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Concedida la licencia para las obras de la sede de la Fundación Enaire en Gamazo

Reclama que se liciten las obras de forma inmediata, con el fin de que esta nueva dotación cultural pueda abrir sus puertas cuanto antes en la ciudad

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Concedida la licencia para las obras de la sede de la Fundación Enaire en Gamazo
04-01-2019

El Ayuntamiento de Santander ha concedido licencia de obra y de actividad para el acondicionamiento de las naves de la Autoridad Portuaria en Gamazo con el fin de que acojan la sede de la colección de la Fundación Enaire en la ciudad.

Así lo ha anunciado hoy el concejal de Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda, César Díaz, quien ha detallado que la concesión de la licencia se produce una vez que han subsanado todas las cuestiones que se habían requerido desde los servicios técnicos municipales y se ha sometido al preceptivo proceso de información pública.

Díaz ha reclamado que, una vez que se han otorgado las licencias correspondientes, el Ministerio de Fomento licite inmediatamente las obras, reiterando así la petición que la alcaldesa, Gema Igual, trasladó al ministro, José Luis Ábalos, y al secretario de Estado de Infraestructuras, Pedro Saura, en las reuniones mantenidas con ambos.

“Aunque ya no será posible cumplir con el compromiso del anterior ministro, Íñigo de la Serna, que era iniciar las obras en 2018, pedimos al Ministerio que actúe con diligencia y agilidad, con el fin de que esta nueva dotación cultural pueda abrir sus puertas cuanto antes en la ciudad”, ha subrayado.

En este sentido, ha recordado que el pleno de la Corporación municipal, a instancias del grupo municipal popular, aprobó en el mes de julio una moción para que se garantizara la continuidad del proyecto de la sede de Enaire en Santander en los plazos y términos comprometidos por el anterior Gobierno, que dejó prevista también financiación para ello; y que se licitaran sin más demoras las obras.

Asimismo, ha insistido en que, desde el primer momento en el que se planteó este proyecto, el Ministerio asumía tanto las obras como el posterior funcionamiento del centro, por lo que ha hecho hincapié en que se cumpla con ese compromiso.

“La llegada a Santander de la colección de la Fundación Enaire supone seguir ampliando y  complementando la oferta artística y cultural de la ciudad y constituye un proyecto de calado que no podemos permitir que se siga retrasando ni dejando de lado, por lo que estaremos vigilantes para que se avance con la mayor rapidez posible en su desarrollo”, ha subrayado Díaz.

Una inversión de 1,5 millones de euros

Esta actuación, cuyo presupuesto asciende a 1,5 millones de euros, prevé rehabilitar las naves de Gamazo para su uso como sala de exposiciones permanente de la colección Enaire de arte contemporáneo, así como para el desarrollo de un programa paralelo de actividades y exposiciones temporales.

El exministro Íñigo de la Serna firmó en octubre de 2017 con el presidente de la Autoridad Portuaria de Santander, Jaime González, el convenio para la puesta a disposición de estas instalaciones, situadas en el número 3 de la calle Severiano Ballesteros, que concede la ocupación de las instalaciones a la Fundación por un plazo de 20 años prorrogables por períodos quinquenales sucesivos hasta un máximo de 50.

El proyecto contempla habilitar en la planta baja dos espacios expositivos, uno de mayor dimensión destinado a la colección de la Fundación Enaire y otro menor, conectado con el anterior, dedicado a exposiciones temporales y varios espacios complementarios, una zona de recepción, un servicio accesible, que pudiera hacer las veces de vestuario, el control de seguridad con su propio aseo, un pequeño almacén y los cuartos de instalaciones.

En la planta primera, la Fundación Enaire prevé mantener la superficie construida actual disponiendo un espacio polivalente que puede servir de zona de trabajo o de aula/taller y los servicios.

Se habilita el acceso por la fachada oeste de la nave posterior, aprovechando el espacio exterior para crear un vestíbulo al aire libre protegido parcialmente por una gran marquesina.

Se crea una recepción para evitar el acceso directo a la sala, facilitando el control térmico. Tras el mostrador de recepción se localizan dos puestos de trabajo. Desde el vestíbulo, se accede, de forma diferenciada, a la sala principal, que ocupa todo el espacio de la antigua nave y al área donde se localizan los espacios destinados al núcleo de comunicaciones, control de seguridad, servicios, instalaciones y almacén.

Desde la sala grande que ocupa toda la nave antigua se accede a otro espacio expositivo más reducido. La sala grande puede destinarse a la colección permanente y la pequeña a exposiciones temporales, aunque los espacios expositivos se plantean flexibles.