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Sin sorpresas: Rajoy fracasa en la primera votación de su investidura como presidente

Al conseguir solo los 137 apoyos del PP, los 32 de Ciudadanos y el de Coalición Canaria y tener en contra los 180 votos del resto del Congreso.

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Sin sorpresas: Rajoy fracasa en la primera votación de su investidura como presidente
31-08-2016

 

La primera votación de investidura se ha saldado sin sorpresas: Mariano Rajoy no ha logrado salir reelegido como presidente del Gobierno. Se ha quedado a seis votos de la mayoría absoluta al conseguir solo los 137 apoyos del PP, los 32 de Ciudadanos y el de Coalición Canaria y tener en contra los 180 votos del resto del Congreso.

 

El de Rajoy era un suspenso anunciado que se ha materializado tras dos días de un debate que se ha movido entre lo previsible y lo agrio. El líder popular puso la nota de la previsibilidad al formular un discurso carente de novedades en el que reiteró que es el único candidato que puede formar gobierno. Pedro Sánchez dio el toque de acritud al vengarse de Rajoy en una intervención cargada de zascas contra el líder del PP.

 

Pablo Iglesias y los representantes de las fuerzas nacionalistas, Joan Tardà, Aitor Esteban y Francesc Homs, completaron la crítica a Rajoy, que solo contó con un mínimo apoyo de su nuevo socio, Albert Rivera, el único que hizo en su discurso un llamamiento al diálogo, al entendimiento y al pacto.

 

Hace casi seis meses, Sánchez se sometió a un debate de investidura que también estaba condenado al fracaso. El líder del PSOE solo contaba con el apoyo de sus diputados y los de Ciudadanos. Rajoy se burló de sus pretensiones. Hoy Sánchez se le ha devuelto a Rajoy en un discurso muy duro en el que le ha recordado que los socialistas van a decirle no una y otra vez.

 

Iglesias, que se sabe un poco fuera del juego en el que participan el PP, el PSOE y Ciudadanos, ha aprovechado su intervención para cargar sin piedad contra Rajoy a quien ha acusado de pertenecer a un partido fundado por franquistas. A Rajoy, el discurso del líder de Podemos le ha ido de perlas, pues se ha crecido en la réplica y ha tenido su mejor momento de estos dos días en cu contestación al podemita.

 

Rivera ha defendido su pacto con el PP, ha presumido de las 150 medidas que contiene ese acuerdo y que, a su juicio, servirán para mejorar la economía española y la situación de los ciudadanos y ha recordado a Rajoy que su apoyo no es un cheque en blanco para que pueda hacer lo que quiera.

 

Tardà, Esteban y Homs han sido también muy duros con el candidato, que el martes subrayó en su discurso que luchará por mantener la unidad de España y cargó contra las pretensiones de los independentistas catalanes, a quienes ve como “el principal problema del país”. Los nacionalistas le han acusado de imponer políticas recentralizadoras y de impedir que los catalanes ejerzan su derecho a la democracia.

 

Pero de esas respuestas, por contundentes que sean, la única que en realidad preocupa al líder popular es la del portavoz del PNV. Rajoy sabe que no saldrá reelegido en esta investidura. Pero puede volver a intentarlo antes de que transcurran los 54 días que marca la ley para que las elecciones se repitan de forma automática.

 

Y es muy probable que haga ese nuevo intento después de las elecciones vascas y gallegas previstas para el 25 de septiembre. Para entonces algo tendrá que haber cambiado. Alguien tendrá que haber movido ficha.

 

El líder popular solo tiene dos posibilidades: que el PNV le apoya o que el PSOE se abstenga aunque sea de forma parcial. Por eso, Rajoy no ha sido duro con Esteban en su turno de réplica. El PP espera que tras las vascas, el PNV le necesite para gobernar en el País Vasco y, a cambio, le dé sus cinco votos en el Congreso. Eso dejaría a los populares a solo un voto de la investidura. Un voto, que no sería difícil conseguir.

 

La otra opción para evitar unas terceras elecciones el día de Navidad pasa por un cambio de opinión de Sánchez. El secretario general de los socialistas no parece dispuesto a dar su brazo a torcer. Pero en este asunto no todos los del PSOE ven las cosas del mismo color.



Grupo DiarioCrítico/Andrea Mingorance

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, se ha mostrado más dispuesto que el propio Mariano Rajoy a hacer un último esfuerzo para que tenga éxito la investidura. "¿A qué quieren jugar ustedes, a buscar las diferencias o a unir los puntos? A mi unir los puntos me gustan más", ha comentado Rivera, que se ha dirigido tanto al PP como al PSOE. El líder de la formación naranja ha vuelto a justificar su apoyo a Rajoy asegurando que, antes de ir a elecciones, están dispuestos a facilitar un Ejecutivo de la lista más votada.

Albert Rivera ha puesto en valor desde la tribuna del Congreso de los Diputados la capacidad de diálogo y pacto de Ciudadanos como ejemplo para PP y PSOE. El presidente de Ciudadanos ha asegurado que no reniega ni del acuerdo con los socialistas ni del que han cerrado ahora con los populares.

"Ciudadanos se ha sentado a hablar con los que no se hablan, con los que no acuerdan. Hemos demostrado que en el centro esta la virtud", ha asegurado Rivera.

El dirigente ha recordado que 100 de las 150 medidas firmadas con el PP también fueron pactadas con el PSOE y ha instado a jugar a "unir los puntos" en vez de a buscar diferencias.

El vigente acuerdo con los populares no ha frenado a Rivera a introducir en su discurso una moderada crítica hacia el "conformismo" de Mariano Rajoy con su gestión política. "Quien quiere a su país es quien tiene que ser más crítico", ha señalado. El dirigente ha puesto como ejemplo que la actitud sobre una tasa de paro que es la más alta de Europa junto con la de Grecia.

Pero además, Rivera le ha lanzado una advertencia directa a Rajoy. "Tendrá que aprender a gobernar en minoría", ha aconsejado Rivera, que también le ha pedido que no gobierne de espaldas al Congreso de los Diputados. En este sentido, también ha exigido al líder popular que cogiera el teléfono para intentar seguir negociando con los socialistas y se abriera a ceder y a ser generososo.

En el aspecto de la corrupción -ampliamente mencionado a lo largo de la mañana-, Rivera ha recordado que le pusieron 6 condiciones al PP en esta materia porque comparten la desconfianza de los españoles hacia un partido investigado y ligado a varios casos de corrupción.

El "tapón"

Rivera también ha dedicado palabras en exclusiva al secretario general del PSOE, a quien le ha pedido que no se convierta en un "tapón" para la formación de Gobierno.

"No me resigno a pensar que todo está perdido", ha dicho el líder de Ciudadanos después de demandarle a Sánchez que reflexione para poder poner en marcha las reformas comunes.Si el PSOE facilitara la investidura, ha intentado reflexionar Rivera, el resto de partidos podrían controlar la acción de Gobierno desde el Congreso.

Por último, Rivera le ha pedido al líder del PSOE que deje jugar a "buenos y malos", ya que considera que lo realmente negativo es que PP y PSOE se sigan bloqueando mutuamente.

El presidente de Ciudadanos ha comparecido justo después de Iglesias y no ha perdido la oportundad de responder también a las críticas vertidas por el líder de Podemos. Iglesias ha criticado duramente el pacto entre PP y Ciudadanos pero también se ha burlado de Rivera por sus referencias a Adolfo Suárez.

El dirigente de Ciudadanos ha recordado los insultos de Iglesias al ex-presidente Felipe González y ha apuntado que mientra que uno de los referentes de Podemos es Arnaldo Otegui, en Ciudadanos prefieren ser partidarios de "hombres de Estado como Suárez".

Del amor a la amistad

Si el portavoz popular en el Congreso, Rafael Hernando calificaba el pacto con Ciudadanos del "inicio de un gran amor", Rajoy lo ha degradado a una amistad. "Creo que nos vamos a llevar bien señor Rivera, porque no nos queda otra, pero también porque es bueno hacer amigos", ha respondido el presidente en funciones durante el turno de la contrarréplica.

Rajoy se ha defendido de las críticas del líder de la formación naranja asegurando que, aunque haya hecho cosas mal, considera que el balance de su gestión ha sido "positivo".

Por otra parte, ha argumentado que él ha intentado dialogar con el PSOE y que la culpa de que no hablen es de los de Pedro Sánchez. "Si usted me puede ayudar, estaría encantado, pero créame que no es tan fácil la cosa", ha concluido Rajoy dirigiéndose a Rivera.

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