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EL PRESIDENTE DEL PARLAMENT SOBRE LA INVESTIDURA TELEMÃTICA DE PUIGDEMONT: "VEREMOS"

El presidente del Parlament de CataluÃ±a, Roger Torrent, no ha querido cerrar aÃºn la puerta a una investidura telemÃ¡tica de Puigdemont. Si bien no quiso adelantar acontecimientos, sÃ puntualizÃ³ que habrÃa que estudiar el modo en que los grupos pretenderÃan llevar a cabo la elecciÃ³n del ex president si es que se confirma como el candidato mÃ¡s apoyado. "Veremos", seÃ±alÃ³.

Roger Torrent ha asegurado en declaraciones a Rac1 que tendrÃ¡ todas las conversaciones necesarias para ver quÃ© candidato suscita mÃ¡s consenso y asegura que "si es Puigdemont" tendrÃan que "ver" cÃ³mo lo hacen.

Si bien no ha querido adelantar futuros acontecimientos, porque no serÃa "respetuoso" con los grupos parlamentarios que ahora inician un proceso de negociaciones para presentar candidatos, Torrent sÃ ha especulado con la posibilidad de que Junts per Catalunya insista en presentar a Puigdemont.

Ahora toca "hablar con todos los grupos", pero si llega esa situaciÃ³n, "tendrÃamos que hablar de cÃ³mo quieren afrontar esta investidura", asgurÃ³ Torrent. "Veremos", respondiÃ³ sobre si se materializarÃa la elecciÃ³n de Puigdemont desde Bruselas, a pesar de que los letrados de la cÃ¡mara rechazaron que esta fÃ³rmula fuera acorde al reglamento y de que el Gobierno advirtiera de que recurrirÃa de inmediato al Tribunal Constitucional.

PREVISIONES.

La diputada de Junys per Catalunya (JxCat) Elsa Artadi declarÃ³ al terminar la sesiÃ³n constitutiva del Parlament que su partido confÃa en que "en dos semanas" podrÃ¡n "traer al debate de investidura al president Puigdemont".

"Entendemos que es lo que refleja la voluntad de las urnas", dijo.TambiÃ©n explicÃ³ que el acuerdo con ERC "es muy claro". "Dar apoyo entendemos que quiere decir que Puigdemont tendrÃ¡ el apoyo de ERC, no entenderÃamos que no fuera de esta manera, porque Esquerra estÃ¡ a favor de la restituciÃ³n de las instituciones catalanas", detallÃ³, y confirmÃ³ que ambas formaciones trabajan "en la formaciÃ³n de Govern" y "en el planÂ·que ejecutarÃ¡.

Puigdemont ya declarÃ³ ayer desde Bruselas que desea volver a CataluÃ±a en el preciso momento en el que se le garantice no ser detenido, extremo poco realista porque el Gobierno y la FiscalÃa estarÃ¡n muy atentos a cada movimiento y el juez Pablo Llarena, del Tribunal Supremo, no ha retirado su intenciÃ³n de detenerle para tomarle declaraciÃ³n por los presuntos delitos de rebeliÃ³n, sediciÃ³n y malversaciÃ³n.

El Gobierno renunciÃ³ a recurrir las votaciones delegadas de los diputados presos, pero hubiera reaccionado distinto en caso de que los 5 diputados huidos a Bruselas, Puigdemont entre ellos, hubieran querido votar o hablar vÃa telemÃ¡tica en el Parlament. AdemÃ¡s, estÃ¡n puestas todas las alertas en caso de un sorprendente regreso de Puigdemont para participar en su debate de investidura.

Los servicios de inteligencia y las Fuerzas de Seguridad estÃ¡n avisadas, segÃºn recoge hoy 'La RazÃ³n', citando fuentes gubernamentales, para actuar inmediatamente en caso de que el aspirante a la presidencia de la Generalitat pise suelo espaÃ±ol vÃa Francia. No quieren otro fallo, como en su huida, aunque en ese caso no habÃa aÃºn una orden judicial cursada para arrestarle.

Tras la constituciÃ³n del Parlament, el nuevo presidente de la CÃ¡mara, Roger Torrent, inicia hoy la preceptiva ronda de consultas con los lÃderes parlamentarios para proponer un candidato a la investidura como presidente de la Generalitat. Hoy se reunirÃ¡ con el cabeza de lista de Catalunya en ComÃº-Podem, Xavier DomÃ¨nech, y con el primer secretario del PSC, Miquel Iceta. En declaraciones a TV3, el nuevo presidente de la CÃ¡mara indicÃ³ que si el candidato que genera mÃ¡s consenso es Puigdemont "habrÃ¡ que hablar" para ver cÃ³mo se lleva a cabo la investidura y que la Mesa del Parlament valorarÃ¡ "todas las situaciones". AdemÃ¡s, Torrent agradeciÃ³ a Puigdemont que le llamara por telÃ©fono desde BÃ©lgica en plena sesiÃ³n para felicitarle por su nombramiento -el diputado Jordi Turull le dio el mÃ³vil para que conversaran -, lo que considerÃ³ una "situaciÃ³n anÃ³mala".