EL ULTIMO FICHAJE DE PABLO IGLESIAS
Por ESTHER RUIZ
Me gusta comprobar cómo nuestra capacidad de asombro es ilimitada. Es maravilloso que las cosas no dejen de sorprenderte, que cuando crees que lo has visto todo, siempre hay algo más. Gestionar, no sé, pero hay que reconocer los momentos de gloria que nos dan algunos políticos y está claro que en la campaña de Madrid nos están dando muchos... y los que nos queden.
Que Marcelo y su familia se saltan las restricciones y se van a tomar el sol a Valencia, pues su alcalde dice que es culpa de Ayuso, que Madrid se llena de turistas que entran por Barajas pues también es culpa de Ayuso... Y eso por no hablar de la violencia económica y del miedo con el que viven las mujeres en el Madrid de Ayuso según la Ministra de Igualdad o del amigo gay del Sr. Iglesias y de otros muchos que no van a tener más remedio que huir en estampida a Valencia si sale Ayuso...
Ayer la noticia era el último fichaje estrella del hasta hoy Vicepresidente del Gobierno de España para su lista de Podemos a la Comunidad de Madrid, se trata de Serigne Mbayé, un senegalés que llegó en patera a España hace 15 años y que actualmente tiene su situación regularizada, nacionalidad española incluso es socio de un restaurante, una historia de superación sin duda. Aunque lo más significativo es que es portavoz del sindicato de manteros y de la asociación de los inmigrantes sin papeles. O sea, que con la que está cayendo, aún podemos liarla un poco más y a ver si los manteros cogen fuerza y así le ponen la puntilla al comercio y a los comerciantes que pagan sus impuestos y sus seguros sociales aunque no vendan o no puedan abrir sus puertas y otra cosa, para que yo me entere, “no queremos ser el cien montaditos de Europa” pero ser el paraíso de los sin papeles parece que no está tan mal, eso no es efecto llamada... ¿no?
La verdad es que en este Madrid homófobo, machista, clasista, racista, insolidario, violento, que fomenta el turismo de borrachera, que alienta los contagios, que tiene dinero pero no da ayudas directas, con una sanidad pública sin medios y colapsada... y con tantas otras cosas terribles más, no me extraña que haya tenido que venir el Mesías a salvarnos de tanto mal aunque, realmente, tengo dudas si a lo que de verdad ha venido es a hacerle la campaña al resto.