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Sin avances en las reuniones de Snace para la reapertura laboral

En el encuentro, Sniace estuvo representada por Blas Mezquita, Miguel Gómez de Liaño, Jose Manuel Colio y Alberto Novoa, mientras que la parte social estuvo representada por un miembro de cada sindicato, acompañado de un asesor.

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12-09-2014
La reunión celebrada hoy en el hotel HUSA Chamartín de Madrid entre dirigentes de la empresa Sniace y representantes de los trabajadores se ha prolongado por espacio de más de 6 horas y ha servido para que ambas partes comiencen a negociar los términos del borrador de plan laboral remitido por la empresa el pasado mes de agosto.
En el encuentro, Sniace estuvo representada por Blas Mezquita, Miguel Gómez de Liaño, Jose Manuel Colio y Alberto Novoa, mientras que la parte social estuvo representada por un miembro de cada sindicato, acompañado de un asesor.
El contenido de la reunión ha girado en torno a sendas propuestas presentadas por los representantes de los trabajadores, una por el sindicato USO y otra por el resto de sindicatos presentes, coincidiendo éstas en varias partes y prácticamente en todo lo que se refiere a retirar del texto del posible acuerdo cualquier referencia a aquellos puntos que no se refieran exclusivamente a aspectos laborales y que por lo tanto no sean competencia negociadora de los representantes de los trabajadores.
Se ha generado un momento de tensión con la empresa cuando todos los miembros del comité mostraron su desacuerdo en suscribir un documento que incluya los motivos del ERE alegados por la empresa (estos son la reforma energética y la legislación medioambiental) que concluyó con un concurso de acreedores y el posterior despido de la mayor parte de la plantilla.
La empresa ha utilizado como argumento disuasorio en varios momentos de la reunión la debilidad negociadora del comité, una vez la plantilla se encuentra ya despedida prácticamente en su totalidad desde el pasado mes de septiembre.
La empresa ha manifestado su poca disposición a modificar en líneas generales el acuerdo, y ha recalcado que es necesario que todos los puntos recogidos en el texto continúen recogidos en el mismo (entre ellos la petición de recalficación de terrenos), por lo que sólo ha accedido ha modificar algunos párrafos que serán recogidos en un nuevo borrador y remitidos a los trabajadores durante la próxima semana.
En el plano laboral del acuerdo, la empresa volvió a reiterar lo anunciado en anteriores encuentros con respecto a los excedentes resultantes de la aplicación de una plantilla objetivo de 326 trabajadores.
Según los representantes empresariales, con las bajas voluntarias que se produzcan (según la empresa hay entre 6 y 10 trabajadores) y la no renovación de los relevistas no habrá necesidad de llevar a cabo despidos “traumáticos”.
La empresa informó que estos excedentes (relevistas) al término de la conclusión de sus contratos causarían baja en la empresa y se inscribirían en una Bolsa de Empleo. Mezquita puntualizó que esta Bolsa sería utilizada “si surge alguna necesidad pero en ningún caso esta Bolsa es una garantía de empleo para estos trabajadores”. Este aspecto fue aceptado por la totalidad de la representación sindical nuevamente, como ya lo había hecho de manera tácita en Burgos el pasado 19 de agosto.
La empresa dejó sobre la mesa una posible congelación salarial que podría llegar a los cinco años, que sumados a los dos anteriores podría suponer, además de la rebaja salarial incluida del 15% para la nómina obrera, un total de 7 años sin incremento salarial. En el borrador propuesto por la empresa se incluye aumento de jornada, reducción de días de vacaciones para algunos colectivos (Viscocel) y otras pérdidas de derechos recogidos en el convenio colectivo.
Sobre el plan de viabilidad, que aunque ya está ultimado, la empresa no quiso avanzar aspectos concretos pero dejó entrever que su duración podría ser de 10 años. A preguntas de USO, Mezquita dijo que se conocerá “en el momento procesal oportuno”.
El hermetismo sobre la financiación del plan laboral también fue absoluto, desconociendo la parte social si existe realmente soporte económico de un plan que deben suscribir sin margen real de negociación y sin ninguna garantía de que vaya a ser utilizado para un fin laboral y no otro. La empresa se mostró inflexible en la exigencia de que el acuerdo vaya suscrito por la unanimidad de la representación sindical para conseguir, según sus palabras, “que nadie hurgue en Sniace”.
El abogado externo Alberto Novoa consideraba improbable que el acuerdo estuviera cerrado antes del día 24 de septiembre, fecha límite para formalizar el recurso en el Tribunal Supremo, dado las serias discrepancias existentes, por lo que el recurso debía ser formalizado sin haber llegado a un acuerdo definitivo. El conjunto del comité mostró su nula disposición a acudir al Supremo sin un acuerdo laboral previo.
Por otro lado, la empresa dijo desconocer la fecha de la celebración de la Junta de Acreedores y que podría retrasarse más allá del mes de octubre. Mezquita informó que en ningún caso se prevé que durante el año 2014 retome la actividad ninguna de las empresas del Grupo Sniace.
La próxima reunión se llevará a cabo el miércoles 17 en la ciudad de Burgos, a partir de las 20.00 horas.