No me digan que no le echaban de menos... bueno, puede que no, es verdad.

Me refiero a aquel hombre que pasó de ser un desconocido a ser un habitual en nuestras vidas; en los telediarios, en las sobremesas, en la radio, en las redes… con su peculiar voz, su pelo alborotado, sus cejas indomables, su manera de atragantarse comiendo almendras y sus mensajes tan consabidamente contradictorios o al menos, dudosamente fiables y esas estadísticas con muertos de quita y pon… Sí, les estoy hablando de ese hombre que se convirtió en un icono pop con su cara en camisetas, bolsos incluso en el muslo de algún incauto que se lo tatuó. Imitado por humoristas e invitado estelar en algún programa de televisión. Sí, él, Fernando Simón.

Aquel 4 de marzo de 2020, cuando empezó a hacerse omnipresente, hablando de un virus de China pero que no era preocupante y se atrevía a decir que él a su hijo le daría la libertad si quisiera ir a la manifestación del 8 M, porque no había ningún riesgo de contagio. Y fue entonces, cuando nos mostró sus habilidades como visionario: “el coronavirus era poco más que una gripe y estaba controlada” y que España no iba a tener más que algún caso diagnosticado. Nuestro director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias quitándole importancia a una pandemia mundial sin precedentes. Después vino lo de que “cerrar los colegios era alarmar”, que las mascarillas no eran obligatorias, incluso que la “variante Delta” tendría un impacto marginal… Son unos cuantos de los muchos éxitos del utópico Simón.

Y ahora, se ha dejado crecer la barba y ha vuelto a aparecer con un esperanzador y tranquilizador mensaje tras aparecer unos casos de un brote de viruela. Según Fernando Simón: “no es probable que la viruela del mono vaya a generar una transmisión importante”. ¡Ay! Para echarse a temblar... menos mal, que su yo de hace dos años le habrá dicho “Fernando, prudencia, no seas tan valiente que luego ya sabes lo que pasa…” y es entonces, cuando ha añadido que “no obstante, no se puede descartar".

Pero la verdad, es que vivimos en un país maravilloso, ingenioso, ágil y con un incuestionable sentido del humor. En lugar de verlo y recordar nuestra época más dolorosa y oscura con drama, en seguida se han llenado las redes de memes con una España convertida en el planeta de los simios y, nuevamente, Simón haciéndose viral y circulando por todos los móviles.

Ya veremos por dónde sale el mono y mientras, cuando esto pase, que pasará…inexplicablemente, seguiremos recordando con una sonrisa al inefable Fernando Simón.