Si alguien pensaba que todas las tensiones entre PP y Ciudadanos por los repartos de poder ya estaban dirimidas, se equivocaba. Tras haber hecho alcalde de Madrid al 'popular' José Luis Martínez Almeida, ahora Ciudadanos se apuntana un segundo 'round' y exigirá que su candidato Ignacio Aguado sea el presidente de la Comunidad.

A los naranjas no les basta con haber situado a Begoña Villacís como segunda del Ayuntamiento de la capital. Una vez que el popularAlmedia tiene en sus manos el bastón de mando de la ciudad, los liberales ponen encima de la mesa un cambio de cromos en la esfera regional que sitúe a Aguado al frente del Gobierno de Sol, lo que dejaría a Isabel Díaz Ayuso sin la presidencia, pese a ser la segunda más votada tras Ángel Gabilondo, del PSOE.

Al parecer, fuentes de la dirección de Cs ya lo han hecho saber a la prensa, lo que algunos interpretan sólo como un intento por seguir protagonizando las negociaciones y sacar más réditos en el reparto del ejecutivo regional que se forme, pero sin reales pretensiones de conseguir una presidencia que no le corresponde por votos. Sin embargo, los naranjas recuerdan que ante los 30 escaños de Ayuso en la cámara regional en las pasadas elecciones del 26 de mayo, la lista de Aguado obtuvo 26 diputados, lo que consideran casi un empate.

Pero aunque no se quiera admitir, mucho tendrá que decir Vox, socio necesario para ambos. Los de Rocío Monasterio no verían con buenos ojos ese cambio de cromos y ver a Aguado como presidente, decantándose mejor por la vía Ayuso, con quien además Monasterio sí tiene una buena relación, desde la distancia, frente al choque con Aguado, con quien hubo que forzar una reunión secreta para pactar la constitución de la Mesa de la Asamblea la pasada semana.

Quienes creen en las posibilidades de Aguado, apuntan a que así se comprendería por qué Aguado está tan reticente a fotografiarse con Vox y por qué fue tan duro contra el PSOE, no dejando ni una sola vía a la negociación: ya tenía en mente gobernar con el PP cediéndole la presidencia. Por otra parte, no pocos vieron casual el gesto apagado de Ayuso en la toma de poder de Almeida el sábado como alcalde de Madrid