DOS JUGLARES DE LA MÚSICA Y EL TEATRO SE DAN CITA EN LA PEREDA
FANTASÍA + LAZARO DE TORMES. UN JUGLAR DEL SIGLO XXI

POR CLAQUETA
Intérprete musical: ENRIKE SOLINÍS (Vihuelas, guitarra barroca, laúd y guitarra eléctrica)
Autores: Milán, Narváez, Mudarra, Danzas tradicionales, Scarlati, Murzia, Albéniz, Santa Cruz y Sanz
“LÁZARO DE TORMES. UN JUGLAR DEL SIGLO XXI”
Autor: “Anónimo”. Versión de Abrego Producciones
Intérprete: ANTONIO FERNÁNDEZ
Dirección PATI DOMENECH
Sala Pereda
Crítica: Dos caras de una misma moneda, en las que el arte de la música y el teatro se conjuran, para recorrer un camino, creando historia. Demostrando que, lo del pasado se repite sucesivamente, es un hecho demostrado.
Diseccionado el espectáculo, asistimos en una primera parte a reconocer, de entre los instrumentos de cuerda, en suma lo que hoy conocemos como la guitarra, que tiene uno de su antecedentes en la vihuela con unos artistas que naturalmente levantaron pasiones, pasados por la llamada ya guitarra, pero barroca, siguiendo por el hermoso sonido de laúd; para terminar con las expresiones actuales de la eléctrica.
Para ello era necesario el talento dúctil de un músico, como el vasco, con sello discográfico propio, Enrike Solinís, dominador en todo momento de los instrumentos referidos. Dejando constancia de su dominio. Proponiendo un argumento demostrativo de la respuesta musical de cada época, que no difiere tanto. Salvo la eléctrica, todos cercanos al “Lázaro de Tormes”.
El epílogo de este concierto, da paso al teatro. Con una versión para la escena y la época en que vivimos, a cargo de Abrego producciones, responsable de esta velada. Exponiendo a uno de los grandes relatos de nuestra literatura, que no tiene firma, pero famoso en el mundo entero, “El Lázaro de Tormes”
Pati Domenech, director de Abrego ha posibilitado que este texto singular de tiempos pretéritos, de nuestra literatura, con algunos parlamentos algo facilones, quizás inevitables, acercan con su fondo y su humor al espectador, convirtiéndolo en un alegato contra la explotación infantil, las presuntas arbitrariedades judiciales, la injusticia social, entre otras, que hoy en día son actualidad. Dichas por un gran actor, para mi desconocido, cuya interpretación, entre humorística y tierna, muy naturalista, tan de moda en el teatro moderno, nos deleita durante toda la función. Por cuyo talento le auguramos una carrera muy brillante.
Un ejercicio difícil, el argumental, resuelto con cierta calidad.