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Torrelavega ante un incierto futuro industrial

La fábrica de Barreda, según se dice, estaría en disposición de ir recortando su plantel hasta el punto de que no es una buena noticia que digamos, ya que siempre se caracterizó por ser una de las más sólidas y estables de la Comarca del Besaya.

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04-09-2015
POR MANOLO HARO.
 
No sé por qué me viene a la mente aquel viejo refrán de "éramos pocos..." cuando veo noticias poco tranquilizadoras sobre el futuro de Solvay & Cíe., según el sindicato USO.
 
La competencia turca amenaza con la imposibilidad de competir con precios no solo de materia prima, sino de mano de obra, algo que a las empresas les amplía el camino de la reducción de plantillas en busca de mejores cuentas de resultados.
 
La fábrica de Barreda, según se dice, estaría en disposición de ir recortando su plantel hasta el punto de que no es una buena noticia que digamos, ya que siempre se caracterizó por ser una de las más sólidas y estables de la Comarca del Besaya.
 
Pero hay más. Hablando del Besaya, hay que mirar hacia Puente San Miguel, emplazamiento de la factoria Bridgestone, en manos de empresarios japoneses que, como cualquier empresario que se precie, miran por sus beneficios y no se cortan a la hora de reducir empleos, por lo que habrá que estar atentos a la pantalla.
 
Mientras tanto, Sniace sigue ocupando y preocupando, ya que no parece que arranca. Todo son promesas, propuestas. Pero sobre todo, intercambio de culpables. Algo que no soluciona nada, porque a la hora de hablar de inversiones cada vez se aleja más la posibilidad de alcanzar cifras razonables.
 
Aún así se habla de 15 millones de euros y quienes están más cerca de la realidad señalan que no hay ni para empezar.
 
Un amigo me compara la situación con una metáfora sobre un coche sin gasolina que lo empujas cuesta abajo y anda hasta que se acaba la cuesta. Pues la reapertura de la fábrica la interpreta así.
 
Sin embargo es llegada la hora de hallar soluciones de una vez por todas. Se viene mareando la perdíz demasiado tiempo y se están dando vueltas y vueltas, mientras hay quien lamenta los escandalosos sueldos de algunos directivos en una empresa que está parada y con una via de agua en cuanto a pérdidas se refiere.
 
Nuevos tiempos, nuevas políticas pero la misma falta de soluciones. Y es que no se ve lo mismo desde fuera que desde dentro. Una cosa es tener la responsabilidad y otra criticar la de los otros. Así pues y cuando la paciencia se acaba, el nivel de exigencia está a punto de tocar techo. Así que el futuro del tejido industrial de Torrelavega y comarca se extingue en cuanto a esperanzas de que la luz del túnel se empiece a ver más cerca.
 
No quiero terminar sin una referencia breve a la extinción del contrato para la ejecución del Centro de Emprendedores. Una obra que se aprobó en su dia por 24 votos a favor y 1 en contra de una corporación de 25. Algo que ha revertido la situación tras conformarse el nuevo equipo de gobierno que, curiosamente, há contado con el apoyo de quien en su dia votó en contra y ahora se sale con la suya. Esto, en fútbol, se conoce como la "ley de la compensación" y que en este caso ha servido para cambiar el sentido del término ejecución. Antes, se iba a ejecutar la obra. Ahora, se há ejecutado, pero de otra forma, ya me entienden.