¿Cuáles son los riesgos del fin de las mascarillas en exteriores?
Desde el inicio de la pandemia hemos sido testigos de cómo las variantes de la COVID 19 pueden suponer un importante riesgo para nuestra salud
Desde el pasado 26 de junio, el Gobierno de España decidió dar un paso más hacia la nueva normalidad, eliminando la obligación de tener que utilizar mascarillas en exteriores. Desde los inicios de la pandemia, las mascarillas nos han acompañado durante la totalidad del tiempo que permanecíamos en el exterior de nuestra vivienda. Sin embargo, y a medida que el ritmo de vacunación ha ido avanzando, algunas medidas han ido desapareciendo de manera progresiva. Entre ellas, la ausencia del cubrebocas.
Existen tres barreras de protección no farmacológicas que nos permiten prevenir el contagio de la COVID 19: la barrera (mascarilla), la ventilación y la distancia de seguridad. Con la eliminación de la primera, el gel hidroalcohólico sigue siendo el bestseller, consolidándose como uno de los elementos de seguridad en los que mayor parte de la población confía. Analizamos cuáles son los principales riesgos que se desprenden del fin de las mascarillas en exteriores.
Contagios por contacto cercano en espacios concurridos
Pese a que la ausencia de mascarillas en espacios exteriores únicamente está permitida en aquellos casos en los que podemos respetar la distancia de seguridad, la realidad es que no siempre se tiene en cuenta este condicionante. Dando lugar a grandes aglomeraciones en las que la ausencia de mascarilla se ha convertido en un denominador común.
No han sido pocos los expertos que han destacado la precaución que debemos tener en todos los espacios en los que no existe distancia de seguridad. Especialmente destacada en el caso de aquellas personas que todavía no han sido vacunadas.
Los eventos multitudinarios
Desde este mismo fin de semana, Sanidad ya permite el 100% de los partidos de fútbol y de baloncesto al aire libre. Una situación similar a la que ocurre en los eventos culturales en espacios interiores, aunque en este último caso con una mayor cantidad de restricciones.
Estos eventos suponen un importante peligro en términos de contagio. Pese a que la mascarilla será obligatoria en ambos casos, serán muchas las superficies en las que se podrán producir un contacto superior al permitido. Siendo el gel hidroalcohólico la mejor solución en estos casos para protegernos de cualquier posible contagio.
Propagación de nuevas variantes
Desde el inicio de la pandemia hemos sido testigos de cómo las variantes de la COVID 19 pueden suponer un importante riesgo para nuestra salud. En algunos casos, las vacunas son suficientes para frenar estas variantes. En otros, no se tiene todavía toda la información como para poder responder a esta cuestión.
El uso de las mascarillas permitía evitar las propagaciones de las nuevas variantes existentes. Tras la aprobación de la norma, queda por determinar cuál será el impacto de la ausencia de los cubrebocas en el momento en el que continúen apareciendo nuevas variantes que impidan mantener bajo control el riesgo de contagio.
Las mascarillas, junto con los geles hidroalcohólicos, han sido dos de los elementos que mayores dosis de tranquilidad han imprimido sobre la población para protegernos de la propagación del virus. Una vez se ha eliminado la obligatoriedad de tener que utilizar las primeras en exteriores, es el gel hidroalcohólico la solución más eficaz para proteger tanto nuestra salud como la de los nuestros.