VIOLENCIA DE GENERO Y OTRAS VIOLENCIAS
Por ENRIQUE ARIAS VEGA
No voy a hablar específicamente de la violencia de género, porque es un tema recurrente que también bajo la denominación de violencia machista domina el panorama del abuso cruel y hasta fatal del fuerte sobre el débil.
Ése sólo es el común denominador de muchas violencias que existen nuestro entorno y, en el caso de la de género, ésta ha consumido miles de páginas y millones de euros sin conseguir paliarla o mitigarla ante la bajeza de los especímenes crueles de la condición humana que la practican.
En la violencia sobre los menores —incluida, por supuesto, la de los padres sobre sus hijos— existen afortunadamente una serie de protocolos para detectarla cuando se quiere encubrir bajo la forma de accidentes u otros percances involuntarios. Pero se produce, según los expertos, mucho más de lo que se evidencia, siempre del mayor sobre el menor, salvo en casos precoces de niños psicóticos en los que también sucede a la inversa.
La más silenciosa de todas estas violencias, quizás porque es también es la más insidiosamente retorcida, es la que se ejerce sobre las personas mayores y más concretamente por unos hijos que se aprovechan de la indefensión de sus padres.
Debido a toda esta panoplia de violencias en el ámbito doméstico, social o laboral, la existencia de la horrible plaga de la violencia sexual no debería hacernos olvidar que esas otras conductas perversas que también existen y que merecen asimismo la contundente reprobación social.