Continúa la serie de nuevas entregas de los conocidos como 'audios de Villarejo', filtraciones de las grabaciones que el ex comisario realizaba a sus clientes. Ayer le tocó el turno a Cospedal, hoy a Esperanza Aguirre.

En esta ocasión, 'El País' publica las grabaciones que se hicieron del encuentro entre José Manuel Villarejo y la ex presidenta madrileña, en concreto en 2014, cuando ella aspiraba a alcaldesa de Madrid.

La cita entre ambos comienza con muy buen 'feeling', entre alabanzas mutuas y la confesión de Villarejo de que Aguirre tiene muchos enemigos dentro del PP que le desean su perdición.

Motivo del encuentro

Pero la cita se celebró a petición de Aguirre para comentarle el problema que tuvo por entonces con la policía local madrileña, cuando aparcó en pleno carril bus de la Gran Vía de forma indebida y tras ser requerida por los agentes municipales, se negó a atenderles y arrancó su coche, incluso arrollando una motocicleta de éstos y marchando a su casa sin detenerse.

Aguirre pidió en este encuentro a Villarejo que le ayudara a que se archivase esta causa contra ella. Aguirre, finalmente, no fue juzgada ni procesada como autora de un delito, sino como de una falta.

Villarejo termina confesando a Aguirre que, detrás del recurso de la asociación 'Transparencia y Justicia', que pidió que a Aguirre se le juzgara por un delito de desobediencia, estaría la dirección nacional del PP, por entonces presidida por Mariano Rajoy.

Al tener éxito esta intentona, presuntamente Aguirre pidió cita con Villarejo para que intermediara a su favor. 'El País' asegura que este encuentro entre Aguirre y Villarejo se produce tras la intermediación del ex juez decano de Madrid, José Luis González Armengol.

Entonces, Aguirre pide a Villarejo que que no prospere el recurso que la perjudicaba y que todo quedase archivado. "Vamos a hacerlo que parezca que los abogados míos son muy torpes", le explica Villarejo.

Es cuando se descubre que era Villarejo quien, al parecer a petición de la cúpula nacional del PP, intervino en contra de Aguirre en esta causa para perjudicarla. Y así lo confiesa a su interlocutora: "A mí, en un momento, me dicen que hay que bajarle los humos a esta mujer", pero se niega a revelar el nombre de la persona que le encargó sus servicios.

Y es cuando Villarejo le dice que prefiere ayudarla a ella en lugar de seguir el encargo en su contra, y que en parte lo hacía por lealtad al juez Armengol, que estaba allí sentado ante ambos.

Las 3 partes convienen que este encuentro sea secreto: "Esto no existe, esto no existe", llega a explicarles Villarejo.

La causa contra Aguirre terminó por entonces: Villarejo dejó de recurrir y el caso se archivó. Aguirre tuvo entonces el camino despejado para concurrir a las urnas en 2015, elecciones municipales que ganó, aunque Manuela Carmena terminó arrebatándole la alcaldía.

Otros asuntos

En la charla entre Aguirre y Villarejo hay otro momento clave, que es cuando de manera informal hablan de corrupción en la política madrileña.

En un determinado momento, Villarejo le da a Aguirre su opinión sobre uno de sus ex consejeros y que llegó a ser vicepresidente madrileño, Alfredo Prada: "Prada es un choricete".

Es entonces cuando Aguirre se viene arriba, desconociendo que está siendo grabada: "¡Total! ¡Ese sí lo es! Ése sí que adjudicó la Ciudad de la Justicia...a dedo (...) ¡Por eso lo eché! ¡Y Granados, también!". Granados, claro, era Francisco Granados, sucesor de Prada en el puesto de Consejero de Presidencia, Justicia e Interior y que fue investigado en las tramas de corrupción Gürtel y Púnica.