Flamenco andaluz en el FIS: Mujeres, danzas y bailes, en el tiempo de García Lorca.
Sobre el escenario de la Sala Argenta, vivimos los espectadores, todo el maleficio, acompañante oscuro del poeta hasta sus últimos días y de las mujeres que moldearon sus sentimientos.
71 FESTIVAL INTERNACIONAL DE SANTANDER
Por CLAQUETA
Actuación: BALLET FLAMENCO DE ANDALUCIA
Título: “EL MALEFICIO DE LA MARIPOSA”
Género: Flamenco. Mujeres, danzas y bailes, en el tiempo de Federico García Lorca.
Dirección: Úrsula López
Interpretes: Isaac Tovar. Cuerpo de baile, 12 miembros; dos al cante; dos guitarristas, dos percusionistas; y un pianista, entre otros.
Crítica: El espectáculo del Ballet Flamenco de Andalucía, de título, “El maleficio de la mariposa”; acogido por el FIS, tras ser estrenado en el auditorio de Los Jardines del Generalife de, Granada. Mostrando una historia de amor, entre Federico García Lorca y el Flamenco, sobre todo las flamencas. Por ello la inmediata puesta en escena en Santander, invita a un homenaje a, Carmen Amaya, una de sus comadres; y de su amigo el cineasta Buñuel. Ella enterrada en el cementerio de Ciriego.
La compañía andaluza, ha creado una coreografía, obra y gracia de Úrsula López, con dos tipos de impacto. El primero ahondar en la raíz del feminismo en el flamenco. La segunda de tono formal, es el empleo del vestuario con personajes danzantes trasformados, es un ejemplo, en mariposas.
Sobre el escenario de la Sala Argenta, vivimos los espectadores, todo el maleficio, acompañante oscuro del poeta hasta sus últimos días y de las mujeres que moldearon sus sentimientos. Desde la enorme alegría vitalista, llena de sensibilidad, hasta la tragedia de su muerte, inducida por odio, venganza y despropósito.
Igualmente supone una nueva versión de una obra creada por el poeta granadino y la famosa bailarina “La Argentinita”, del mismo título, hace algo más de cien años. Ahora con unos intérpretes surgidos en función de un argumento muy personal. Donde los elemento imprescindibles del flamenco suenan con tañidos de fuego interior. En un retrato de la pureza de sentimientos de un movimiento racial; curiosamente adorador de la mujer, desde, un cierto incipiente, matriarcado o de protagonismo del amor tanto espiritual, como físico.
Un perfecto y popular estudio de las muchas aristas ofertadas por el flamenco. Eso sí, sin perder esencias.