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PADRES NUESTROS

Por ESTHER RUIZ

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Mañana es el día del padre y no dejo de pensar en esos niños que han salido de sus casas, de sus ciudades, de su país, sin saber hacia dónde ni tan siquiera con quién. Huyendo con su vida en una mochila, dejando atrás a sus padres y esos padres, dejando ir a sus hijos. Padres que ayer iban a trabajar como cada mañana y que hoy se ven empuñando un fusil, pasando de ser padres de familia a padres en guerra.

Madres que no saben cómo explicar a sus hijos por qué papá no viene con nosotros. Padres que no pueden despegarse de sus hijos, mientras le secan las lágrimas en un abrazo infinito. Despedidas llenas de miedo aunque, necesariamente, nutridas de esperanza. Despedidas deseosas de un “hasta pronto, todo saldrá bien”.

Los padres… ¡ojalá y fueran eternos! con ese empeño en saberlo todo incluso en meterse en todo y pese a todo… son los hombres de nuestra vida dándonos su amor sin condiciones.

Los padres, nuestros primeros referentes. Nuestro “primer súper héroe”, de los de verdad, de los que no llevan capa y que en Ucrania están demostrando serlo.

Con nuestros padres vivimos las primeras emociones por tierra, mar y aire: volamos por los aires para luego caer en sus brazos, flotamos y sorteamos las olas para aprender a nadar a su lado y nos caemos dejando nuestras rodillas en la tierra porque montar en bici, nunca ha sido fácil…

Inevitablemente, hoy me acuerdo del mío. Mi primer referente y el primero que se fue aunque sin irse nunca. A mi lado siempre, mirándome, cuidándome, guiándome, hablándome… sin soltarme de su mano. Con quien supe lo que es el dolor de perder, sin que me lo hubiera enseñado nadie antes. Quien me dejó abierta una herida que ni mamá puede curar con su milagrosa saliva pero que sabe sanarla y calmar el dolor con su amor y sus abrazos que saben a ella y a él.

Por eso, hoy quería tener un recuerdo para los padres. Aquellos que mañana no podrán abrazar a sus hijos, esos hijos que seguirán sin entender por qué les han separado de sus padres. Los padres que se han ido sin que fuera su momento. Tantos padres que hoy están ayudando a salir adelante a sus hijos y a sus nietos. Esos padres que están y celebrarán con sus hijos. Los padres presentes y también, a los que les obligan a estar ausentes... Todos los padres que hoy por suerte están y mañana, aun yéndose, se quedarán para siempre.

Celebren mañana el día del padre si tienen la suerte de tenerlo. Besen y abracen con las ganas de hace dos años y no se les ocurra dejar ningún te quiero para el año que viene.

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