El Valor del Honor en las Guerras Cántabras
El pueblo Cántabro fue representado ayer por la tarde en el Circo Máximo. Los Corrales de Buelna se convierten en el enclave perfecto para mostrar a niños y mayores un valioso valor humano, el honor.
28-08-2016
CesarFernendez.Foto-Corocotta-Cesar
La situación la describe el historiador Dión Casio; “Irritóse tanto [Augusto] al principio contra un tal Corocotta, ladrón hispano muy poderoso, que hizo pregonar una recompensa de doscientos mil sestercios a quien lo apresase; pero más tarde, como se le presentase espontáneamente, no solo no le hizo ningún daño, sino que encima le regaló aquella suma”.
En esta celebración se indaga en la historia para representan los hechos y las menciones de historiadores acontecidas del 29 a.C al 19 a.C. Indagando en el pasado, actuando en el presente y proyectando ideales hacia un futuro en compromiso con el ser humano.
Actores de primer orden, con alto nivel interpretativo, seguridad y fuerza. Música envolvente, luces que potencian y engrandecen el ambiente, cámaras que captan la escena desde diferentes perspectivas (incluida la vista aérea) para reflejar la valentía y seguridad de un hombre que representa y dirige a un pueblo, Corocotta. También ejemplo digno de un combatiente a la altura, con suficiente calidad humana para darse cuenta y librar a su enemigo de la muerte, Cesar Augusto.
Acabado el tiempo de paz, a la noche, tuvo lugar la batalla. Soldados romanos utilizando la formación de la tortuga, con sus escudos a modo de caparazón. Protegiéndose así de forma excelente frente a los proyectiles de los enemigos. Desplazándose sin miedo a ser alcanzados por flechas, dardos, lanzas y demás armas arrojadizas. En frente guerreros cántabros, “invencibles ante el frío, el calor y el hambre”. “Para ellos, imposible vivir sin la guerra, pues toda la razón de su vida la ponen en sus armas, considerando un castigo vivir para la paz.", según atestigua Silio Itálico.