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Muere Labordeta, el de Un País en la Mochila, un referente que nos falta en Cantabria

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HA MUERTO JOSÉ ANTONIO LABORDETA, un referente moral en la política con mayúsculas y en la cultura tradicional también con mayúsculas, personalidad rica por todos los costados que Aragón ha tenido la fortuna de contar con su activa participación para expresar una buena parte de su identidad.  Muchos cámtabros le recordamos por aquel magnìfico programa de televisión Un País en la Mochila que con tanta sensibilidad supo acercarse a la realidad cántabra con su identidad y tradiciones. Pero también supimos de él en su etapa de diputado nacional por la Chunta Aragonesista cuando una tarde en el Congreso en la que, harto de improperios, interrupciones, insultos y mala leche de sus señorías, miró a la bancada de su derecha y les espetó lo que tantos estaban deseando oír: "¡Váyanse a la mierda, joder!". Así era de auténtico José Antonio Labordeta que murió esta madrugada, de cáncer de próstata, en Zaragoza.

La figura de José Antonio Labordeta (Zaragoza, 1935), profesor, músico, poeta, andarín de caminos, actor, político, sabio de recorrer el tiempo y de palpar a la gente representa y resume, a la vez, la imagen más auéntica de la ida y cultura de Aragón, desde Costa hasta el Ebro, río al que tan unido estamos tan unidos los cántabros y al que nuestra tierra da vida en Fontibre. Recordando que sin democracia no hay respiración, entre 2000 y 2008 fue diputado del Congreso, una voz diferente a la de tantos mansos a los partidos y a sus disciplinas.                                                  

Al dejar el escaño, escribió unas memorias políticas, o algo así, Memorias de un beduino en el Congreso de los Diputados (2009), que fue un éxito editorial, y recientemente nos daba otras memorias, que nos llevan a su interior, Regular, gracias a Dios (2010), novela de Relato de una vida, con el subtitulo de Memorias compartidas (EdicionesB), recorre su biografía desde que era niño hasta "la sala oscura" de un hospital donde le administraron quimioterapia.


Regular, gracias a Dios es, según Labordeta, una visión más familiar de su vida y de la de sus amigos, escrita "con alegría", pues según dijo el autor, "cada vez que recuperaba la escritura salía del hospital". Pese a su situación, aseguraba que éste es "un libro optimista, no cuenta tragedias. He sacado lo mejor de cada momento". No obstante, Labordeta reconocía que lo pasó "regular a veces".

En 2006 se le detectó un cáncer de próstata y desde el mes de noviembre de 2009 no salía de casa. El historiador Manuel Tuñón de Lara trazó un justo y exacto perfil de la personalidad humana y cultural de Labordeta. El texto comenzaba así: "Digámoslo sin rodeos, José Antonio Labordeta, aragonés de cuerpo entero, con rotunda conciencia de serlo, cantor y poeta, fue un referente moral y un sólido valor de la cultura española de nuestros días. Hablamos de la cultura en su hondo sentido de saber popular que le daba Machado. Eso es el folclore auténtico. Y pocas veces viene tan a punto esta expresión, porque canto y poema de José Antonio Labordeta son la negación de ese otro mal llamado folclore, sofisticado y envilecido, conformista y deformante, que es una caricatura del sentir popular para solaz de mediocres escapistas."

Ha muerto Labordeta, un referente moral en España por muchas razones y un ejemplo de brillantez entre tanta mediocridad. Ha muerto el cantautor que nos falta en Cantabria.

 

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