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EN PUERTAS DE LA "CUESTA" DE SEPTIEMBRE

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Matrículas, tasas académicas, libros de texto, material escolar, comedor, actividades extraescolares, ropa y uniformes… Son solo algunos de los gastos extra que las familias deberán afrontar con el fin de las vacaciones de verano, la llegada del temido mes de septiembre y el inicio del curso escolar 2022-2023. En un contexto de inestabilidad económica a escala global, venida a más si cabe fruto de la subida en los precios de la inmensa mayoría de los productos, la 'vuelta al cole' se convierte en todo un Everest para muchos hogares madrileños, que deberán hacer un ejercicio de ingeniería financiera a escala doméstica para exprimir hasta el último céntimo y hacer frente a tales costes.

De acuerdo con el estudio publicado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) el pasado mes de agosto en base a más de un millar de entrevistas con padres y madres con hijos en edades comprendidas entre los tres y los 18 años, el gasto medio anual relacionado con la escolarización de cada niño en nuestro país asciende hasta los 1.890 euros de media. En Madrid y Cataluña, las comunidades en las que la inversión familiar en educación es más alta, esta cifra aumentaría hasta los 2.400. Por el contrario, en Castilla y León, Castilla-La Mancha y Galicia, las que menos gastan, el coste total rondaría los 1.100 euros.


 

En cualquier caso, debe tenerse muy en cuenta que el desembolso varía mucho en función de si se opta por la vía pública o, por el contrario, se decide fiar la educación de los más pequeños a un centro concertado o privado. Mientras los alumnos que asisten a un colegio público suponen un gasto medio anual de 968 euros para sus progenitores, aquellos que se matriculen en un centro concertado o privado harán subir el montante total hasta los 2.704 y los 6.247 euros respectivamente. La diferencia entre ambas opciones radica fundamentalmente en el pago de matrículas y otras tasas propias de cada institución, cuotas de las que estaría exenta la educación pública.

La etapa educativa a la que pertenezca el alumno es otro de los factores clave a la hora de calcular o, al menos estimar, los gastos propios de la 'vuelta al cole'. Así, los costes medios oscilan entre los 1.501 euros en secundaria, la etapa más barata, y los 2.095 en Educación Infantil, la más cara, pasando por los 1.874 de Bachillerato y los 2.078 de Primaria.

Comedor, actividades extraescolares y libros de texto

Aunque se trata de un auténtico salvavidas para muchas familias en la medida en que permite compatibilizar la vida profesional y el cuidado de los hijos sin necesidad de recurrir a familiares o amigos, otra de las cargas económicas que los hogares deben afrontar con el inicio del curso es el comedor. En concreto, el gasto medio por alumno asciende a 95 euros al mes en centros públicos; 127, en concertados; y hasta 146, en privados. Las actividades extraescolares también favorecen la conciliación, pero suponen un nuevo e importante desembolso: 64 euros al mes en colegios e institutos públicos; 76, en concertados; y 92, en privados.

A pesar de que tradicionalmente se han heredado de generación en generación y en la actualidad existan bancos y despensas dedicadas a su recogida en los centros para hacérselos llegar a familias vulnerables, los libros de texto suponen otro de los gastos que vienen aparejados al mes de septiembre. Así, cada alumno deberá gastarse de media 148 en colegios e institutos públicos, 228 en centros concertados y 234 en privados. Todo ello sin contar otros gastos que vienen a ser la guinda del pastel, como la ropa, el uniforme, el equipamiento deportivo, el material escolar, las excursiones y las cuotas del AMPA.

Para más inri, en un contexto inflacionario como el actual, cabe esperar una escalada progresiva de los precios, también en el ámbito escolar. Al menos así lo estiman desde la propia OCU. “Aunque aún no podemos hablar de cifras concretas, está claro que la 'vuelta al cole' va a ser más cara que en años anteriores como consecuencia de la inflación”, explican desde la plataforma de consumidores y usuarios. Coincide a este respecto la Federación de Asociaciones de Padres y Madres (FAPA) Francisco Giner de los Ríos, que lamenta además la escasa inversión de la Comunidad de Madrid en Educación. “La vuelta al cole supone una cuesta terrible. Más aún este año, que se han encarecido los precios de manera considerable y generalizada. En Madrid, somos las familias que más pagamos en educación de todo el país. Al mismo tiempo, nuestro Gobierno es uno de los que menos invierte. Es dramático si tenemos en cuenta que más de un 20 por ciento de los madrileños se encuentra en situación de pobreza”, aseveran.

Cesta de la compra, luz y carburantes

En paralelo, las familias no pueden dejar de lado los gastos cotidianos, tales como la alimentación, los productos de higiene, la luz, el agua o los carburantes, entre otros. Estos, como es bien sabido, no son ninguna excepción en la vigente espiral alcista de los precios. “En base a nuestras estimaciones, el sobrecoste de la alimentación que tendrán que afrontar las familias en el último trimestre del año será de unos 210 euros. Es muchísimo. Sobre todo, para aquellas que se encuentren en una situación de vulnerabilidad económica”, advierten desde la OCU. Si hablamos de carburantes, más de lo mismo. “La subida ha sido muy elevada, de hasta el 45 por ciento con respecto al pasado año. Todas las medidas encaminadas a ofrecer transporte gratuito o, al menos, abaratarlo van a ser muy bien recibidas por las familias”, agregan.

En cuanto a la tarifa eléctrica, las pequeñas bajadas de las últimas semanas, motivadas en buena parte por limitaciones como la ‘excepción ibérica’, están aún muy lejos de devolver los precios a niveles de años anteriores. Así, uno de cada cuatro hogares reconoce dificultades para cubrir sus necesidades diarias y un tercio afirma no contar con margen de ahorro alguno, tal y como recogen los datos de la OCU. Estas cifras aumentan aún más si hablamos de familias con dos o más hijos a su cargo. Es por ello que desde la plataforma de consumidores y usuarios abogan por medidas como la suspensión temporal de los impuestos energéticos.

Becas y ayudas

Para paliar el incremento de los costes aparejado a la 'vuelta al cole', desde las instituciones públicas se han puesto en marcha diversos programas de becas y ayudas. Sin ir más lejos, la Comunidad de Madrid cuenta con una “ambiciosa” red de ayudas a la que se destinan 226 millones de euros y de la que en la actualidad se benefician 600.000 escolares, lo que supone más de la mitad del alumnado madrileño.

En concreto, la red incluye los programas préstamo de libros ACCEDE, en el que se invierten 50 millones de euros y que cuenta con 440.000 beneficiarios, Precio reducido de comedor (32,6 millones de euros y 100.000 beneficiarios), Ayudas de comedor en vacaciones (1,3 millones de euros), Cheque de Educación Infantil (50,6 millones de euros y 33.200 beneficiarios), Ayudas al transporte (350.000 euros y 900 beneficiarios), Becas FP Grado Superior (30,5 millones de euros y 11.800 beneficiarios), Becas FP Grado Medio (2,4 millones de euros y 1.100 beneficiarios), Becas de 2ª oportunidad (15 millones de euros y 6.000 beneficiarios) y Becas de Bachillerato (43,4 millones de euros y 11.200 beneficiarios). A todos ellos, matizan desde la Consejería de Educación, Universidades, Ciencia y Portavocía de la Comunidad, “habría que añadir las desgravaciones y beneficios fiscales que desarrolla la Consejería de Economía, Hacienda y Empleo”.

El área de Familias, Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento de Madrid cuenta también con planes propios que aspiran a ayudar a las familias vulnerables a subir esta particular cuesta de septiembre. “Si una familia se encuentra en una situación complicada, puede acudir a Servicios Sociales, donde se realizará una valoración de su situación que le permitirá acceder a una ayuda económica para libros, ropa…”, explican fuentes del Consistorio madrileño. Asimismo, añaden, “estamos a punto de subir la cuantía de la Tarjeta Familias de acuerdo con la inflación. El objetivo es que las familias usuarias noten lo menos posible el alza de los precios”.

Pese a todo, en la FAPA consideran que la solución no pasa por este tipo de becas, “que vienen en buena parte de entidades privadas”, sino más bien por una mayor inversión en servicios públicos. “Un cheque no soluciona nada. La verdadera solución al problema pasa por una mayor inversión en servicios públicos. Es la única manera de garantizar el derecho de las familias a la educación de sus hijos. Desgraciadamente, no parece que haya voluntad política para hacerlo”, concluyen.

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