de los pasajeros y la tripulación, se dio por concluido el ejercicio y se desactivaron los dispositivos de seguridad.

Terminado el ejercicio, expertos de todas las entidades involucradas comenzaron el trabajo de evaluación para obtener las correspondientes enseñanzas.