Editorial Cantabria24horas.com

LO QUE ATERRA A EMPRESARIOS E INVERSORES DEL GOBIERNO PSOE-PODEMOS

LEEMOS EN EXPANSIÃ“N Las propuestas de ambos partidos son un foco de incertidumbre y podrÃan daÃ±ar todavÃa mÃ¡s la economÃa, cuya desaceleraciÃ³n es cada vez mÃ¡s profunda. La apuesta por un Ejecutivo "rotundamente progresista", aunque con una fuerte dependencia de un amplio abanico de partidos nacionalistas y regionalistas, dispara las alarmas entre los empresarios e inversores. AsÃ, si a SÃ¡nchez le puede quitar el sueÃ±o nombrar vicepresidente a Iglesias, "como al 95% de los espaÃ±oles", a empresarios e inversores les puede quitar el sueÃ±o la posibilidad de un aumento desmedido de los gastos, una fuerte subida de la presiÃ³n fiscal y el descontrol de las cuentas pÃºblicas, asÃ como el incremento de los costes laborales que podrÃan venir de la mano de una contrarreforma del mercado de trabajo. Todo ello puede suponer un freno brusco a las inversiones y a la contrataciÃ³n, asestando un duro golpe a una economÃa que ya estÃ¡ muy tocada. Incremento de gastos. Si hay algo que tanto el PSOE como Podemos tienen claro es que hay que incrementar el gasto pÃºblico, ya que es de lo poco que concretan en el documento conjunto, donde hablan incrementos en educaciÃ³n, sanidad, dependencia, pensiones... Muchas de estas promesas pueden sonar bien, pero conllevan una amplia baterÃa de medidas recaudatorias, ademÃ¡s de disparar el dÃ©ficit y restar espacio para un gasto productivo que sÃ podrÃa impulsar la economÃa. Impuestos de Sociedades. Una de las medidas que unieron a ambos partidos en los Presupuestos fallidos de enero fue elevar la tributaciÃ³n de las empresas, imponiendo un tipo mÃnimo del 15% sobre la base imponible, con un alza para banca y petroleras hasta el 18%, y la obligaciÃ³n de tributar parcialmente por los dividendos obtenidos por filiales en el extranjero, pese a que estos ya estÃ¡n gravados en los respectivos paÃs. Ahora se podrÃa recuperar esta medida y establecer incluso un recargo a la banca o a las actividades contaminantes de hasta diez puntos, como el que defendÃa UP en su programa. Asimismo, coinciden en introducir la tasa Google y la tasa Tobin, asÃ como endurecer la fiscalidad de las Socimis. Subida del IRPF. El PSOE habÃa retirado de su programa electoral el alza del IRPF, seÃ±alando que era una idea de Podemos, pero mantenÃa la propuesta de elevar la progresividad y, al mismo tiempo, seÃ±alaba que esta medida sÃ se podrÃa recuperar en un futuro pacto. Anteriormente, los socialistas hablaban de un incremento del tipo mÃ¡ximo para las rentas del trabajo de 7 puntos, hasta el 52%, aunque Podemos iba mÃ¡s allÃ¡ y reclamaba un alza hasta el 55%. TambiÃ©n defienden una mayor tributaciÃ³n de las rentas del capital, con la imposiciÃ³n de tipos de hasta el 27% y el 30%, respectivamente (ahora, en el 23%). Ataque a la autonomÃa fiscal madrileÃ±a. Durante los Ãºltimos meses, SÃ¡nchez e Iglesias han puesto en su punto de mira la autonomÃa fiscal de Madrid a la que acusan (y, en menor medida, tambiÃ©n a AndalucÃa) de "hacer dumping fiscal" al resto de comunidades, limitando sus ingresos. Para evitar lo que algunos miembros de estos partidos calificaban de "paraÃso fiscal", proponÃan una armonizaciÃ³n de Sucesiones y Donaciones y de Patrimonio. Sin embargo, en las Ãºltimas semanas el Partido Socialista fue mÃ¡s allÃ¡ y reivindicÃ³ alguna armonizar tambiÃ©n el IRPF para poner coto a las rebajas de impuestos que prepara DÃaz Ayuso para la regiÃ³n. Hay que seÃ±alar que equiparar todos los impuestos de Madrid con el resto de las regiones podrÃa suponer un incremento de la presiÃ³n fiscal de 5.900 millones, 2.000 euros mÃ¡s por persona. Subida de cotizaciones. Una de las propuestas que comparten ambos partidos es que los autÃ³nomos deben elevar su contribuciÃ³n a la Seguridad Social. Aunque ninguno de ellos ha especificado cuÃ¡nto mÃ¡s deben aportar, sÃ que han seÃ±alado que muchos cotizan muy por debajo de sus ingresos reales. Asimismo, Podemos hablaba de quitar el tope a la base mÃ¡xima de cotizaciÃ³n de los trabajadores a la Seguridad Social (aunque no indica hasta quÃ© niveles ni cuÃ¡ndo lo harÃa) y, dado que esta fue una de las medidas que llevÃ³ a cabo el Ejecutivo actual a principios de aÃ±o, es posible que ahora SÃ¡nchez repita la misma maniobra. Alza del salario mÃnimo hasta 1.200 euros al mes. Asimismo, tanto rojos como morados reclaman un incremento del SMI hasta los 1.200 euros mensuales (con 14 pagas al aÃ±o) hasta 2023, que podrÃa comenzar por un incremento hasta los 1.000 euros ya el prÃ³ximo ejercicio, de acuerdo con los compromisos previos de SÃ¡nchez y las reclamaciones de Iglesias. Y este incremento de costes, junto con los mayores pagos a la Seguridad Social, podrÃa suponer un freno aÃ±adido a la contrataciÃ³n. Hay que recordar que la ComisiÃ³n Europea calcula que el prÃ³ximo aÃ±o apenas se crearÃ¡n 200.000 puestos de trabajo, frente a los mÃ¡s de medio millÃ³n de empleos en cada uno de los ejercicios desde 2014. "Contrarreforma" laboral. Otra de las medidas de las que mÃ¡s han hablado ambos partidos es de revertir la reforma laboral de 2012, algo que Podemos extiende tambiÃ©n a la reforma laboral de 2010. Aunque la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, apuesta Ãºnicamente por acabar con "los aspectos mÃ¡s lesivos" de esta regulaciÃ³n, la primacÃa de los convenios de empresa, lo cierto es que es que son estas herramientas las que dan flexibilidad a las empresas en tiempos de deterioro econÃ³mico, permitiÃ©ndoles sortear las crisis y quitÃ¡ndoles el miedo a contratar, mientras que la incertidumbre opera en sentido contrario. De hecho, muchas empresas llegaron a plantear ERE en las anteriores ocasiones en las que ha habido tentativas de pacto entre PSOE y Podemos, para adelantarse a posibles cambios en la regulaciÃ³n laboral. Descontrol del dÃ©ficit. TambiÃ©n preocupa entre los inversores el descontrol del dÃ©ficit pÃºblico. A pesar del carÃ¡cter presuntamente tecnÃ³crata de la ministra de EconomÃa y posible vicepresidenta econÃ³mica, Nadia CalviÃ±o, Bruselas calcula que el desequilibrio entre ingresos y gastos ascenderÃ¡ al 2,2% del PIB el prÃ³ximo ejercicio, 22.000 millones mÃ¡s que lo autorizado por el Congreso y el Senado. Y esta cifra podrÃa incrementarse, ya que las medidas de gasto esbozadas son muy concretas, mientras que las subidas tributarias son difusas y su recaudaciÃ³n podrÃa quedar a la mitad que lo que estima el Gobierno, segÃºn la Autoridad Fiscal. Control a los alquileres. Por otra parte, el control de los precios del alquiler que plantea Podemos tambiÃ©n podrÃa asestar un duro golpe a las empresas inmobiliarias, que ya frenaron sus inversiones tras el Ãºltimo Decreto Ley. A esta nueva vuelta de tuerca, que lastrarÃ¡ la rentabilidad de estas empresas, se suma el recargo tributario ya mencionado a las Socimis. Banca pÃºblica. La formaciÃ³n liderada por Pablo Iglesias quiere crear una banca pÃºblica con la fusiÃ³n de Bankia y el ICO, algo contra lo que alertan los economistas, que seÃ±alan que este tipo de empresas suele prestar menos atenciÃ³n a la solvencia de sus clientes, lo que deriva en una mayor morosidad. AcelerÃ³n de la transiciÃ³n ecolÃ³gica. Otro foco de preocupaciÃ³n para las compaÃ±Ãas, especialmente para la industria, es que Ribera ya apostaba por cerrar las centrales de carbÃ³n y las nucleares en los prÃ³ximos aÃ±os, y el pacto con Podemos puede endurecer esta posiciÃ³n. Esto significa que el sistema elÃ©ctrico puede quedar cojo cuando no haya viento ni sol, lo que llevarÃa a una fuerte volatilidad en el recibo de la luz. AdemÃ¡s, la empresa pÃºblica que plantea Iglesias puede daÃ±ar la rentabilidad del sector. Patada hacia delante en la Seguridad Social. Por otra parte, Podemos reclama un incremento de las pensiones mÃnimas hasta los 750 euros, duplicando las cifras actuales, ademÃ¡s de incentivar las jubilaciones anticipadas. Esto serÃa incompatible con el saneamiento del sistema de la Seguridad Social, y el gran problema es que a partir de 2023 comenzarÃ¡ a jubilarse la generaciÃ³n del baby boom por lo que, si no se acaba antes con el dÃ©ficit, el desequilibrio se puede disparar. Y mÃ¡s, con el frenazo experimenta ya el empleo. FinanciaciÃ³n autonÃ³mica. TambiÃ©n es necesario acometer la reforma de la financiaciÃ³n autonÃ³mica, pero el peligro es que, con un Ejecutivo plurinacionalista, los recursos acaben yendo a aquellas regiones con una mayor influencia polÃtica, y no a aquellas peor financiadas, lo que obligarÃa a un nuevo reparto en el futuro prÃ³ximo. A esto se suma tambiÃ©n la dependencia de SÃ¡nchez de los partidos independentistas catalanes, lo que puede obligar al aplazamiento de las actuaciones para restablecer el orden en la regiÃ³n.