Editorial Cantabria24horas.com

20 ECONOMISTAS CHEQUEAN A LA ECONOMÃA ESPAÃ‘OLA

LEEMOS EN EXPANSIÃ“N La desaceleraciÃ³n de la economÃa comenzÃ³ siendo un fenÃ³meno centrado en Ã¡reas muy concretas, como es el caso de la industria y el sector exterior, pero poco a poco se ha ido contagiando a cada vez mÃ¡s campos, incluyendo el sector inmobiliario y la inversiÃ³n, lastrada por las tensiones comerciales y las dudas sobre el Brexit. Y los expertos alertan de que el consumo y el sector servicios pueden ser las prÃ³ximas fichas del dominÃ³ en caer. La parÃ¡lisis polÃtica tampoco ayuda, ya que no sÃ³lo implica que se prolonga la incertidumbre, sino que tambiÃ©n retrasa los pagos de las comunidades a sus proveedores, generando un cÃrculo vicioso. Con ello, el PIB, que durante los Ãºltimos aÃ±os ha duplicado el crecimiento de la eurozona, se podrÃa acabar frenando hasta el entorno del 1,5% anual. Y todo ello es muy peligroso cuando EspaÃ±a ha aplazado la resoluciÃ³n de ciertos desequilibrios. El epicentro de esta ralentizaciÃ³n tuvo lugar en Alemania, donde los cambios regulatorios en la industria del automÃ³vil llevaron a una fuerte caÃda de la demanda durante la segunda mitad del aÃ±o pasado que, a su vez, se acabÃ³ contagiando a otros paÃses. Esto se producÃa en un momento en el que Italia se encontraba al borde de la recesiÃ³n, en el que Francia registraba un crecimiento muy escaso y en el que Reino Unido ya acusaba la ralentizaciÃ³n derivada del Brexit, donde el hundimiento de la libra esterlina rebajaba el poder adquisitivo de sus ciudadanos. Todo este cÃ³ctel, ademÃ¡s de lastrar las exportaciones, empezÃ³ a pasar factura al sector turÃstico, que se encontraba entre la espada y la pared: por un lado, la debilidad de la economÃa europea daÃ±aba la demanda por parte de los principales mercados emisores de visitantes; y, por otro, el resurgimiento de otros paÃses competidores en el MediterrÃ¡neo, como TurquÃa, Egipto o TÃºnez (apoyados ademÃ¡s por la mayor competitividad de sus divisas), provocaba la pÃ©rdida de muchos turistas prestados. Estos dos factores se han mantenido a lo largo del Ãºltimo aÃ±o, pero ademÃ¡s a esto se han sumado nuevos focos de preocupaciÃ³n. El primero de ellos es la inversiÃ³n, que se estÃ¡ paralizando debido a que muchos empresarios temen que la ralentizaciÃ³n de la demanda en la eurozona haga innecesarias las nuevas instalaciones, segÃºn un reciente estudio de la consultora Markit. Y sobre esta desconfianza que cada vez es mÃ¡s generalizada a nivel mundial hay que superponer el clima de incertidumbre generado por los continuos vaivenes de Donald Trump en torno a las guerras comerciales que sostiene con China y, en menor medida, con Europa; la constante cuenta atrÃ¡s hacia un Brexit que cada vez tiene mÃ¡s probabilidades de resultar caÃ³tico; la ralentizaciÃ³n de la economÃa china, que podrÃa derivar en un aterrizaje duro cuyo impacto se extenderÃa a otros paÃses del sudeste asiÃ¡tico; y los problemas de muchos paÃses emergentes, como es el caso de Brasil, Argentina, MÃ©xico o TurquÃa. Y dentro de EspaÃ±a la situaciÃ³n tampoco estÃ¡ mucho mÃ¡s clara, a pocos dÃas para que se sepa si finalmente hay apoyos suficientes para formar un nuevo Gobierno esta legislatura o se convocan nuevas elecciones en noviembre. Las dudas van por una doble vertiente: si habrÃ¡ Gobierno ya y quÃ© tipo de polÃticas articularÃ¡ ese Ejecutivo, ya que Ã©stas serÃ¡n cruciales de cara a conocer los futuros costes laborales, las exigencias medioambientales o la regulaciÃ³n fiscal. Por el momento, los empresarios estÃ¡n paralizando inversiones a la espera de que se despeje la incertidumbre, lo que tambiÃ©n pone en stand by muchas contrataciones. A esto hay que sumar que la falta de Presupuestos puede suponer una amenaza de cara a amortiguar el impacto del Brexit o tomar medidas contra la desaceleraciÃ³n. Y ademÃ¡s de eso, la presiÃ³n de Pedro SÃ¡nchez a las comunidades autÃ³nomas para tratar de que los barones populares favorezcan una abstenciÃ³n del PP en la investidura, bloqueando los anticipos a cuenta de la financiaciÃ³n regional, estÃ¡ generando problemas de pagos en todas las CCAA, lo que eleva la morosidad de Ã©stas a sus proveedores y agrava los problemas financieros de las empresas y autÃ³nomos que mÃ¡s dependen del sector pÃºblico. Incertidumbre regulatoria Pero incluso la formaciÃ³n de un Gobierno no significa el final de la incertidumbre. De hecho, las nuevas regulaciones sobre la concesiÃ³n de hipotecas y sobre el alquiler han penalizado la compra de inmuebles, al retrasar las decisiones de aquellos que buscan una vivienda para su uso particular y penalizar el atractivo inversor para aquellas empresas y ahorradores que tenÃan la mirada puesta en el arrendamiento. Esto ha restado combustible a la demanda en un momento en el que Ã©sta ya se habÃa resentido por el menor volumen de compradores britÃ¡nicos, que antes suponÃan una tercera parte de todos los compradores extranjeros y que ahora representan el 13,8% de estos, y por el hecho de que la escalada de precios habÃa desbordado las subidas salariales en las grandes ciudades y en las zonas turÃsticas, lo que ha llevado a que buena parte de los inmuebles ya resulten inasequibles para buena parte de la poblaciÃ³n Y todo ello estÃ¡ afectando al empleo. Si bien la ocupaciÃ³n en el sector manufacturero ya empezÃ³ a retroceder a finales del aÃ±o pasado, registrando su primera caÃda en los Ãºltimos cinco aÃ±os, ahora el impacto se estÃ¡ trasladando tambiÃ©n a la hostelerÃa y al sector de la construcciÃ³n, debido a la moderaciÃ³n de las nuevas viviendas. AdemÃ¡s, la subida del salario mÃnimo a principios de aÃ±o, que ha tirado al alza de los costes laborales en los convenios mÃ¡s bajos, y la incertidumbre en torno a la contrarreforma laboral que prepara Magdalena Valerio ha llevado a que los contratos indefinidos, que hasta el aÃ±o pasado crecÃan a un ritmo del 18,4%, se desplomen ahora un 19,9% en agosto. Y esa es la vÃa de traslaciÃ³n de la desaceleraciÃ³n hacia el consumo privado. Este deterioro ya se estÃ¡ notando muy especialmente en aquellos productos que mÃ¡s dependen de la confianza de los consumidores, como son los automÃ³viles, cuyas ventas se hundieron un 30,8% anual en agosto. Y tambiÃ©n en los productos de larga duraciÃ³n de menor valor la demanda se empieza a difuminar, una vez agotada la demanda embalsada durante la crisis y el impulso dado por los mayores crÃ©ditos al consumo. El gran problema es que el consumo es el Ãºltimo baluarte de la coyuntura, por lo que si Ã©ste cede, el cÃrculo vicioso se puede agravar. Ahora mismo, los pronÃ³sticos apuntan a que la moderaciÃ³n vista entre abril y junio se mantendrÃ¡ en la segunda mitad del aÃ±o. La economÃa crecerÃ¡ un 0,5% en el tercer trimestre, segÃºn las previsiones que publicÃ³ ayer BBVA Research, que ademÃ¡s seÃ±ala que los principales riesgos de desviaciÃ³n son a la baja, y la Autoridad Fiscal apuesta por la misma cifra para los dos Ãºltimos trimestres del aÃ±o. Esta debilidad, ademÃ¡s, se produce en un momento en el que el Banco Central Europeo (BCE) apenas tiene capacidad para tirar de la actividad, lo que puede llevar a aflorar nuevos riesgos. SegÃºn alertÃ³ esta semana la ministra de EconomÃa en funciones, Nadia CalviÃ±o, la polÃtica monetaria del BCE "lleva mucho tiempo siendo expansiva", por lo que "le queda poco recorrido para tener mucho impacto". Por eso, el presidente de la instituciÃ³n, Mario Draghi, ha seÃ±alado que el camino lo tienen que recorrer ahora los Estados a travÃ©s de gasto pÃºblico y reformas... pero EspaÃ±a no estÃ¡ en disposiciÃ³n de activar ninguna de las dos palancas. Por un lado, el bloqueo polÃtico dificulta las medidas estructurales; por otro, el desfase presupuestario con respecto al objetivo de dÃ©ficit rozarÃ¡ los 14.000 millones de euros este aÃ±o, segÃºn BBVA Research, por lo que parece complicado que Bruselas autorice un mayor desequilibrio. Rafael DomÃ©nech, economista jefe de BBVA Research "El crecimiento mundial se ha debilitado del entorno del 4% al 3%, y a eso en EspaÃ±a se suman el agotamiento de los estÃmulos fiscales, la madurez del ciclo econÃ³mico o ciertas medidas que han afectado al mercado laboral, a la compra de viviendas o a la energÃa, ademÃ¡s de la incertidumbre sobre la polÃtica, que habrÃa restado dos o tres dÃ©cimas al PIB. Con todo ello, el PIB se estabilizarÃ¡ en el 1,5%-2% anual en ausencia de "shocks" externos". Alicia GarcÃa Herrero, economista jefa de Asia-PacÃfico en Natixis "La economÃa espaÃ±ola se estÃ¡ desacelerando arrastrada por el resto de Europa. AdemÃ¡s de los choques externos, EspaÃ±a estÃ¡ viviendo una nueva crisis institucional que lleva a retrasar las decisiones de inversiÃ³n tanto de residentes como de extranjeros, que habÃa sido clave en los Ãºltimos aÃ±os. La incertidumbre institucional y las malas perspectivas para la economÃa europea seguramente no van a ayudar". Ignacio de la Torre, economista jefe de Arcano Partners "Los indicadores avanzados muestran una pequeÃ±a mejora, y eso no es consistente con una mayor desaceleraciÃ³n. Hay que ver si el retroceso de la industria se traslada a los servicios. Si el consumo se mantiene, la inversiÃ³n volverÃ¡ en cuanto se despeje la incertidumbre, ya que la inversiÃ³n depende de la demanda, el coste de financiaciÃ³n, que sigue siendo favorable, y la relaciÃ³n entre coste laboral y productividad, que es atractiva". JosÃ© GarcÃa Montalvo, profesor de la Universidad Pompeu Fabra "La desaceleraciÃ³n se estÃ¡ plasmando en la inversiÃ³n, el sector del automÃ³vil y el sector inmobiliario, asÃ como el mercado laboral. Y el BCE tiene cada vez menos tracciÃ³n. AdemÃ¡s, la incertidumbre perjudicarÃ¡ el consumo y acelerarÃ¡ el cambio de ciclo inmobiliario. La desaceleraciÃ³n podrÃa ir mÃ¡s allÃ¡ de un fenÃ³meno cÃclico si los efectos del daÃ±o autoinfligido provocaran un desenlace no esperado o duraran mucho mÃ¡s tiempo". Alicia Coronil, directora de EconomÃa del CÃrculo de Empresarios "La incertidumbre nacional e internacional se traslada a la inversiÃ³n y ya empieza a permear en el consumo de las familias. Y la situaciÃ³n en Europa, con preocupaciÃ³n entre los empresarios, no ayuda. Ya estamos viendo un cambio de tendencia en el sector inmobiliario y en la industria, y habrÃ¡ que ver quÃ© pasa con el turismo en el conjunto del aÃ±o. El PIB se estabilizarÃ¡ en torno al 1,6% interanual y el empleo crecerÃ¡ por debajo". MarÃa JesÃºs FernÃ¡ndez, economista sÃ©nior de Funcas "Los servicios siguen creciendo a buen ritmo, pero hay riesgo de que frenen con mÃ¡s intensidad. Por eso, es posible que la desaceleraciÃ³n continÃºe a un ritmo suave, hasta un 0,3% intertrimestral en algÃºn momento, pero no hay motivos para un cambio brusco de no ser por una guerra comercial, un fuerte impacto del Brexit o una reversiÃ³n de la reforma laboral. El empleo se va a ralentizar, pero no hasta el punto de detenerse". Francisco Vidal, economista jefe de Intermoney "Hemos rebajado nuestra previsiÃ³n para este aÃ±o al 2,1% porque la falta de certidumbre y la ralentizaciÃ³n europea estÃ¡n paralizando inversiones. A EspaÃ±a el escenario le afecta, porque estÃ¡ muy imbricada. Los empresarios son mÃ¡s prudentes con la inversiÃ³n, y la desapariciÃ³n de la demanda embalsada y la moderaciÃ³n del empleo daÃ±an el consumo. Dos aspectos positivos: los costes de financiaciÃ³n y del petrÃ³leo". J. Ignacio Conde-Ruiz, subdir. de Fedea y prof. visitante de Esade "Hay seÃ±ales de desaceleraciÃ³n en el mercado laboral, y en indicadores asociados a la industria, como el IPI o la matriculaciÃ³n de vehÃculos, o en el consumo, principalmente el de confianza. Una vez que el BCE ha puesto en marcha toda su artillerÃa monetaria y teniendo en cuenta el escaso margen fiscal que hay, EspaÃ±a solo tiene una vÃa para afrontar este periodo complicado, y son las reformas estructurales". Altina SebastiÃ¡n, consejera de Caixa Geral de DepÃ³sitos "Es difÃcil evitar que la desaceleraciÃ³n se propague. El sistema financiero seguirÃ¡ sufriendo. Los esfuerzos del BCE para estimular el crecimiento econÃ³mico no han redundado en el resultado esperado y han tenido un impacto muy negativo en el sector bancario, al reducir su margen de intermediaciÃ³n. AdemÃ¡s, el mayor rigor en tÃ©rminos de provisiones lleva a una mayor cautela en la concesiÃ³n de crÃ©ditos y lastra el PIB". Gayle Allard, profesora del IE Business School "EspaÃ±a hasta ahora ha sido una excepcion a la tendencia europea de una fuerte desaceleracion gracias al gasto de los hogares, pero la incertidumbre polÃtica puede acabar incidiendo en el consumo. Uno de los signos de esa posible desaceleraciÃ³n es la caÃda en las ventas de automoviles. La vuelta al consumo como motor de la economÃa es una ventaja en un momento de guerra comercial; hace a EspaÃ±a menos vulnerable que Alemania". Joaquin Maudos, dir. adjunto del Ivie y cated. de la U. de Valencia "El grado de incertidumbre es muy alto y el margen de la polÃtica monetaria y fiscal es muy reducido. Si las exportaciones se ralentizan, todos los sectores sufren las consecuencias en mayor o menor medida, aunque los servicios son menos sensibles, con la excepciÃ³n del turismo. Y, con ello, tambiÃ©n se ralentiza la actividad bancaria, afectando negativamente a una rentabilidad ya baja por los tipos de interÃ©s actuales". MarÃa Blanco, profesora del CEU San Pablo "Aunque hay repuntes en trimestres concretos, la desaceleraciÃ³n es mÃ¡s permanente de lo que nos gustarÃa y la posible recesiÃ³n en Alemania nos afectarÃa mucho. Tampoco el Brexit o la situaciÃ³n en AmÃ©rica Latina ayuda. La economÃa parece sÃ³lida, pero un golpe puede hacer mucho daÃ±o porque muchos desequilibrios no se han resuelto y la incapacidad para recortar el gasto pÃºblico se traduce en mÃ¡s impuestos y mÃ¡s dÃ©ficit". MarÃa JosÃ© Portillo, profesora de la Universidad de Murcia "La desaceleraciÃ³n es una preocupaciÃ³n de todos los paÃses a nivel mundial, pero ademÃ¡s aquÃ hay un parÃ³n por la prÃ³rroga presupuestaria que afecta al consumo y a las empresas, ya que las comunidades autÃ³nomas tienen problemas para pagar a sus proveedores y eso repercute en una mayor morosidad. AdemÃ¡s, los empresarios quieren que la incertidumbre se resuelva, a un lado o a otro, antes de invertir". Keith Wade, economista jefe de Schroders "Las previsiones de la eurozona se han rebajado significativamente a medida que la guerra comercial entre EEUU y China se ha intensificado. Los recortes de tipos de interÃ©s y el retorno de la expansiÃ³n cuantitativa ayudarÃ¡n a la economÃa, pero los bancos y prestatarios cautelosos se toman su tiempo para responder y es poco probable que detengan la propagaciÃ³n de la debilidad de la industria manufacturera a otros sectores". Antonia DÃaz, profesora de la Universidad Carlos III "Estamos en un momento de mucha incertidumbre, si el consumo interno no se sostiene me parece difÃcil mantener el ritmo de crecimiento de hace unos meses. Lo que mÃ¡s se resiente son las exportaciones, pero eso tira de la inversiÃ³n y el empleo se resiente. El gran problema es que las empresas pueden reaccionar destruyendo empleo si las cosas se tuercen, el mercado laboral no es muy flexible". Cristina Enache, directora general de la UniÃ³n de Contribuyentes "Hay una desaceleraciÃ³n que afecta tanto a EspaÃ±a como a Europa, y eso va a ir a peor. Pero ademÃ¡s la situaciÃ³n polÃtica en EspaÃ±a pasa factura a la inversiÃ³n, lo que se puede contagiar a otras Ã¡reas. TambiÃ©n los problemas de inversiones en CataluÃ±a se estÃ¡n contagiado a otras regiones, como es el caso de Navarra. Por todo ello, el PIB se irÃ¡ desacelerando hasta el entorno del 0,2% o el 0,3% en los prÃ³ximos aÃ±os, en la lÃnea de Europa". Rafael PampillÃ³n, profesor del IE Business School "Trump actÃºa de forma espasmÃ³dica, lo que eleva la incertidumbre y eso lleva a que muchas inversiones se dejen de tomar. Y los problemas de la industria automÃ³vilistica llevan a que se aplacen las compras, lo que ha provocado una difÃcil situaciÃ³n en la industria. No es sÃ³lo un efecto del ciclo econÃ³mico, son Trump, LÃ³pez Obrador, el Brexit, Erdogan... y eso se acaba trasladado a la economÃa espaÃ±ola y lastra el empleo y el consumo". Carolina Villegas, profesora de Esade "El Ãndice de producciÃ³n industrial, las ventas de automÃ³viles y la actividad del sector manufacturero han caÃdo. La preocupaciÃ³n ha ido en aumento por la ralentizaciÃ³n de los servicios y la caÃda del turismo. Nada hace pensar que sea algo pasajero. La incertidumbre a internacional y el poco margen de maniobra del BCE con unos tipos de interÃ©s bajo mÃnimos hacen difÃcil pensar que la economÃa crezca en los prÃ³ximos meses". Adrien Pichoud, responsable de Estrategias Total Return - Economista jefe de SYZ AM "El crecimiento mundial sigue ralentizÃ¡ndose debido al debilitamiento del impulso cÃclico, la menor actividad industrial y la incertidumbre sobre el comercio mundial. Hasta ahora, sigue estando respaldado por los servicios, el consumo, un desempleo bajo y unas condiciones de financiaciÃ³n acomodaticia, pero cuanto mÃ¡s tiempo exista esta tendencia a la baja, es mÃ¡s probable que se extienda a los servicios y a la confianza de los consumidores". Will James, economista en Aberdeen Standard Investments "Hay un declive en el sector manufacturero europeo y la debilidad se ha extendido a los servicios. Los niveles de consumo y empleo siguen siendo claves y, aunque en tÃ©rminos de demanda las cosas parecen difÃciles, los bajos tipos de interÃ©s estÃ¡n dando apoyo. AÃºn no hay una seÃ±al clara de que la incidencia de los crÃ©ditos dudosos aumente, ya que los bajos tipos de interÃ©s han permitido a los consumidores desapalancarse".