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Osoro se entrevistará con Rouco para preparar su llegada al Arzobispado de Madrid

Aunque el encuentro no tiene una fecha concreta, se sabe que se celebrará en los primeros días de septiembre. Osoro ya ha comenzado a recoger sus cosas para dejar el palacio arzobispal a su sucesor, el cardenal Cañizares.

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28-08-2014

TODO COMIENZA A ACELERARSE. Después de su nombramiento, Carlos Osoro mantendrá en los próximos días un encuentro con Rouco Varela para preparar su llegada al Arzobispado de Madrid. La entrevista aun no tiene fecha, pero se ssbe que será en los primeros días de septiembre.

El Palacio Arzobispal de Valencia se quedó pequeño para acoger a los feligreses que quisieron «despedir» al arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, y asistir a la lectura de su nombramiento como nuevo arzobispo de Madrid. La hora del Ángelus, el mediodía, fue la elegida para comunicar lo que era un «secreto» a voces: Osoro será el nuevo pastor de la Diócesis de Madrid y el cardenal Antonio Cañizares ocupará su lugar en la de Valencia. A las 12.03 horas Osoro descendió por la escalinata y recibió un caluroso aplauso de todos los presentes, que se prolongó durante un minuto. «Gracias, siempre sorprendéis y llegáis al corazón», agradeció el aún arzobispo de Valencia, emocionado pero tranquilo.

Tras el rezo del Ángelus, el vicario general, Vicente Fontestad, leyó la carta del nuncio apostólico en España, Renzo Fratini, que confirmaba el nombramiento de Osoro, y su sustitución en Valencia por el cardenal Antonio Cañizares. Un toque específico de nombramiento de arzobispo, realizado por seis campaneros del Micalet, dio la bienvenida a los nuevos cargos eclesiásticos.

En medio de un calor sofocante, que humedeció los rostros y camisas de todos los presentes, el ya arzobispo electo de Madrid leyó una carta de despedida a los valencianos y otra de bienvenida a los madrileños. «Os he querido y lo seguiré haciendo de otra manera, pero habéis realizado la conquista de mi corazón, en el que siempre estaréis los valencianos», aseguró Carlos Osoro quien admitió que «llevo toda la vida con maletas» y que llegó a sentir, como cualquier mortal, «miedo ante algo nuevo, algo grande». Aunque marcha a Madrid como «un obispo más» para «hacer lo mismo que he hecho en Valencia». Antes de despedirse uno a uno de todos los presentes en la puerta del Palacio Arzobispal, Osoro agradeció la complicidad de los jóvenes (una alusión que arrancó otro acalorado aplauso) y protagonizó una divertida anécdota. Llamó en directo al cardenal Antonio Cañizares, pero saltó el buzón de voz. «Antonio, tienes aquí a muchísima gente que te quiere y te espera», aseguró, mientras reclamaba un aplauso de bienvenida a todos los presentes para el nuevo responsable de la iglesia valenciana, que ayer estaba en Roma. Al momento sonó su móvil... Pero era Arturo, «un arzobispo cubano», que le felicitaba por su nombramiento.

 Tras el prolongado besamanos, el ya arzobispo electo de Madrid atendió a los periodistas en la Vicaría de Evangelización de la calle Avellanas. Allí confesó, a preguntas de los periodistas, que «me voy de Valencia con las sotanas que tengo, con la ropa que tengo, con muchos libros que me llevaré porque los necesito para seguir trabajando, estudiando y anunciando el Evangelio, y con muy poquitos euros en la cuenta donde ponen los 1.010 euros cada mes». Ni siquiera se llevará a ningún colaborador de Valencia. «Yo siempre he ido yo, con lo que soy y lo que tengo y he buscado a la gente en el lugar que el señor me da».

Ni siquiera hace caso de quienes le etiquetan como el «hombre más visible del Papa Francisco en España» o que lo sitúan como nuevo cardenal y futuro presidente de la Conferencia Episcopal Española. «No me veo como nada más, ni con demasiadas capacidades para ser otra cosa», descartó, aunque agradeció la confianza del Pontífice para «fiarse de mi y hacerme un regalo como la diócesis de Madrid». En su intervención tuvo palabras para el Papa Francisco I, «un ejemplo de pobreza evangélica y de aproximación sincera a todos los hombres»; para su antecesor en Madrid, Antonio María Rouco Varela, de quien valoró «las muchas cosas que ha realizado, las que se ven y muchísimas que no se ven»; y para su sucesor en Valencia, Antonio Cañizares, «un hombre bueno y siempre de Dios que tiene prudencia, fortaleza, valentía, firmeza y misericordia». Osoro sólo lamenta haber dejado el itinerario de reforma de la iglesia valenciana por hacer. También se le preguntó por el retraso en aprobar el misal valenciano o la ausencia de un gesto público hacia las víctimas del metro. «A eso no voy a contestar», zanjó.

Cotino se funde en un abrazo con Osoro y Fabra lo visita de tarde
El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, expresó ayer su «más sincera felicitación» al arzobispo electo de Madrid, Carlos Osoro. Fabra visitó al anterior arzobispo de Valencia para transmitirle su felicitación, y la de todos los valencianos, según informó la Generalitat en un comunicado. Fabra recordó que el 8 de enero de 2009 Benedicto XVI designó a Carlos Osoro arzobispo metropolitano de Valencia, convirtiéndose así en el obispo nº 59 de la ciudad. «Durante su mandato, incorporó el Cáliz de la Catedral de Valencia al escudo episcopal como gesto de afecto». Al acto en el Palacio Arzobispal por la mañana sólo asistió el presidente de las Corts Valencianes, Juan Cotino, que se fundió en un abrazo con Carlos Osoro al finalizar el acto. Cotino declinó atender a los medios de comunicación. «No quiero hacer declaraciones, porque luego me preguntarán por otras cosas y hoy el protagonista es el arzobispo», respondió a dos periodistas que le pidieron unas declaraciones.

EL NOMBRAMIENTO DE OSORO 

Rouco Varela presentó su renuncia al Pontífice en agosto de 2011, después de cumplir los 75 años, una fecha que coincidió con la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

   Carlos Osoro Sierra nace en Castañeda (Cantabria) el 16 de mayo de 1945. Cursó, entre otros, estudios de magisterio, pedagogía y matemáticas, y ejerció la docencia hasta su ingreso en el Seminario para vocaciones tardías Colegio Mayor El Salvador de Salamanca para realizar, en la Universidad Pontificia, los estudios en Filosofía y en Teología. Fue ordenado sacerdote el 29 de julio de 1973 en Santander, diócesis en la que desarrolló su ministerio sacerdotal.

   Durante los dos primeros años de sacerdocio trabajó en la pastoral parroquial y la docencia. En 1975 fue nombrado Secretario General de Pastoral, Delegado de Apostolado Seglar, Delegado Episcopal de Seminarios y Pastoral Vocacional y Vicario General de Pastoral. Un año más tarde, en 1976, se unifican la Vicaría General de Pastoral y la Administrativo-jurídica y es nombrado Vicario General, cargo en el que permaneció hasta 1993, cuando fue nombrado Canónigo de la Santa Iglesia Catedral Basílica de Santander, y un año más tarde Presidente.

   Además, en 1977 fue nombrado rector del Seminario de Monte Corbán (Santander), y ejerce esta misión hasta que es nombrado Obispo. Durante su último año en la diócesis, en 1996, fue también director del centro Asociado del Instituto Internacional de Teología a Distancia y Director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas San Agustín, dependiente del Instituto Internacional y de la Universidad Pontificia de Comillas.

   El 22 de febrero de 1997 fue nombrado Obispo de Orense. El 7 de enero de 2002 fue designado Arzobispo Metropolitano de Oviedo, de cuya diócesis toma posesión el 23 de febrero del mismo año. Además, del 23 de septiembre de 2006 hasta el 9 de septiembre de 2007 fue el Administrador Apostólico de Santander.

   Su Santidad el Papa Benedicto XVI le nombra Arzobispo Metropolitano de Valencia el 8 de enero de 2009. En la CEE fue el Presidente de la Comisión Episcopal del Clero durante dos trienios, de 1999 a 2005. Ha representado a la Comisión Internacional de Justicia y Paz en Lima (Perú) en el Primer Encuentro de trabajo para fijar las bases de plan docente en materia de Doctrina Social de la Iglesia en su aplicación en las Universidades que la Iglesia latinoamericana posee en el continente.

   Desde noviembre de 2008 es patrono vitalicio de la Fundación Universitaria Española y director de su seminario de Teología.

   En la Conferencia Episcopal Española fue Presidente de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar desde 2011 a 2013. También fue Presidente de la Comisión Episcopal del Clero de 1999 a 2002 y de 2003 a 2005, fue miembro de esta Comisión desde 1997.

   Ha sido miembro del Comité Ejecutivo de la CEE entre 2005 y 2011. El 12 de marzo de 2014 en la CIII Asamblea Plenaria fue elegido Vicepresidente de la CEE.

 

 

Osoro: Un pastor para Madrid

   Por su parte, el cardenal Antonio María Rouco Varela nació el 20 de agosto de 1936 en Villalba (Lugo), desarrolló sus estudios sacerdotales en el Seminario de Mondoñedo y fue ordenado sacerdote en marzo de 1959 en la Catedral Vieja de Salamanca.

   Ese mismo año se trasladó a Munich para profundizar en sus estudios de Derecho y Teología y en julio de 1964 se doctoró con la tesis 'Iglesia y Estado en la España del siglo XVI'. A su vuelta de la ciudad alemana, ejerció como profesor de Teología Fundamental y Derecho Canónico en el Seminario de Mondoñedo.

   No obstante, en 1966 regresó a Alemania para continuar con su labor docente hasta 1969 en el Instituto de Derecho Canónico de la Universidad de Munich. Durante su permanencia en esta ciudad, desarrolló una intensa actividad pastoral en las parroquias de San Rafael y San Ansgar.

De nuevo en España, impartió Derecho Público Eclesiástico en la Universidad Pontificia de Salamanca (UPS), de la cual fue nombrado vicerector en 1972. En estas fechas fue también el consiliario de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas (AcdP) y desde 1973 es consultor de la Sagrada Congregación para el Clero.

   En septiembre de 1976, el Papa Pablo VI le nombró obispo auxiliar de Santiago de Compostela. Durante estos años colaboró estrechamente con monsenor Suquía, siendo una época fructífera que tuvo como culmen la visita de Juan Pablo II a la diócesis. Ocho años después, en 1984, tomó posesión de la Archidiócesis compostelana, siendo el mismo nuncio apostólico, monseñor Antonio Inocenti, quien le impuso el Sagrado Palio en la fiesta del Apóstol Santiago ese mismo año.

   El cardenal Rouco ha sabido simultanear su cargo como arzobispo de Santiago con muchas otras tareas, como la de ser miembro de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española desde 1984, y del Comité Ejecutivo desde 1993; y presidente de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades.

   El 28 de julio de 1994, Juan Pablo II, le nombró arzobispo de Madrid sustituyendo así al cardenal Angel Suquía, y el 21 de febrero de 1998, el Papa Juan Pablo II le creó cardenal de la Iglesia Católica en un acto litúrgico celebrado en la Plaza de San Pedro de Roma junto con otros diecinueve cardenales. También recibió la titularidad de la iglesia romana de 'San Lorenzo en Dámaso'.

   Rouco Varela es miembro de la Asociación Internacional de Derecho Canónico y de la Asociación Española de Canonistas. Además, es autor de numerosos libros y trabajos científicos en revistas españolas y extranjeras, sobre temas relativos a la fundamentación teológica del Derecho Canónico y a los problemas de las relaciones Iglesia y Estado. En 1998, fue elegido Académico Numerario de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.

   También destaca por haberse convertido en el primer arzobispo que ha organizado dos Jornadas Mundiales de la Juventud, las celebradas en Santiago en 1989, presidida por Juan Pablo II, y en Madrid en 2011, con Benedicto XVI.

   Asimismo, es miembro de las Congregaciones para la Educación Católica, de los Obispos, del Clero, así como de los Pontificios Consejos para la Cultura, para la Interpretación de los Textos Legislativos de la Iglesia y Cor Unum. Además, es miembro del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica y en 2004 fue nombrado miembro del Consejo de Cardenales para el estudio de los asuntos organizativos y económicos de la Santa Sede, además de participar en numerosas asambleas sinodales y fue relator general de la II Asamblea Especial para Europa del Sínodo de los Obispos.

   Este cardenal español, que es Doctor Honoris Causa por la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, por la Universidad Católica de Mar del Plata (Argentina), por la Universidad CEU San Pablo y por la Universidad de Burgos y que fue nombrado por Juan Pablo II 'Magnum Cancellarium' de la Facultad de Teología San Dámaso de Madrid, recibió en 2003 la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica en reconocimiento a su labor en la V Visita Apostólica del Papa Juan Pablo II a España.

   Fue presidente de la Conferencia Episcopal Española, desde 1999 hasta 2005 y desde 2008 hasta 2014. Además, en la CEE, ha sido presidente de la Junta Episcopal de Asuntos Jurídicos (1981-1990); de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades (1990-1993) y miembro del Comité Ejecutivo desde 1993.

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