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UN PRESIDENTE CON TONO AUTORITARIO QUE DEBE MARCHARSE

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ES HORA DE HACER UNA CRÍTICA a quienes dirigen el Racing de Santander, después de descalificar todo y a todos para alcanzar lo que soñaban: la poltrona. El máximo exponente de esos ambiciosos es Manuel Higuera, actual presidente, que ha declarado con tono autoritario que le descalifica que "no admito la palabra fracaso". ¿Entonces, señor Higuera, lo suyo es un éxito?. El Racing sigue en Segunda B después de un play off con cero goles a favor, busca usted el dinero público y ha roto el consenso, para satisfacer sus ambiciones, con los exjugadores que llamaron a una implicación de la masa social con el Racing.

Estee tal Higuera no solo dejó a Tuto Sañudo en la condición de expresidente, sino que cesó a exjugadores comprometidos con el Racing como Gonzalo Colsa y Esteban Torre. Necesitaba quedarse solo, satisfacer su ego desde la poltrona, y obligarnos a todos a comulgar con ruedas de molino, es decir, que la temporada no ha sido un fracaso. ¿Que ha sido entonces, señor Higuera?. Miles de aficionados siguiendo con entusiasmo al club, girtando en El Sardinero y en otros campos, animando para ascender y después de no lograrlo, para el mandatario racinguista lo vivido "no ha sido un fracaso". 

No deja de sorprendernos personajes como el tal Higuera. Desde un programa de radio voceó contra los dirigentes de entonces, proclamándose el hombre del sentido común para dar éxitos al Racing, engañó a sus excompañeros futbolistas para que creyeran en él y en el camino dejó heridos y muertos para alcanzar -insistimos- sus ambiciones. Y así, llegó al club y las recetas que lanzaba desde la radio no se cumplieron, rápidamente acudió a pedir dinero público cuando tanto criticó y reiteró su preparación para llevar el club. Y ya lo ven, temporada en blanco, fracaso absoluto, pero hete ahí que el personaje advierte a quien le quiera oir "que no se puede hablar de fracaso".

Ha tenido que ser una persona con gran referente moral y leyenda racinguista, Quique Setién, para decir entre líneas y sin excitaciones, quien es el personaje en cuestión y cómo ha roto todos los consensos que dieron vida al club en la ampliación de capital. Una llamada de atención que nos obliga a seguir con detenimiento lo que ocurre en la casa verdiblanca para descubir los entuertos de este presidente ambicioso que afirma no admitir que "se hable de fracaso". Los hechos, sin embargo, soin tozudos y el Racing, lamentablemente, sigue en Segunda B.

La de ayer fue la primera comparecencia pública del Consejo de Administración desde que el Racing cayese eliminado en el play off de ascenso a Segunda División B. El momento en el que el equipo cántabro perdió de forma definitiva su único objetivo de la ya finalizada temporada, la segunda peor de su historia. A pesar del varapalo deportivo y la no consecución de la meta, el presidente racinguista, Manolo Higuera, no cedió. «No admito la palabra fracaso». Buen favor haría al Racing y a su masa social marchándose, después de ser uno más -pero el primero- del fracaso de la temporada.

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