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75.000 cántabros viven en 46 municipios que ya no tienen una sola oficina bancaria

A nivel nacional son 4.443 municipios en los que viven 1,6 millones de personas, el 3,45 por ciento de la población nacional.

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75.000 cántabros viven en 46 municipios que ya no tienen una sola oficina bancaria
16-10-2021

 

REDACCIÓN. Cantabria24horas.

Cuarenta y seis municipios de Cantabria –el 45,10 por ciento del total de la comunidad- en los que viven alrededor de 75.000 personas (el 12,84 por ciento del total de la población de Cantabria), carecen ya de oficina bancaria. A nivel de Estado, más de la mitad de los municipios no tienen una sola oficina bancaria, que algunas informaciones han apuntado a que son 4.443 municipios en los que viven más de 1,6 millones de ciudadanos, el 3,45 por ciento de la población nacional, datos éstos que corresponden al Banco de España en sus últimas actualizaciones del pasado mes de junio.

En Cantabria existen un total de 282 oficinas bancarias que por este orden corresponden a Unicaja-Liberbank, 76; Banco Santander, 75; CaixaBank, 59; BBVA, 29; KutxaBank, 10; Bankinter, 8; Caja Rural de Burgos,7; Sabadell, 5; Caja Laboral Popular, 4; Cajamar, 2; DeutscheBank, 1; Ibercaja, 1 e ING, 1. El resto corresponden a otras entidades escasamente conocidas.

El 36 de los 102  de los municipios cántabros en riesgo de despoblación

La Consejería de Presidencia publicó recientemente una orden que delimita los municipios de la región en riesgo de despoblamiento: 30 de actuación prioritaria por riesgo grave y otros ocho de actuación preferente. El 80 por ciento de la población de Cantabria (más de 451.000 habitantes) se concentra solo en 20 de sus 102 municipios, que ocupan el 12 por ciento de su superficie, mientras que en el 88 por ciento restante del territorio viven algo más de 188.000 personas.

Cerca del 30 por ciento de los municipios cántabros tienen menos de 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado, el límite en el que la Unión Europea sitúa en riesgo de despoblación. Son 29 municipios y en 19 la densidad de población es inferior a ocho habitantes por kilómetro cuadrado, una proporción que la UE considera ya de riesgo severo. Y todos los ayuntamientos de Cantabria en riesgo de despoblación son municipios no costeros.

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, Cantabria se encuentra entre las comunidades que han perdido mayor número de población, un 11 por ciento desde 2008. Entre 2000 y 2018 en Cantabria han reducido su población 50 municipios que representan casi la mitad del total, exactamente el 49,02 por ciento.

Entre ellos siete son costeros y 43 no costeros. Y mientras la media de la pérdida de la población en los municipios costeros fue del 6,9 por ciento, en los alejados del litoral se redujo un 12,4 por ciento. Según se recuerda en la orden, los municipios afectados por la despoblación sufren una serie de problemas comunes como el envejecimiento, el aislamiento geográfico, considerables dificultades de integración territorial con otras regiones, falta de conexiones de transporte e internet, ausencia de servicios sociales adecuados, y menores dotaciones de capital humano y oportunidades de empleo, lo que determina su mayor declive económico.

Los 30 municipios que el Gobierno de Cantabria considera de actuación prioritaria por riesgo grave de despoblamiento son Cabezón de Liébana, Cabuérniga, Camaleño, Lamasón, Los Tojos, Peñarrubia, Pesaguero, Polaciones, Rionansa, Tresviso, Tudanca, Vega de Liébana, Cieza, Hermandad de Campoo de Suso, Campoo de Yuso, Pesquera, Las Rozas de Valdearroyo, San Miguel de Aguayo, Santiurde de Reinosa, Valdeprado del Río, Valdeolea, Valderredible, Arredondo, Luena, Miera, Ruesga, San Pedro del Romeral, San Roque de Riomiera, Soba y Vega de Pas. Los ocho de actuación preferente son Cillorigo de Liébana, Herrerías, Ruente, Anievas, Arenas de Iguña, Bárcena de Pie de Concha, Molledo y Rasines.

PROBLEMAS. Si bien en términos relativos supone que solo el 3,5% de la población en España carece de acceso a una sucursal, encontrar una oficina en algunas comunidades autónomas ya es complicado. Además, se produce la situación de que precisamente en las zonas rurales en las que no hay oficinas bancarias es donde los ciudadanos tienen más necesidad de ellas. Se trata, en general, de zonas con escasa población donde buena parte de los habitantes pertenece a un grupo de edad que tiene más difícil el acceso a los canales digitales de los bancos y para los que el acceso al efectivo sigue siendo un problema importante.

El propio Banco de España en el informe Infraestructura del efectivo y vulnerabilidad en el acceso al efectivo en España advierte de que en torno a 1,3 millones de personas se encuentra en una situación vulnerable para acceder al efectivo y subraya que “es fundamental asegurar que los ciudadanos que deseen usar este medio de pago tengan acceso a él”.

EVITAR LA EXCLUSIÓN FINANCIERA. Para paliar esa ausencia de servicios bancarios presenciales y evitar la exclusión financiera, se han llevado a cabo algunas iniciativas. CaixaBank ha heredado el Ofibus de Bankia, una sucursal móvil, que recorre municipios en riesgo de exclusión financiera. En 2020 la entidad absorbida por CaixaBank dio servicio a 250.000 personas residentes en 373 municipios que realizaron 200.000 operaciones.