Teherán, capital de Irán, volvió a ser escenario el viernes por la noche de nuevas manifestaciones tras una semana de protestas desencadenadas por la muerte de una joven detenida por la policía moral, y cuya represión ha dejado al menos 17 muertos.

La joven Mahsa Amini, de tan sólo 22 años, fue detenida el 13 de septiembre en la capital por vestir de manera "inapropiada" el velo islámico y la policía moral hizo cumplir el estricto código de vestimenta.

Acabó muerta 3 días después en el hospital, supuestamente por causas naturales.

Mahsa era también conocida como Jina Amini y arrestada y presuntamente torturada por no usar su hiyab correctamente por la Policía de la Moral del Gobierno iraní, un escuadrón especial de policía a cargo de la implementación pública de las regulaciones del hiyab de Irán.

Después de 2 horas de golpes en la cabeza sufrió un ataque cerebral y cardíaco, y entró en coma. Es una de las víctimas más famosas de agresión y violencia contra las mujeres en Irán.

Era originaria de Saqqez, de la provincia de Kurdistán.

Después de la muerte de Mehsa, personas de diferentes ciudades, incluida la capital y su ciudad natal, Saqqez, salieron a las calles y gritaron consignas contra el Gobierno iraní.

Estas manifestaciones fueron reprimidas por las fuerzas policiales especiales de Irán pero decenas de mujeres han desafiado a las autoridades islámicas quitándose los velos y quemándolos.

CONCLUYENDO: MUY VALIENTE el pulso de las mujeres en Irán contra el régimen de los ayatolás por la muerte de Masha Amini tras ser detenida por llevar mal el velo. La imagen de cientos de jóvenes descubiertas en plena calle es un "¡basta ya!" contra el sometimiento de la mujer en el mundo islámico. Un simple gesto que tuvo gran repercusión en el propio país —donde se registraron al menos 17 muertes en protestas— y por todo el mundo, dado que por ejemplo Estados Unidos reprobó a la Policía de la Moral iraní, bajo cuya custodia falleció la joven kurda.

¿Esperanzas de cambio? Pocas. Hace dos días el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, suspendió una entrevista con la CNN porque la periodista Christiane Amanpour rechazó cubrirse la cabeza con un pañuelo.