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EN TORNO A UNA SENTENCIA, PRESENTE Y FUTURO DEL PP

Por Ramón Arenas San Martín

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¿Qué está  sucediendo en el P.P.?


 

Al hilo de la interesante lectura de la “Sentencia Gürtel” me ha surgido la siguiente reflexión en torno a los partidos políticos y a quienes formamos parte de ellos, bien como responsables o, sencillamente, como afiliados de base.

 

Cuando alguien se afilia a un partido político es porque, además de sentir afinidad ideológica, CREE EN ESE PARTIDO POLÍTICO. Y creer en un partido político es considerar que ese partido político se rige y basa en los criterios y principios de honestidad, rectitud y honradez.

 

El hecho de que en un partido político haya personas deshonestas o sencillos delincuentes, no pone a ese partido fuera de la ley, aunque estemos  acostumbrados a “identificar al todo, por la parte”. En literatura esta figura literaria se denomina SINÉCDOQUE, consistente en  denominar a una cosa por otra”.

 

Existen muchos ejemplos literarios, como  denominar “ESPADA” al “TORERO”; o cuando decimos “España” ha jugado bien”, refiriéndonos sólo al “equipo de la selección española”.

 

Esto mismo nos sucede cuando dentro de una institución alguien obra mal. De forma inmediata asimilamos inconscientemente que todo el mundo lo hace dentro de ella o, incluso, que la propia institución es maligna por sí misma; pero no es así, eso es un error.

 

Dentro de las diferentes instituciones militares, religiosas, POLÍTICAS, culturales, etc., hay de todo, como en botica: buenos y honrados o  sinvergüenzas que se sencillamente se apoyan en ellas para delinquir. Que haya “un garbanzo negro en la familia” no impide que el resto  de sus integrantes sean honestos y honrados.

 

Por tanto, el hecho de que en base a la  SENTENCIA GÜRTEL se condene a varios miembros o ex/mienbros del P.P., e incluso al propio Partido Popular como responsable a título lucrativo del sistema de corrupción institucional que -asegura la sentencia- “tejió con las empresas de Correa”,  no convierte a este partido o a todos sus afiliados en malhechores, sencillamente se demostraría que el P.P. fue utilizado por varios delincuentes como herramienta para sus fines ilegales.

 

 

 

 

 

Esta sentencia, recurrible,  es una muestra más de la independencia y buen hacer judicial que CONDENA a unas personas que se han apoyado en un partido político  para obrar mal. No seamos sectarios olvidándonos que lo mismo sucedió en el PSOE o en otros partidos políticos, sin que ello sirva de justificación o atenuante para la condena que se ha dictaminado ahora contra mi partido, el  P.P.

 

Pensemos también que en el gobierno de la nación o en los diferentes órganos de las comunidades autónomas o ayuntamientos puede haber bandidos que utilicen estos organismos para delinquir,  pero eso no convierte al gobierno, a la comunidad autónoma o a los diferentes ayuntamientos o entidades públicas en “organizaciones criminales”, como el Sr. D. Pablo Echenique ha denominado al P.P. en un reciente twitter. Más bien le invitaría a mirar también lo que sucede dentro de su partido, a veces “vemos la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el nuestro”.

 

Quienes estamos afiliados a cualquier partido político y deseamos continuar dentro, lo que exigimos es la máxima rigurosidad a la hora de establecer las responsabilidades en las que hayan incurrido cada uno de sus miembros o afiliados.

 

Como es fácil “predicar” pero más difícil “dar trigo”, me remito a mis propias actuaciones donde se plasma ese compromiso,  dado que yo mismo,  dentro de mi propio partido, he practicado esta rigurosidad, formulando diversas denuncias tanto en el ámbito interno del Comité de Derechos y Garantías, como externo, en los tribunales de justicia.

 

No se me cayeron los anillos por denunciar dentro de mi propio partido a la mismísima presidenta del Comité de Derechos y Garantías del PP de Cantabria, la Sra. Doña Isabel Urrutia de los Mozos al considerar que incumplía los estatutos del P.P., como ya publiqué en su día.

 

 Como tampoco me tembló el pulso cuando denuncié en ese mismo Comité de Derechos y Garantías a tres de los actuales cinco  concejales del P.P. de Laredo.

 

 Al igual que no me atemorizó acudir a la fiscalía para que investigara el irregular incremento patrimonial de uno de los actuales concejales del P.P. de Laredo, teniendo como origen y base la denuncia formulada por un ciudadano, también afiliado al P.P.  ante el Comité de Derechos y Garantías del PP de Cantabria.

 

O, sencillamente, la querella que interpusimos varios miembros del Comité Ejecutivo Local de Laredo por malversación de fondos públicos contra otro de los actuales concejales del Ayuntamiento de Laredo y que está pendiente de la resolución de la audiencia provincial.

 

Sin olvidar el burofax que remití al anterior alcalde de Laredo y actual Presidente del P.P. de Laredo, Sr. Vega, exigiéndole que  me informara si era cierto o no que él había filtrado, en su época de alcalde, los exámenes del ayuntamiento de Laredo.

 

Burofax al que siguió, en menos de un mes, su denuncia contra mi por haber escrito un artículo en Facebook sin su autorización. Denuncia en base a la que se me quiso expulsar del Partido Popular, pero que no consiguió el Sr. Vega con su denuncia, ni la Sra. Urrutia al frente del Comité de Derechos y Garantías del P.P.,  gracias a que acudí a los tribunales a defender mis derechos como afiliado y me dieron la razón.

 

Por tanto, no sólo la teoría debe acompañar a quienes creemos en la limpieza y honradez de nuestro partido, si no la fuerza moral que otorga el DENUNCIARLO y llegar hasta las últimas consecuencias.

 

Espero, sinceramente, que esta sentencia nos haga reflexionar a todos los integrantes  del P.P. desde los afiliados de base hasta los máximos responsables. Como también confío que la próxima sentencia del famoso “Caso Miguelín” esclarezca  todo lo sucedido en el XII Congreso del P.P. de Cantabria y declare si hubo o no irregularidades durante el proceso congresual, poniendo a cada uno en su sitio.

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