Diario Digital controlado por OJD

VOLVER

Por ESTHER RUIZ

Enviar a un amigo

Y en esta vuelta a la normalidad, es cuando nos damos cuenta de que no queríamos una nueva normalidad, sino la que conocíamos y que se ha convertido en realmente extraordinaria.

La Gala de Premios de Madrid Diario así lo ha demostrado en su 20 aniversario. Veinte años que lucieron con la misma ilusión y más brillo, si cabe que el primero, cuando nacieron y hablar de un periódico digital era hablar de algo con “el entierro y las misas pagadas”. Algo que como no se entendía, no podía funcionar… Cuando no sabíamos casi lo que era internet y no había ni fibra óptica ni banda ancha ni teléfonos inteligentes ni tablets. Cuando se vendían tantos periódicos en papel, que los estudios de medios daban incluso a alguna cabecera casi dos millones de lectores. Y fue entonces, cuando un periodista inquieto y visionario comenzó a forjar un presente que más bien parecía un futuro al que han llegado todos los medios muchos años después. Constantino Mediavilla se atrevió por partida doble, apostando por lo digital y por Madrid, será porque él sabía que el corazón de Madrid late en toda España.

Y 21 años después, su proyecto no solo sigue funcionando sino creciendo, aunque no sea fácil, tampoco nadie dijo que lo fuera, y pese a que la marea no sea siempre favorable, pero él sabe que tiene la mejor tripulación y ellos -nosotros- el mejor capitán. Así lo vimos y lo vivimos en la Gala celebrada en el icónico hotel The Westin Palace, no solo por su poder de convocatoria, sino por todas las sonrisas que por fin lucían desenmascaradas. Una noche mágica, además de por el espectáculo siempre sorprendente de Jorge Blas, porque estuvo llena de emotividad, risas y alguna lágrima; premios, premiados, reconocimientos, sorpresas; un más que merecido homenaje y hasta un tirititran improvisado de un flamenco en Madrid que movió pies y arrancó palmas.

Volvimos a vernos, a reencontrarnos, a abrazarnos, a compartir, a decirnos lo que nos hemos echado de menos… A acercarnos después de tanta distancia, a echar en falta a los que ya no están y precisamente por eso, a alegrarnos aún más de volver.

Otros artículos: