Tras otro batacazo electoral para Ciudadanos en las elecciones andaluzas, las voces críticas dentro de la formación han forzado un proceso de refundación para intentar recuperar lo perdido y seguir en el tablero político nacional.

Andalucía fue la gota que colmó el vaso, pues pasaron de formar parte del Gobierno a desaparecer por completo, pues no han logrado ningún solo diputado en estos comicios. Una tendencia que arrastran ya en varias comunidades y dentro del partido ya se está pensando en clave nacional ya que en 2023 tendrán lugar las generales, por lo que los militantes han pedido un cambio radical.

Muchos apuntaban a la dimisión de Inés Arrimadas, presidenta del partido, pero en el Comité Ejecutivo Nacional ha descartado de nuevo su dimisión y ha confirmado que seguirá al frente de Ciudadanos hasta que concluya el proceso de refundación. Una vez finalice, ha asegurado que será la militancia quien decida quién seguirá al frente del partido.

Refundación en 6 meses como máximo

Arrimadas ha resaltado que ni ella ni su equipo desean estar "a toda costa" en el partido, pero está convencida de que a España "le irá mejor" con una opción política como la formación Naranja.

Ha subrayado que tenían dos opciones: dimitir en bloque toda la dirección o encabezar un proceso de refundación. La primera es la "más fácil", ha señalado, pero han optado por iniciar un proceso de "refundación profunda" para "seguir luchando" por el partido.

El proceso durará 6 meses y será totalmente abierto a la militancia, ha detallado, para convertirse en "un partido más abierto" a los españoles y que sea capaz de "ofrecerles soluciones". También contarán con un equipo asesor externo conformado por profesionales e intelectuales para impulsar una voz "liberal" en España.

Arrimadas ha asumido los errores de su etapa, aunque ha insistido en que Ciudadanos es un partido "muy bueno" para el país y que su presencia sigue siendo "imprescindible".