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SENCILLAMENTE TRÁNSFUGAS

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DESDE AYER, Ciudadanos no tiene representación en el Ayuntamiento de Santander. Los dos concejales han hurtado al partido por el que se presentaron libremente los votos que los electores dieron a las siglas del partido de Rivera. Los dos ediles que obtuvo en Santander no era nada antes de las elecciones, sus nombres no habían destacado y, por tanto, carecían de votos. Generalmente estos "candidatos" se hacen fuertes en partidos nuevos para lograr sus objetivos y no ponerse a la cola de hacer méritos. Y este es el caso de los dos concejales que hasta ayer representaban a Ciudadanos en el Consistorio de la capital cántabra.

Sin embargo, antes de apuntar a estos tránsfugas hay que hacerlo al partido que les permitió acceder a cargos institucionales. Algo muy serio ha fallado estrepitosamente en el partido de Albert Rivera para llevar de candidatos a personas que creen que los cargos a los que han accedido son propios y no del partido. Por tanto, el partido es responsable, en primer lugar, de llevar en las listas a personas que a las primeras de cambio traicionan al partido y se llevan los cargos.

Si hay algo deleznable es ser tránsfugas en política. El PP en el Ayuntamiento de Santander ha contado en estos dos años con dos concejales "entregados" a la causa popular. En este tiempo, Ciudadanos no ha puesto a prueba a estos concejales que han tenido fácil y cómodo apoyar a los que gobiernan la capital, esperando quizás el premio de verse en las listas populares en 2019.

Desde ayer, se puede decir que los dos concejales tránsfugas han pasado a la categoría de irrelevantes. Siguen teniendo valor para el PP en el objetivo de hacer lo que les venga en gana, pero carecen de tal categoría para la oposición al PP. Ostentarán, sin duda, por obra y gracia de equipo gobernante, comisiones de cierta relevancia, pero sus votos ya no cuentan. El PP tiene que andarse con cuidado ya que una futura representación de Ciudadanos les pueden ajustar cuentas tras las elecciones de 2019.  

No importan los nombres. Es suficiente conocer que estos dos concejales tránsfugas existirán en la Corporación santanderina en los dos últimos años que faltan para las nuevas elecciones. Y en este tiempo, nadie querrá su voto para plantear cosas serias y de futuro. Tienen una fecha de caducidad y ellos lo saben.

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