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LA PEQUEÑA ANDREA TENDRÁ UN MUERTE DIGNA

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La pequeña Andrea, aquejada de una enfermedad degenerativa e incurable, tendrá una «muerte digna», según ha informado este lunes el letrado que asiste a su familia, Sergio Campos, a la salida del hospital en el que la paciente está ingresada y tras una reunión con uno de los médicos del equipo pediátrico. Finalmente, el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago ha accedido a retirarle la alimentación a la niña y a sedarla, tal y como solicitaban los padres.

Según informó el abogado de la familia, Sergio Campos, la nueva postura del equipo de Pediatría del CHUS supone que solo se le va a mantener «una mínima hidratación» para que los fármacos hagan efecto, con lo que el desenlace será cuestión de días. «Pueden ser dos, cuatro, ocho o 24 días», expuso el abogado, quien insistió en que «nos han garantizado que este tránsito va a ser sin dolor y graduando la sedación».

El abogado de la familia Lago-Ordóñez dijo desconocer la razón exacta por la cual el equipo médico «rectifica la postura inicial», pero ha dicho sospechar que está motivada por la mediación del magistrado del Juzgado de Primera Instancia número 6 de Santiago, Roberto Soto, quien la semana pasada adoptó varias medidas en relación a este caso, como solicitar el expediente clínico completo de la menor y que esta fuese sometida a un reconocimiento forense. Tras esta decisión, y aunque es lo pedían los padres, sienten que «no tendría que haber sido necesario activar todo lo que han tenido que activar para que al final les den la razón». A nivel judicial, el proceso sigue abierto hasta que se produzca un desenlace.Publicidad

El CHUS había convocado a los padres de Andrea a una reunión de urgencia para tratar una modificación en el planteamiento inicial sobre cómo abordar el caso de la menor.

Previamente, fue el juez el que mantuvo una reunión con los padres. Minutos antes de las doce y media, el padre de Andrea, Antonio Lago, llegó al Juzgado número 6 de Santiago acompañado de su abogado. Poco después lo hizo la madre de la pequeña. En el juzgado el magistrado Roberto Soto les escuchaba para tomar una decisión sobre la situación de su hija, decisión que finalmente no ha tenido que tomar. 

El juez había requerido un informe de especialistas del Instituto de Medicina Legal de Galicia, y había solicitado al Sergas el historial clínico completo de la menor, el informe del Comité de Ética Asistencial del hospital del 14 de septiembre, que se manifestó sobre la situación, y otro del jefe de Pediatría, actualizado y exhaustivo, en el cual debían especificarse los criterios por los que estima, según refirió la gerencia del hospital, que la paciente no se encuentra en situación terminal, ni concurre situación de dolor y/o sufrimiento desmesurados.

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