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Editorial Cantabria24horas.com

ARGENTINA OTRA VEZ EN CRISIS ECONÓMICA

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LEEMOS EN LA VANGUARDIA Desde Europa, Argentina parece estar siempre en crisis. El susto de esta semana con la devaluación del peso tras la victoria peronista en las primarias amenaza con ser otra más en la historia reciente de un país inmensamente rico en recursos, pero algo más pobre en mando político. Por ahora reina la precaución entre los economistas. Reconocen “nubarrones” y que los actores financieros vivieron un “shock” tras las elecciones, pero se confía en que las armas del Banco Central y una mejora en el lado político reconduzcan la situación. “Hace seis o siete años que Argentina está estancada, pero lo que pasa ahora no es equiparable a crisis anteriores, como la del 2001. El sistema financiero es sólido. Como mucho hay una crisis cambiaria”, lanza Alfredo Félix Blanco, economista y exdecano de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). Su preocupación está en el futuro del peso, moneda nacional, que se depreció con fuerza al entender los mercados que un nuevo gobierno puede rescatar medidas de corte populista –como congelar tarifas de los servicios– y deshacer la apertura internacional. Para Blanco, el Banco Central intervino tarde y con poca contundencia: todo estalló el lunes, pero hasta mediados de la semana no se acotó la situación de la divisa. “Desde antes de la apertura el lunes se sabía que el peso y la deuda caerían. Costó reaccionar”, analiza. “Todavía estamos en medio de los nubarrones”, alerta en todo caso. Por eso, aboga por intervenir con más reservas del Banco Central en el mercado de divisas y estabilizar la moneda para mitigar su pérdida de valor, algo que históricamente ha golpeado a los argentinos. La deuda es otro de los quebraderos de cabeza. El impago ya fue la condena en el 2001. Hoy, la prima de riesgo sigue disparada. “Hubo un shock por un resultado inesperado. Los mercados preveían más devaluaciones y los bonos cotizan como si hubiera quitas en el horizonte”, comenta el economista Gabriel Rubinstein, exrepresentante en el Banco Central durante la gestión que sacó al país de la crisis del 2001 y hoy al frente de una consultora. Para él, hay un “clima de crisis financiera aguda”. Como medida urgente apuesta por utilizar las reservas en recomprar títulos “para enviar una fuerte señal de voluntad de pago”. “Es el flanco más débil. No se puede vivir con estas tasas y sin colocar deuda”. Según Rubinstein Una recompra de bonos puede mostrar el compromiso del país con los inversores ¿Por qué otra vez resuena la palabra crisis? El presidente Mauricio Macri aterrizó hace cuatro años en la Casa Rosada con el favor de los mercados. Para salir de una situación de cierta apatía, se abrió el país a la inversión extranjera, se colocaron millones en bonos y se hizo un gran esfuerzo en obra pública. Con la previsión de un cambio en el Ejecutivo en octubre se han reactivado las alarmas entre los inversores, menos seguros de que el peronismo gobierne para el mercado. “Todos los agentes –inversores, familias, empresas– han puesto en perspectiva la posibilidad de que gobierne Alberto Fernández con una agenda muy distinta”, resume el economista Gabriel Zelpo. El futurible presidente ha intentado serenar los ánimos con un mensaje más conciliador y ha declarado que no pretende devaluar más el peso. En la vulnerabilidad que siempre se ha arrastrado también incide que con Macri los mercados anticipaban unas medidas que al final no han llegado. Las reformas se han quedado a medias. Sí aplicó algunas muy polémicas al inicio de mandato, como dejar de subsidiar servicios –luz, gas– y el recorte de funcionarios, pero siguen pendientes las del ámbito laboral, fiscal y en la Seguridad Social, se coincide. Macri tampoco ha conseguido atajar la inflación, del 54% según la última medición. Una cuestión que prometió liquidar pero que le ha sobrepasado, se concuerda. El cambio en el voto Las reformas de Macri, incompletas, han impactado en la clase media Así, las reformas que han llegado han perjudicado a parte de sus votantes. La clase media, que lo aupó al poder, no lo ha vuelto a apoyar. Macri, consciente, les ha hecho un guiño con medidas, como la supresión del IVA en productos básicos, menores retenciones en los salarios o la congelación del precio de los carburantes. Más allá de recaídas económicas cíclicas, “el problema es el sistema político y social, que no premia a quien aplica decisiones difíciles, que a corto plazo tienen costes pero a largo, beneficios. Eso acaba provocando un atraso relativo con otros países”, plantea Zelpo. De cara a lo que viene, no hay riesgo de crisis general inminente, apuntan los expertos. “Existe el margen para estabilizar la situación, pero depende del entendimiento político”, analiza Rubinstein, con la vista en la transición del poder. “Pero Argentina es impredecible”, recuerda Blanco. En el Banco Central se está preparado para actuar si es necesario, apuntan fuentes internas. El impacto en España Prosegur, Codere y Dia, en alerta Las empresas españolas miran con atención lo que pasa en Argentina. Una crisis financiera puede golpear los balances de varias cotizadas. En todo caso, “en el Ibex 35 no hay ninguna exposición exagerada, no va a presentar un drama”, señala Aitor Méndez, analista de IG. Entre las grandes, BBVA, Santander y Telefónica podrían ser las más perjudicadas, pero sólo la última tiene una mayor dependencia, suponiendo Argentina el 5% de los ingresos, apunta. Fuera del Ibex 35 la cosa cambia. La empresa de seguridad Prosegur, la de juego Codere y la cadena de supermercados Dia sí cuentan con un negocio importante en el país y han sufrido, sobre todo las dos primeras, fuertes caídas en su cotización esta semana. Sus grandes temores son una mayor devaluación del peso y la inflación. “A cualquier empresa la caída de la moneda le destroza las cuentas a la hora de convertirlo”, sigue Méndez. Por los pesos que ingresan en Argentina hoy reciban casi la mitad de euros que en enero. Y si una crisis se instala, pueden caer los ingresos por un menor gasto de los argentinos.

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