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LA PRIORIDAD DE VACUNAR... CON ORDEN

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VACUNAR ES LO IMPORTANTE. Este puede ser el resumen de este comentario cuando la pandemia acelera en vez de retroceder, si tenemos en cuenta que en Cantabria tenemos ya una incidencia de más de 250 casos por cien mil habitantes y la media nacional supera los 350. 

Ante esta situación de agravamiento general, el Gobierno de Cantabria,  consciente del clamor popular en su contra por el pobre o ridículo ritmo de vacunaciones realizadas los primeros días, a pesar de que se habían recibidido dos entregas con casi doce mil dosis, ha puesto en marcha el acelerador procediendo a administrar varias miles de vacunas en las últimas cuarenta y ocho horas, no importa a quién (si es o no de una residencia de mayores, si es sanitario de primera línea o auxiliar de servicios generales en un centro hospitalario), es decir, solo importa en estos momentos el número y la estadística con el fin de recuperar la confianza perdida. 

En los dos últimos días, se han vacunado en Valdecilla a unas cuatro mil personas (el personal supera los 5.500), sin que dichas vacunaciones respondan a un criterio sanitario que, al parecer, aconseja la situación, es decir, comenzando por los sanitarios de primera línea o de personas de edad que son las de mayor riesgo. Al menos, ésto es lo que se ha venido anunciando desde hace meses, antes de lograrse la vacuna, cuando toda la esperanza estaba puesta en los laboratorios que contra reloj instaban a sus investigadores a lograr la necesaria vacuna.

No nos parece responsable, desde luego, vacunar a una persona joven, sin un trabajo de riesgo, por el simple hecho de que trabaje en un centro hospitalario, como es Valdecilla en el caso que comentamos y sobre lo que ya existen numerosas pruebas. No se pregunta por datos sanitarios que serían relevantes en estos momentos, solo su identidad y su número como personal de la plantilla del hospital.

Esta forma de vacunar, sin prioridad y otras exigencias que pueden ser necesarias en estos momentos, nos parece trucar los fundamentos mismos de la vacunación rigurosa que debería exigirse ante esta pandemia. 

Precisamente por los bajos registros de vacunación que han sido muy comentados a nivel nacional y regional, la Consejería de Sanidad se ha inclinado más por presentar unos números más responsables que los de hace días, aunque fuera, como es el caso, ignorar conscientemente el orden de las vacunaciones suficientemente debatido y que exige el análisis de la pandemia, que no es otro que el comenzar por las personas de más edad en residencias, en muchos casos no válidos, además del personal sanitario que está directamente en el área de lucha directa contra el virus, todas esas personas que durante estos meses se han considerado de mayor riesgo.

De esta manera, se están promoviendo vacunaciones masivas como la señalada de Valdecilla, a la que seguirán las de otros centros hospitalarios. ¿Que vía a seguir es la mejor ante la situación actual? Pues ante el desbarajuste de los primeros días y la incapacidad demostrada por quienes tenian la obligaciòn de tener preparado el mecanismo necesario, ahora mismo nos inclinamos por vacunar, dentro del orden posible, de manera indiscriminada. Es decir, vacunar y vacunar, pero por favor que no sigan miles de dosis almacenadas. Es el trabajo que se demanda de la Consejería de Sanidad, hay otro que se traslada a nuestra propia responsabilidad. Eso sí, si queremos ser inmunes. 

 

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